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Tras 25 años, las mujeres vuelven a los cuarteles a través del servicio militar
En un solo día se inscribieron de forma voluntaria más de 5.000 mujeres en las diferentes regiones.
Son 1.200 las mujeres que prestarán su servicio militar. Foto: Dirección de Reclutamiento Ejercito Nacional
Una cobija de cuadros, la misma que sus papás le regalaron hace seis años cuando se fue a estudiar Psicología, es la que Michel Suárez Sandoval, de 23 años, está empacando junto a dos cambios de ropa para iniciar, esta vez uniformada, una nueva etapa de su vida.
“Además, estoy empacando muchos sueños e ilusiones”, le dijo Michel a EL TIEMPO mientras terminaba de acomodar las cosas con las que se presentará, a las siete de la mañana, en el Cantón Norte de Bogotá para iniciar su servicio militar.
Michel Suárez, psicóloga, entra a prestar servicio militar. Foto:Archivo particular
¿Qué hace una psicóloga prestando servicio militar? La respuesta de Michel es tajante y segura: “Es mi proyecto de vida, y es el ejemplo que recibí de mi padre, quien por 21 años sirvió al país como soldado profesional. Se pensionó hace un año y estoy muy orgullosa de su labor”.
Michel nació en San Vicente de Chucurí, Santander, en el hogar de Wilson Suárez y la docente de primaria Nora Sandoval, y tiene dos hermanas.
Ella es una de las 1.200 mujeres que se presentaron voluntariamente para hacer parte de un contingente del Ejército que, tras la instrucción militar de tres meses, se encargará de temas ambientales. Desde la década de los noventa no se abrían convocatorias para reclutar mujeres en Colombia, y en la que se acaba de abrir se batió récord de interesadas.
La primera vez que Michel abandonó el hogar lo hizo para adelantar sus estudios en la Universidad de Pamplona, Santander, de donde se graduó en octubre del año pasado de psicóloga. “Siento que puedo fusionar mi carrera con el servicio militar, es una forma de probarme para decidir si sigo la vida castrense iniciando desde la base”, afirmó Michel.
Ella asegura que es consciente de que este será un reto, al que no le tiene miedo y por el que está dispuesta a dar lo mejor de sí. “Mi mensaje a las mujeres es que perdamos el miedo a ocupar cargos o actividades que adelantan los hombres, no se trata de competirles, sino de trabajar unidos por el país”, afirmó.
Karen Julieth Cortés, se presentará mañana al Cantón Norte. Foto:Archivo particular
En la misma línea se encuentra Karen Julieth Cortés, de 19 años, quien se graduó de bachiller técnico en 2019 y afirmó que está lista para prestar su servicio militar. Ella se inscribió en Bogotá apenas conoció de la convocatoria. “A mí siempre me ha llamado la atención la vida militar, es como una vocación de servicio y yo quiero ayudar a la comunidad”, dijo.
Karen reconoció que en su familia nunca ha habido policías o militares, ella será la primera y por eso está llena de “expectativas, muy ansiosa frente a la incorporación, pero de seguro será algo muy emocionante”. Añadió que es consciente de que será un cambio drástico en su vida.
ite que sabe que dejará la comodidad de su casa y el calor de su familia, pero que esta experiencia le servirá para decidir su paso de lleno a la carrera militar. “Yo lo tomo como una oportunidad para decidir lo que quiero en mi vida”, afirmó.
Karen, a quien le gusta ejercitarse y leer sobre temas castrenses, aseguró que sus padres, Rafael Cortés y Dilia Arcón, la apoyaron en su decisión convencidos de un futuro para ella y de ser un buen ejemplo para su hermana de 16 años.
“A las mujeres yo les digo que esta es una gran oportunidad de aprender cosas nuevas y de vivir experiencias únicas”, aseguró la joven.
En un día se cumplió meta de reclutamiento de mujeres. Foto:Dirección de Reclutamiento Ejercito Nacional
En un día se cumplió la meta
El coronel es el Foto:Dirección de Reclutamiento Ejercito Nacional
El coronel Alexánder Rojas, director de Reclutamiento del Ejército Nacional y encargado de la incorporación (son cuatro) este año, señaló que en el caso de los hombres prestar servicio militar es de carácter obligatorio y que para las mujeres es voluntario.
Este año se tiene planeado incorporar cerca de 60.000 personas entre los 18 años y un día antes de cumplir los 24; 54.000 hombres y 5.184 mujeres. De hecho, el coronel Rojas destacó que el primer día de inscripciones se cumplió la meta de incorporación de las mujeres.
