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Patrullero reconoce que a Javier Ordóñez le pegaron en el CAI
El policía habló en juicio de la Procuraduría. Amigo de la víctima narró cómo golpearon a Ordóñez.
Este miércoles, durante una audiencia virtual, los patrulleros de la Policía Harby Damián Rodríguez Díaz y Juan Camilo Lloreda Cubillos, hablaron durante la cuarta sesión del juicio disciplinario por abuso de autoridad y el homicidio que se les sigue por la muerte del estudiante de derecho Javier Humberto Ordóñez.
Al comienzo de la diligencia el patrullero Lloreda Cubillos leyó un escrito en el que solicitó la nulidad de todo lo actuado, así como de las pruebas recolectadas hasta el momento.
Argumentó que en el proceso se ha violado su derecho a la defensa pues por "estar privado de la libertad y sin internet ni teléfono no he podido conseguir abogado de confianza", expresó, y añadió: "ni siquiera se me ha asignado abogado de oficio". También dijo que hubo irregularidades en la notificación del auto de investigación, entre otras cosas.
Sin embargo, el procurador delegado para la Fuerza Pública Herman Rincón, quien lleva el proceso, negó la solicitud de nulidad. Dijo, además, que es falso que no se le haya dado un abogado de oficio, pues de hecho en la primera audiencia (el jueves primero de octubre) él renunció al abogado asignado.
Incluso, este mismo miércoles, Lloreda revocó el poder que tenía otro abogado para representarlo, y asumió su propia defensa.
Posteriormente, el abogado Jorge Páramo, defensor del patrullero Rodríguez, solicitó hacer unas preguntas a Lloreda, a lo cual este se negó.
Por su lado el patrullero Rodríguez sí aceptó responder a las preguntas que pidió hacerle su abogado. Lo primero que dijo es que tiene 30 años, y por 11 años ha estado en la Policía.
Sobre qué pasó antes de la captura de Javier Ordóñez, el uniformado contó que estaba con su compañero Juan Camilo LLoreda en la avenida Cali con 26, en Bogotá, cuando recibieron información sobre una riña, y se dirigieron al lugar, en donde un grupo de personas estaba peleando, entre ellos había personas identificadas como hinchas de Millonarios "que al parecer habían tenido problemas con Javier y sus acompañantes".
Rodríguez continuó diciendo que le pidieron a las personas disiparse, luego "llegamos a la 77 a con 53 y nos acercamos a Javier y Wilder y les dijimos que se retiraran para sus casas y evitaran problemas, y ellos empiezan a insultarnos, que nos fuéramos de ahí hijueputas, sapos, ladrones, tombos, que eso era problema de ellos", contó.
Añadió que esperaron con Lloreda a ver si Ordóñez y sus acompañantes efectivamente se entraban para sus casas y, cuando iban a arrancar en la motocicleta, "Javier se viene de frente a la motocicleta, se lanza de frente, y golpea a mi compañero Juan Camilo Lloreda en varias oportunidades en el rostro, casco y cabeza".
Ante la situación, Rodríguez dijo que se hizo detrás de Ordóñez para atajarlo, pero que luego Wilder (Salazar) y Juan David, quienes estaban con el estudiante de derecho, se fueron hacia él, por lo que, como disuasión, hizo un disparo al suelo, entre tanto, Ordóñez seguía golpeando a Lloreda y aunque este último sacó su táser, no logró contener a Ordóñez.
"El compañero le hace el segundo impacto del táser en la espalda, yo logro cogerlo de un brazo para poder reducirlo. Cuando logramos reducirlo nos caemos al suelo los tres, mi radio se suelta y lo único que puedo llegar a hacer es poner mi cuerpo para poder sostenerle sus manos mientras mi compañero le dice que coloque las manos atrás, para poderlo esposar. Yo logro esposarlo solo de una mano pero él era un señor muy grande, con muchísima fuerza", narró Rodríguez.
Contó que aunque no vio cuántas veces LLoreda accionó el táser contra Ordóñez, escuchó el sonido "aproximadamente 3 o 4 veces", pero dijo que eso era para neutralizarlo porque él tenía mucha fuerza, y era un hombre de más o menos 1,85 metros de estatura.
Lugo de esto, explicó, llegó otro uniformado a apoyarlos para terminar de esposar a Ordóñez y subirlo en la patrulla en la que lo llevaron al CAI. Continuó diciendo que él no se devolvió al CAI en esa patrulla, en la que también llevaron a Wilder Salazar, sino que llegó unos minutos después que Ordóñez.
Al llegar al CAI, dijo Rodríguez, fue a lavarse las manos y vio que “el compañero Juan Camilo Lloreda lo está golpeando con sus pies aproximadamente 4 veces en el estómago y las costillas”.
