Dos colombianos que están en la mira de las autoridades de
España por uno de los escándalos de corrupción más grandes de ese país, bautizado caso Lezo, serán acusados formalmente por su presunta
responsabilidad en el pago de multimillonarios sobornos en la ejecución de obras que se desarrollaron en Colombia y territorio español.
Se trata de Diego García Arias y Ramón Navarro Pereira, vinculados a las firmas Inassa y Triple A –esta última de Barranquilla–, a quienes se señala de haber ayudado a triangular al menos 6 millones de dólares que la empresa pública madrileña de acueducto Canal de Isabel II habría movido para quedarse con la brasileña Emissão.
La transacción total se avaluó en 31 millones de dólares, pero las investigaciones adelantadas por las autoridades de España, con colaboración de las de Colombia, dan cuenta de que al menos el 19 por ciento de ese dinero, los 6 millones, habría regresado de forma irregular a los bolsillos de los directivos de Canal de Isabel II a través de cuentas ocultas en Suiza y Panamá.
El retorno de esos recursos se habría facilitado a través de Inassa, filial en Colombia de la firma madrileña, en operaciones irregulares que se realizaron durante el año 2013. Dice la justicia española que los sobornos fueron coordinados por García Arias, a través de una figura que habría facilitado “inflar el precio de la venta mercantil”.
En efecto, la fiscal anticorrupción española, Ana Cuenca, encontró pruebas suficientes para acusar a los colombianos de los delitos de malversación de caudales públicos y cohecho. Y, de acuerdo con el diario El País de España, estos ilícitos también se le imputarán al brasileño Sebastião Cristovam (de Emissão), al expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González (Partido Popular), al político español Luis Vicente Moro y al empresario español Edmundo Rodríguez.
A este último se le encontró en 2016 una caja fuerte oculta en un lujoso apartamento de Barranquilla, en la cual, entre otras cosas, tenía 260.000 euros escondidos supuestamente provenientes de toda la operación de sobornos que se montó desde Madrid.
Testigo clave
En todo este caso, las declaraciones de García Arias han sido determinantes, pues ha dado varias pistas sobre cómo se movieron parte de los millonarios sobornos.
En efecto, García dio detalles de la repartija de la comisión ilegal de 6 millones de dólares por lo que ahora lo acusa la Fiscalía española. Uno clave es que dijo que él mismo le entregó a Moro –mano derecha de González– un monto cercano a los 460.000 dólares como parte de lo que debería recibir en coimas.
El colombiano aseguró que supuestamente el español los ingresó en una cuenta del banco BHD, entidad que le expidió una tarjeta para que pudiera tener a los fondos a través de disposiciones en efectivo en cajeros automáticos de España. Y añadió que el hombre en Colombia de Inassa, Edmundo Rodríguez, fue quien gestionó otra parte del soborno que llegaría a los bolsillos de González. Para ello, tenía su firma autorizada en una cuenta de un banco dominicano, al que le pidió habilitar una tarjeta débito para hacer retiros en España.
Por otra parte, cabe recordar que, de acuerdo con archivos judiciales, el colombiano Navarro Pareira está detenido bajo la figura de prisión domiciliaria en Colombia, luego de que aceptara su responsabilidad en otra investigación que lo relaciona con el posible desvío de 237.000 millones de pesos de una supuesta asesoría técnica que Inassa le ofrecía a Triple A.
UNIDAD INVESTIGATIVA