Fueron capturados dos oficiales de la Policía vinculados a la muerte del joven Santiago Andrés Murillo Meneses, quien murió la noche del primero de mayo en medio de las protestas que realizaron grupos de manifestantes en la carrera Quinta con calle 60, en Ibagué, Tolima.
El estudiante recibió un disparo de arma de fuego en el tórax y al caer al piso fue llevado en moto a urgencias de la clínica Nuestra del barrio Varsovia, donde fue atendido pero lamentablemente falleció las 10:20 debido a la gravedad de la herida.
Testigos responsabilizan de este caso a un patrullero de la Policía Metropolitana de Ibagué que "accionó su arma" y la investigación del caso fue asumida en su parte penal por la Fiscalía y disciplinariamente por la Inspección General de la Policía.
El inspector de la Policía, general Jorge Luis Ramírez, dijo que los dos oficiales quedaron suspendidos de sus funciones y puestos a disposición de las autoridades correspondientes.
Añadió que se han abierto ya 62 investigaciones disciplinarias por actos irregulares de uniformados durante las marchas y que de ellas fueron entregadas 10 a la Procuraduría y han suspendido cinco uniformados.
La Unidad istrativa Especial de la Justicia Penal Militar y Policial señaló que una vez tuvo conocimiento de los hechos "un Juzgado de Instrucción Penal Militar y Policial inició indagación preliminar, y luego sumario, radicado bajo No. 650".
Añadió que en desarrollo de la investigación, "se allegó material probatorio y evidencia física que dio lugar a vincular a dos oficiales de la Policía Nacional por el presunto delito de homicidio".
El abogado Miguel Angel Del Río Malo, que representa a la familia de la víctima, señaló que pedirán que el caso pase de la justicia penal militar a la ordinaria.
Añadió que los hechos deben ser competencia de la justicia ordinaria y que no sienten que tengan garantías en la penal militar.
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