El compañero Juan Camilo Lloreda lo está golpeando con sus pies aproximadamente 4 veces en el estómago y las costillas
Ante eso, describió Rodríguez, le pidió a Lloreda que no le pegara más a Ordóñez, pero luego, expresó, salió del CAI junto con otro policía para volver al lugar de los hechos a recolectar más información y datos de personas. Dentro del CAI solo quedó Lloreda, contó.
Al volver al CAI notó que Ordóñez, quien estaba de espaldas, "se está corriendo a la parte de atrás, pensamos que se estaba golpeando". Sin embargo, luego notaron que la respiración del estudiante de derecho era débil y llamaron a un vehículo para transportarlo a un centro médico.
"Se le sueltan las esposas, lo levanto de los brazos y lo vamos sacando con Wilder y Juan David (quien había llegado al CAI) a la parte de afuera, lo suben al carro. Posterior el vehículo arranca con ellos tres en el vehículo, arranca para la clínica Santa María del Lago; y con Juan Camilo (Lloreda) nos vamos a la clínica detrás del vehículo".
Terminó diciendo que al llegar allí "nos tocó cogerlo de un brazo y los pies hasta la entrada principal de reanimación, y yo ingreso con Javier y los enfermeros hasta reanimación. Juan David comienza a insultarme, a decirme que me iba a matar", dijo.
Luego, contó, se enteró del deceso de Ordóñez.
Testimonio de amigo de Javier Ordóñez los contradice
Exequias Javier Ordóñez Foto:César Melgarejo / EL TIEMPO.
Este miércoles también fue escuchado en la audiencia Wilder Salazar, uno de los amigos con los que estaba Ordóñez el día de los hechos. Salazar narró que conoce a Ordóñez hace 10 años, pues viven en el mismo conjunto, y que él era su mejor amigo. Añadió que ese día se encontró con Javier y otro amigo, se querían tomar unos tragos y compraron una botella de Whiskey y se quedaron un rato en un parque.
Luego, fueron al apartamento de Javier y allí quisieron tomar más, así que salieron a comprar más licor, de regreso de la tienda y cuando estaban justo llegando al conjunto de Ordóñez se encontraron con LLoreda y Rodríguez, quienes, según contó, le dijeron: "De esta sí no se salva” a lo que Ordóñez respondió: "Ponga el comparendo", y uno de los policías respondió: "No, comparendo no va a haber".
Después de esto, contó Salazar, Lloreda hizo la primera descarga eléctrica del táser. "Javier cae al piso, trata de llegar al parqueadero, luego Damián (Rodríguez) se baja, entre los dos le rasgan la camisa y empiezan a darle más descargas", contó.
Empezó a grabar lo ocurrido, "mi amigo Juan David y yo les decimos que él ya estaba inmovilizado, pero el patrullero Lloreda le sigue dando descargas en la piel, y el patrullero Damián le pone la rodilla en el cuello y con un objeto contundente le pega en la cabeza".
En todo momento, explicó, Ordóñez rogaba que no lo lastimaran más, "pero los patrulleros nunca se detuvieron. Eso duró entre 6 y 7 minutos, poco tiempo después bajan muchos vecinos y todos decían que no lo lastimaran más, que no lo agredieran más. No eran descargas de 1 ni 2 segundos, eran de 6 y 7 segundos, muy largas", contó, y añadió que los patrulleros le pegaron a Ordóñez en el rostro, el estómago y la espalda y que Lloreda le puso la pistola táser en la cintura a Ordóñez, "que es donde quedan los riñones, mientras los vecinos gritaban que no lo agredieran más".
Siguió diciendo que después llegaron varias patrullas de policía, y un policía más se puso encima de Javier. Dijo que en un punto el patrullero Rodríguez vio que los estaban filmando y le exigió a Salazar que dejara de hacerlo y le entregara el celular, lo cual este no hizo.
Después lo esposaron a él y a Ordóñez, que ya estaba en el piso golpeado, lo levantaron y fueron caminando con varios policías. Contó que al llegar al vehículo en el que los trasladaron al CAI "a Javier lo empujan y cae de frente contra el piso (del carro), le pegan en varias veces en la cara y la espalda" y luego, como sus pies quedaban por fuera del vehículo y no podían cerrar la puerta, "le doblan las piernas, se las meten debajo de una silla y se las amarran".
Explicó que cuando llegaron al CAI, él quedó mirando a la ventaba pero notó que a la entrada los policías nuevamente le pegaron a Ordóñez, quien cae el piso, "Rodríguez y Lloreda lo insultan, le pegan un puño en la cara y en la espalda".