“Se tenía previsto incorporar por contingente unas 1.200 mujeres, pero gratamente el primer día se cumplió la meta total del año y muchas quedaron aplazadas para las tres convocatorias restantes. En Montería, por ejemplo, teníamos 30 cupos y se presentaron 300 personas”, dijo el director de reclutamiento tras indicar que estarán en servicio por 12 meses.
“Este es un proceso histórico, nosotros no teníamos en las filas prestando el servicio militar a las mujeres desde la década de los 90, entre los años 97 y 98. Pero siempre hemos tenido mujeres en las filas”, dijo el oficial. La llegada de las mujeres de nuevo al servicio obligó la adecuación de instalaciones y la logística para poder recibirlas adecuadamente.
“Fue muy agradable ver a las mujeres desde el primer día inscribiéndose, proyectándose con unas historias de vida extraordinarias”, afirmó el coronel Rojas.
Y añadió que las mujeres con las que tuvo la oportunidad de hablar en Bogotá expresaron que tienen una proyección de vida en la institución, por lo que se presentaron varias profesionales en campos como el derecho o la psicología; y otras que se quieren retar frente a la disciplina y las actividades castrenses.
"Fue muy agradable ver a las mujeres desde el primer día inscribiéndose, proyectándose con unas historias de vida extraordinarias"
En Bogotá y el Eje Cafetero se registró el mayor número de incorporaciones, y por regiones quedaron 93 mujeres en la zona Norte, 60 en el Sur, 80 en Oriente, 196 en Occidente y 867 en el Centro. Ellas empezarán a prestar su servicio militar este viernes.
El director de Reclutamiento dijo que el grupo de mujeres será recibido con honores militares en cada unidad, a cada una se le entregará su uniforme y de inmediato se van a “acuartelar y a concentrar en el inicio de su proceso de adaptación, de entrenamiento, que es igual que el de los hombres”.
Al término de la fase de instrucción militar de tres meses y luego de jurar bandera, las mujeres serán enviadas a cumplir con la seguridad de los cantones militares, prestarán apoyo a labores istrativas, como la atención al ciudadano, y estarán al frente de varias operaciones que se vienen adelantando en pro del cuidado del medioambiente, “que es un trabajo que viene desarrollando el Ejército de tiempo atrás, especialmente para proteger nuestros páramos y nuestras selvas”, señaló el coronel.
El director de Reclutamiento enfatizó que bajo ninguna circunstancia serán enviadas a misiones u operaciones de orden público, “porque esta labor es exclusiva de los soldados profesionales”.
Sobre los beneficios de prestar el servicio militar, tanto para hombres como para mujeres, está el pago mensual del 30 por ciento de un salario mínimo, la dotación y temas relacionados con la salud y la alimentación.
Además, al término del servicio podrán acceder a una línea especial de crédito con el Icetex y si deciden seguir la carrera militar como oficiales o suboficiales, accederán a un descuento en la matrícula del 30 por ciento.
Una de las últimas reclutadas
Liliana Andrea Murillo Pardo es ingeniera de sistemas, está casada, tiene dos hijas de 15 y 16 años y es una de las mujeres que prestaron su servicio militar en la década de los 90.
Liliana, natural de Florencia, Caquetá, terminó la secundaria a los 16 años y se enlistó. “Mis papás no lo creían, estaban muy disgustados conmigo, tal vez pensaron que era un acto de rebeldía, pero la verdad yo lo vi como una forma de servicio”, afirmó.
Aseguró que ha sido una de las mejores experiencias de su vida. “En esa época aceptaban a menores de edad en las filas, eran días difíciles por la guerrilla de las Farc”, dijo Liliana, al recordar que ella se inscribió en diciembre del 98 y en enero del 99 estaba ingresando a la institución a prestar su servicio militar.
Era la época del despeje, en medio de las negociaciones del gobierno de Andrés Pastrana y las Farc; Liliana estuvo en la sede de la Brigada 12 del Ejército, en Florencia, “donde estuve ejerciendo labores en la ayudantía, nunca en actividades con el orden público, pero fue una experiencia que me ayudó a madurar y a forjar mi carácter, una gran oportunidad en la vida”, puntualizó.
Hoy Liliana, a quien cariñosamente le dicen la ‘mujer de acero’, trabaja para el Ejército en el Centro de Educación y Doctrina, y desde allí ha sido pieza clave para el regreso de las mujeres a los cuarteles. Para ella, esta nueva incorporación es una oportunidad única de “hacer historia, de servir al país y a la patria”.
De hecho, afirmó que si alguna de sus hijas quisiera vivir la experiencia de prestar el servicio militar, la “apoyaría desde el conocimiento y el amor de madre”.