Ante el Juzgado 13 de garantías de Bogotá, se llevó a cabo la audiencia de imputación contra cinco de los nuevos capturados por el atentando que sucedió el 17 de enero del 2019 en la Escuela de Cadetes General Santander en el que murieron 22 personas y resultaron heridas más de 80 personas.
Los involucrados, que no aceptaron cargos, fueron señalados por su participación en diferentes momentos del atentado.
Andrés Felipe Oviedo y Angie Lorena Solano fueron imputados por haber participado en las actividades previas del atentado y haber guiado al vehículo bomba en una moto.
Tendrán que responder en calidad de coautores por el delito de homicidio en persona protegida y tentativa en persona protegida porque, según el ente acusador, intentaron causar la muerte de los de la institución policial. Además responderán por los delitos de terrorismo y de rebelión.
Por su parte, a Carlos Arturo Marín se le imputó el delito de actos de terrorismo en calidad de cómplice por haber transportado desde Zipaquirá a Bogotá la moto que serviría como guía al carro bomba.
Jessica Katherine Barrientos deberá responder como cómplice por el delito de actos de terrorismo y financiación al terrorismo debido a que, según el ente acusador, prestó colaboración en la actividad delictiva. Además, responderá como autora por el delito de rebelión.
Por último, Miguel Castillo responderá como autor por el delito de financiación al terrorismo y el de rebelión y en calidad de cómplice por actos de terrorismo.
De acuerdo con la exposición de la Fiscalía, Andrés Felipe Oviedo y Angie Lorena Solano presuntamente hacen parte del Eln y estuvieron en Venezuela recibiendo capacitaciones, charlas y clases sobre el manejo de explosivos.
Explicó el delgado que en los recientes registros de inmigración, Oviedo habría salido el 8 de julio del año pasado rumbo a Caracas, Venezuela y regresó dos meses después. Asimismo, Solano salió de Colombia rumbo al vecino país unos días después del atentado en la Escuela.
Según el fiscal, en entrevista con algunos desmovilizados y gracias a registros fotográficos, los mismos mencionaron que a Oviedo lo conocían con el alias de ‘Jesús’ y a Solano con el alias de ‘Andrea’ y que ambos habían sido vistos en campos y asambleas del Eln y reconocían que eran pareja.
Asimismo, señaló el fiscal que presuntamente Oviedo habría participado en los atentados a las sede de Porvenir en julio del 2019.
De acuerdo con el fiscal, en las asambleas del Eln también fue vista alias ‘Cristina’, quien presuntamente habría participado en el atentado que ocurrió en el Centro Comercial Andino, al norte de Bogotá junto con alias ‘Jesús’ y alias ‘Andrea’.
Ahora bien, según el funcionario, el Eln empezó a planear atentados de mayor envergadura para “urbanizar el conflicto” y de allí, que se realizaran atentados como el de Andino, en el que murieron tres mujeres, el de la Macarena, en el que murió un Policía y el de la Escuela de Cadetes, en el que murieron 22 personas.
Incluso, gracias a documentos, se conoció que en 2006, alias 'Pablito', un alto mando del Eln, ofreció a Jose Aldemar Rojas, alias 'el mocho Kico', para que realizara un acto suicida en un atentado contra el entonces presidente Álvaro Uribe Velez. Sin embargo, el mismo no se realizó.
El paso a paso del atentado en la Escuela de Cadetes
El inicio de este último se sitúa en Zipaquirá. En horas de la madruga del 17 de enero del 2019, Carlos Arturo Marín, uno de los imputados, salió rumbo a la residencia de Oviedo, ubicada en el mismo municipio y se dirigen a Bogotá.
Se ubicaron en un punto de la Avenida Caracas, al que llegaron después de un poco más de 40 minutos. A las 7 de la mañana se comunican del celular de Marín con Angie Lorena Solano y luego, dicho vehículo que presuntamente sería una moto, se ubicó a las 9:48 de la mañana en la Escuela de Cadetes, donde minutos después sucedió el atentado.
De acuerdo con la Fiscalía, Marín volvió en transporte público a Zipaquirá porque su recorrido le tomó más de dos horas. Es decir, volvió en un medio de transporte diferente al que usó para llegar a Bogotá.
El funcionario aseguró que Angie Lorena Solano utilizó de nuevo su celular solo hasta las 11:58 de la mañana, luego de que ya había ocurrido el atentando, y lo hizo desde Kennedy, en Bogotá, cerca del lugar donde fue encontrada una de las motos hurtadas que guió al carro bomba hasta la Escuela de Cadetes.
Sobre la participación de Miguel Castillo, la Fiscalía afirmó que hace parte de una estructura de financiación del Eln y posee una empresa de lácteos. Explicó el funcionario que el carro bomba, antes de dirigirse a la Escuela de Cadetes, llegó a la ‘Quesera Los Andes’, propiedad de Castillo y allí se encontraba Jessica Katherine Barrientos, conocida como ‘la gorda’.
Presuntamente Barrientos era la encargada de cobrar los impuestos del Eln de las personas que entraban contrabando por las trochas de algunas regiones del país.
Además mantiene comunicaciones que resultan sospechosas para el ente investigador, con alias ‘Junior’ quien pagó una condena por hacer parte de la estructura del Eln. Además, se estableció que la mujer se trasladó a Saravena, Arauca, (lugar de donde fue traído el carro bomba), el día siguiente del atentado.
Por lo anterior, para la Fiscalía se puede inferir que hubo una estructura financiera detrás del atentado terrorista en la que participó Barrietos y Castillo, pero además otros implicados como Wilson Arévalo Hernández y el señor Álvaro José Mateus.
Asimismo, afirmó el delegado del ente acusador, Oviedo, Solano y Marín participaron en diferentes momento del atentado.
El juzgado, después de escuchar a todas las partes, aplazó la diligencia de solicitud de medida de aseguramiento para el próximo míercoles 8 de julio.
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