La historia del delito en el museo de la Fiscalía

Tres de los computadores incautados a las Farc en la operación Sodoma –pertenecientes a Víctor Julio Suárez Rojas, alias Mono Jojoy–, las necropsias que les hicieron a narcos como Gonzalo Rodríguez Gacha y Pablo Escobar, documentos del sonado proceso 8.000 y el celular del cuestionado exsenador Otto Bula son ahora piezas del museo que fue inaugurado por la Fiscalía en el marco de la conmemoración de sus 25 años.

En sus cuatro salas se exhiben elementos que marcaron la historia judicial del país y fueron usados en juicios contra narcotraficantes, paramilitares y en sonados casos de corrupción.

En una de las salas están exhibidas piezas del famoso proceso 8.000 y la infiltración de dineros del narcotráfico del cartel de Cali en la campaña presidencial de Ernesto Samper. Allí aparece parte del expediente contra el excongresista Eduardo Mestre, condenado a 84 meses de cárcel por haber recibido 13 cheques de empresas fachadas del cartel liderado por los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, entre 1993 y 1994, para financiar su campaña al Congreso.

También hay un lujoso maletín que era del contador del cartel de Cali Guillermo Pallomari y los cheques originales con los que la mafia compró a políticos y otros sectores.

En el museo –que estará abierto desde el próximo lunes– se encuentra un laboratorio para el procesamiento de cocaína y un semisumergible artesanal, de los usados por los narcotraficantes para mover alijos de droga a Centroamérica.

Además está la moto acuática utilizada por Pablo Emilio Escobar Gaviria, el reconocido capo del cartel de Medellín en su hacienda.

En la sala de la insurgencia armada, los visitantes podrán escuchar las interceptaciones telefónicas realizadas por las autoridades a algunos de los jefes de las guerrillas.

Igualmente exhibe los documentos que contienen los correos encontrados en los computadores hallados en el campamento donde murió el jefe de las Farc ‘Raúl Reyes’, en un operativo cerca de la frontera con Ecuador, en el año 2008.

En esa sala también se muestra el sistema de contabilidad que tenían las Farc, llamado Contabilín, el cual fue descubierto después de la incautación de dispositivos electrónicos en la operación Sodoma, en la cual murió ‘Jorge Briceño, jefe militar de la guerrilla e integrante del secretariado.

En el museo de la Fiscalía, cuyo en principio será gratuito, se pueden observar las necropsicas realizadas por Medicina Legal al excandidato presidencial Luis Carlos Galán Sarmiento y el exministro Rodrigo Lara Bonilla, quienes fueron asesinados en la época más dura de la violencia del narcotráfico en el país.

En la sala número 4, dedicada a los fenómenos del paramilitarismo y la corrupción, los visitantes pueden ver, entre otras cosas, imágenes que recuerdan la masacre de Chengue y el carro en el que se movilizaba la comisión de 12 funcionarios judiciales asesinados en la masacre de La Rochela, en enero de 1989, en una alianza entre militares del Magdalena Medio y paramilitares.

Camila Garzón Largo

JUSTICIA