Dentro de la investigación por la muerte del estudiante de derecho y taxista
Javier Humberto Ordóñez Bermúdez, luego de recibir descargas de pistola taser y ser conducido al CAI en el noroccidente de Bogotá, la Procuraduría General citó a audiencia de juzgamiento disciplinario a los patrulleros de la Policía Harby Damián Rodríguez Díaz y Juan Camilo Lloreda Cubillos.
El Ministerio Público asumió por poder preferente el proceso que adelantaba la Inspección General de la Policía, y tras ello, el órgano de control fijó para el próximo primero de octubre el inicio de la audiencia contra los uniformados para que respondan disciplinariamente por las conductas consideradas gravísimas a título de dolo.
A juicio de la Procuraduría, los patrulleros habrían incurrido en conductas descritas en el Código Penal como delitos a título de dolo: abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto y homicidio durante un operativo realizado en la madrugada del 9 de septiembre, en vía pública del barrio Santa Cecilia.
Además de el llamado a juicio por este caso en particular, la Procuraduría también indaga por los hechos de violencia sucedidos el 9 y 10 de septiembre, durante manifestaciones en protestas contra el abuso policial y el homicidio de Ordóñez.
Estas protestas dejaron 13 fallecidos, alguno de ellos por arma de fuego, y más 300 heridos. Por esto, el Ministerio Público le pidió al Ministerio de Defensa y la Policía enviar información sobre las instrucciones dadas para atender la protestas, así como aclarar si los uniformados utilizaron armas de fuego, y cuánta munición se usó, contra los manifestantes.
Por el lado penal, las investigaciones por los hechos de violencia y por el homicidio del estudiante de derecho avanzan en la Fiscalía, que ha recogido testimonios, fotos, videos y otras evidencias para individualizar a los presuntos responsables.
Ángela Garzón, exesposa de la víctima, indicó que la familia espera que se haga justicia y cuestionó que su expareja no solo fue torturado sino que los uniformados no le prestaron ayuda cuando se agravó dentro del CAI y necesitó de atención médica urgente.
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