En el juicio disciplinario contra dos patrulleros de Policía por abuso de autoridad y el homicidio de Javier Ordóñez se mostraron videos dentro del CAI de Villa Luz, cuando los policías ingresaron a Ordóñez y a Wilder Salazar, amigo con quien estaba ese 9 de septiembre. pic.twitter.com/dYEa6EGZMw
Continuó: "En el CAI eso fue una pesadilla, los policías lo insultaban, lo lastimaron mucho, con un palo de madera de color café de unos 50 centímetros le pegaron varias veces. Yo les dije que por favor no lo lastimaran más y él también decía 'ya no más'".
Contó que Javier ya estaba muy malherido, y que él (Salazar) les pidió a los policías muchas veces que lo llevaran a un hospital pero eso no sucedió y que, además, todo el tiempo los dos patrulleros le dijeron que se callara: "usted no tiene derecho a nada, ni a una llamada, me decían que tenían todos mis datos y me podían ubicar".
Incluso, explicó que dentro del CAI el patrullero Rodríguez le quitó sus documentos y su celular.
En el CAI eso fue una pesadilla, los policías lo insultaban, lo lastimaron mucho, con un palo de madera de color café de unos 50 centímetros le pegaron varias veces
Dijo que al CAI llegaron varios policías, no solo estaban Rodríguez y Lloreda, y que a todos les rogó que llevaran a su amigo a un hospital, lo cual no sucedió.
En un momento, recordó, llegó al CAI su amigo Juan David, quien logró entrar tras empujar la puerta y vio a Ordóñez en el piso, se acercó a él y le puso la mano en la nariz y notó que no estaba respirando.
"Después de mucho rogar me soltaron las esposas y pudimos sentar a Javier, que tenía la cara y el cuello morado, morados en todo el cuerpo, estaba pálido y frío. Cuando le cojo la cabeza y se la levanto, se le desgonza, en ese momento yo no lo sabía pero él ya había muerto", recordó.
Luego, expresó, empezaron a gritarle a los policías que por favor llamaran una ambulancia, lo que nunca pasó, por lo que con su amigo Juan David sacaron a Ordóñez del CAI, lo montaron a una patrulla Renault Duster que había afuera, y le dijeron al patrullero que los llevara a una clínica. A la Santa María del Lago llegaron en unos cinco minutos, contó.
"Llegamos y empecé a pedir una camilla o lo que sea porque había una persona muy herida, en una silla de ruedas lo sentamos, él ya no respiraba, estaba pálido, tenía quemaduras por todo lado", contó sobre cómo lo entraron al hospital.
Momentos después, explicó, una enfermera se acercó a él y le dijo: "Lo siento mucho, no se pudo hacer nada porque su amigo ya llegó muerto".
Se escuchó a otros dos patrulleros
Sobre las 2 de la tarde de este miércoles, en la audiencia se escuchó también el testimonio del patrullero Daniel Leonardo Sánchez Díaz, que fue uno de los uniformados que llegó a donde Ordóñez fue reducido, cerca de su casa, como apoyo a Lloreda y Rodríguez.
Sánchez contó que la noche de los hechos estaba, junto con otro compañero, imponiendo unos comparendos en Normandía pero que desde "la central manifestaron que unos carreteros tenían una riña con unos policías, y pidieron a los cuadrantes próximos llegar allí".
Como estaban cerca, se dirigieron a la zona, pero ya había llegado otra patrulla, contó. Además, dijo que cuando llegaron Ordóñez ya estaba inmovilizado y esposado. "Observo que el amigo de Javier Ordóñez (Wilder Salazar) está un poco alterado, me le acerco y le digo que se calme, y que se deje esposar, a lo que amablemente accedió, y lo llevó a la (carro de policía)", explicó.
Dijo que Javier Ordóñez también caminó al vehículo, lo subieron y luego salieron para el CAI, que queda a tres cuadras de donde se encontraban. Añadió que en el CAI él bajó a Salazar y lo ingresó al CAI y luego salió y se retiró nuevamente a Normandía, que era su cuadrante, ya que él no había parte del CAI de Villa Luz.
También se escuchó al policía Aníbal Hernández Ramírez, quien acompañaba a Sánchez ese día. Hernández refirió igualmente que esa noche desde central informaron de una riña con unos carreteros y les pidieron apoyo.
Contó que cuando llegaron ya Ordóñez estaba inmovilizado, que luego lo subieron a él y a Salazar al vehículo y partieron hacia el CAI de Villa Luz, en donde, dijo, él estuvo unos 6 minutos antes de salir para volver a su cuadrante en Normandía.
Ya hacia el final de la audiencia el abogado Jorge Páramo, defensor de Harby Damián Rodríguez, solicitó decretar nuevos testimonios con base en lo dicho este miércoles por su defendido, pero el procurador del caso los negó por considerar que ya había pasado la oportunidad procesal para pedir pruebas.
La diligencia terminó a las 3:24 de la tarde de este miércoles. El juicio contra los dos patrulleros continuará este jueves, desde las 8:30 a. m.