Para el ministro de Justicia, Néstor Osuna, uno de los principales retos que encara tras asumir la cartera es acercar la justicia a los ciudadanos, así como avanzar en el cambio de enfoque en la lucha contra las drogas tal y como lo anunció el presidente Gustavo Petro en su posesión, junto a la posibilidad de una paz total, relacionados con el acogimiento de los grupos armados ilegales, y el manejo de la crisis carcelaria.
"Es es un tema tremendamente difícil, en el que la sociedad colombiana tiene mucho por hacer. Como sociedad tenemos que avergonzarnos de lo que han sido nuestras cárceles. Imagínese, un estado de cosas inconstitucional (declarado por la Corte Constitucional) que lleva mas de 20 años. No hemos logrado salir de eso", dijo.
Todos esos desafíos son enormes, implican un presupuesto que siempre es muy escaso y unos cambios culturales que son difíciles
En diálogo con EL TIEMPO, Osuna agregó: "Unas cárceles que son lugares de castigo absolutamente inhumanos, sin servicio sanitario, sin médico, sin alimentación adecuada, una cosa que se vuelve una escuela de crimen y unos sitios que se han convertido en sitios para que la gente vaya a podrirse".
Según Osuna, las cárceles tienen que ser lugares de castigo pero dignos, que tengan posibilidad de resocialización. "Todos esos desafíos son enormes, implican un presupuesto que siempre es muy escaso y unos cambios culturales que son difíciles. Nos toca empeñarnos con el mayor esfuerzo pedagógico,que nuestra sociedad deje de considerar que la solución a todos los problemas sea la cárcel", dijo.
Además, Osuna reveló que en su criterio, sería conveniente hacer una reforma legal que discriminalice algunas conductas, no los delitos graves, que pasen a ser contravenciones. "Y también pensar en un sistema de cárcel abierta, eso ya está inventado en muchos lugares del mundo", dijo.
Sobre la posibilidad de un proyecto de acogimiento de actores criminales y la relación de ello con la situación carcelaria, el ministro Osuna dijo que unos eventuales beneficios de menor pena de prisión podrían tener un impacto, aunque no tan relevante.
"El grueso de la población penitenciaria no es gente de las bandas armadas, es de otro tipo de criminalidad. Pueda que la política de paz total no tenga una repercusión enorme en que de las cárceles vaya a salir mucha gente, no, eso no va a ocurrir, pero sí va ligado lo uno con lo otro porque en últimas se trata de grupos delincuentes que tendrán que pagar una pena privativa de la libertad por un tiempo en cárceles", dijo.
La primera línea y la lucha contra las drogas
Sobre la iniciativa anunciada por el presidente Petro para buscar una forma de liberar a las personas detenidas en el marco de la protesta social, el ministro de Justicia dijo que no ha hablado con el mandatario al respecto, pero indicó que lo que se logre, respetará la división de poderes.
"Sin haber hablado con él, puedo decir que respeto absoluto a las decisiones del poder judicial. Esto es una democracia con división de poderes y pues ojalá que esa privación de la libertad cesaran pero dentro del respeto a las decisiones del poder judicial", agregó.
El presidente Petro dijo en su discurso que la lucha contra las drogas fracasó en su modelo actual, por lo que se necesita un nuevo consenso y enfoque al respecto. El ministro Osuna le dijo a este diario que si se sigue en la línea actual el fracaso seguirá.
"Él (Petro) ha hablado de enfocarse en prevenir el consumo. Yo creo que es un buen punto de partida en el que podemos tomar decisiones de derecho interno colombiano en el que podemos tener voz internacional. Hablar el termino de legalizar las drogas, creo, personalmente, que es una buena idea pero muy difícil de lograr porque requiere consensos internacionales que habrá que ir construyendo poco a poco", agregó.
Un procedimiento judicial más ágil
Si muchas cosas las decidieran como tutelas, con un procedimiento parecido, el ritmo de trabajo se mantendría, pero se quitan el piano de la congestión"
Igualmente, el ministro Osuna dijo que se necesitan reformas a procedimientos judiciales para simpificarlos y agilizar la respuesta a controversias, en algunos tramites concretos y en temas que no son penales. Se trata de asumir un proceso similar al de tutela.
"Si pensamos en un solo procedimiento judicial como sucede en el de tutela y se agilizan todas las formalidades...que el juez en vez de initir, corregir, rechazar la demanda, decretar las pruebas, que reciba todo lo que lle llevan, se los pasa a la contraparte, que esta opine sobre ellos y nos concentramos más en la decisión judicial", dijo.
Según Osuna esto funcionaría en temas de conflictos entre trabajadores y patronos, entre vecinos, entre comerciantes, que es el grueso de los procesos judiciales, que impacta a la ciudadanía. El ministro también dijo que el país debería tener el doble de jueces pero que, como ese escenario no sería factible actualmente, se podrían agilizar por esa vía los procesos que están represados en los despachos.
"El piano que llevan en las espaldas los jueces no son las tutela, son esos procesos que se represan por años en los que hay un procedimiento, hay que hacer un traslado y esperar dos meses (por ejemplo). Si muchas cosas las decidieran como tutelas, con un procedimiento parecido, el ritmo de trabajo se mantendría, pero se quitan el piano de la congestión", agregó.
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