Repudio por asesinato de dos comunicadores en Cauca y Valle

Los móviles del asesinato de Valentín Rúa Tezada, locutor de la emisora comunitaria Salvajina Estéreo, en Suárez, Cauca, son hoy una incertidumbre para sus familiares y autoridades.

En los corrillos solo hay rumores, que van desde algún comentario que soltó al aire hasta un inconveniente personal. Desde hace 15 años, su programa era más un espacio para la música y la rumba, en un territorio donde se mueve la minería ilegal y se han registrado amenazas y hechos violentos contra líderes locales.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), con sede en Miami, exigió a las autoridades que se investigue de forma “rápida y transparente” la muerte de Rúa, así como la del director del periódico tulueño o, Jairo Calderón. Ambos hechos ocurrieron el pasado miércoles por la noche.

La Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) repudió el asesinato de Rúa y en su cuenta de Twitter pidió avanzar con las investigaciones. “Nuestra área encargada ya se encuentra documentando el caso para verificar si este crimen está relacionado con su trabajo periodístico”, dice la Flip.

Rúa, de 35 años, estaba en la noche en su casa cuando recibió una llamada. “Testigos sostienen que era alguien conocido porque al encontrarse se saludaron efusivamente, luego se desplazó hacia el barrio Los Almendros, después fue ultimado”, dijo Jhon González, inspector de Policía. “Por el momento no se tiene información sobre denuncias que él haya interpuesto sobre amenazas”, agregó.

Harold Ambuila, director de la emisora, dijo que Rúa era locutor y que nunca realizó trabajos periodísticos que pusieran en riesgo su vida. “Sus intervenciones no eran otra cosa que el clamor de las comunidades por encontrar soluciones a sus problemáticas”, afirmó.

No obstante, a las autoridades les llama la atención publicaciones en redes sociales donde aparece rodeado de mujeres. Ambuila reconoce que a Rúa le gustaba la rumba y andar con peladas, pero nunca sería capaz de hacer algo malo.

Solo unos minutos después de una cita para alquilar una motocicleta, a Jairo Calderón Plazas, de 29 años y director del periódico comercial o de Tuluá, Valle, le causaron la muerte a bala, un hecho que causó rechazo en el municipio. Este publicista de profesión no tenía amenazas. Carlos Octavio Quitián, secretario de Gobierno de Tuluá, dijo que se investiga si se trató de un asunto personal. Calderón habría adquirido una motocicleta en calidad de préstamo y, al parecer, una vez firmó el documento ocurrió el ataque.

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