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Violencia contra la prensa en Colombia: van 69 agresiones a periodistas en 2023
La Flip ha documentado casos en 17 de los 32 departamentos.
Los departamentos más afectados son: Nariño, Antioquia, Valle del Cauca, Bogotá y Boyacá. Foto: Óscar Berrocal. Archivo EL TIEMPO
A menos de un mes para las elecciones regionales, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) llamó la atención por la violencia contra la prensa que este año no ha parado, e indicó que entre enero y el 29 de septiembre se habían registrado 69 agresiones contra más de 80 periodistas.
De acuerdo con el balance de la Flip, las agresiones se presentaron en 17 de los 32 departamentos de Colombia, y detrás de las mismas estarían grupos ilegales como el ‘clan del Golfo’, el Eln y distintas disidencias de las Farc.
'Modus operandi'
WhatsApp Web se lanzó por primera vez en enero de 2015 como una extensión web de la aplicación móvil de WhatsApp. Foto:iStock
Las agresiones contra la prensa este año se han manifestado en intimidaciones “con el propósito de controlar la información que se publica en los medios de comunicación local”, señala la Flip, que documentó que los grupos armados envían mensajes amenazantes a través de WhatsApp o los hacen llegar con personas que hacen las veces de mensajeros.
Otra forma de amenaza fue abordarlos en la calle a ellos o a sus familias; en otras oportunidades, los citan a reuniones para indicarles qué temas pueden o no pueden cubrir, e incluso ingresan a las sedes de los medios.
“Atacan a directores, editores, reporteros y locutores, sobre todo si están cubriendo temas relacionados con las acciones delincuenciales de estos grupos en el territorio; es decir, seguridad, orden público, hechos judiciales y políticos (como campañas electorales)”, sostuvo la Fundación.
Así mismo, se señaló que los medios digitales y radiales son los que están recibiendo más ataques.
¿Qué hay detrás de las amenazas?
Disidentes del autodenominado Estado Mayor Central reunidos en Sabanas del Yarí, en Caquetá. Foto: 16/04/2023 Foto:Ernesto Guzmán. EFE
Según el análisis de la Fundación para la Libertad de Prensa, para los grupos armados ilegales la información que se produce sobre ellos es importante, y mucho más ahora que varios de ellos están buscando pista en negociaciones de paz con el Gobierno.
Por eso, “pretenden hacer visible su presencia territorial y mostrar contundencia en sus acciones, por eso intimidan a los y las periodistas, para quienes cada vez resulta más difícil hacer su labor, sobre todo en las zonas donde el control del territorio se encuentra en disputa”.
La consecuencia de las intimidaciones a la prensa es que hay comunidades que se quedan sin determinada información, ya que, producto de las presiones, algunos medios locales han tenido que cancelar espacios informativos y periodistas han limitado el cubrimiento que hacen sobre ciertos temas.
Limitada respuesta del Estado
La prensa, en su diversidad, es esencial para que la ciudadanía tenga a múltiples fuentes de información así como opiniones e ideas que fortalezcan el contexto democrático: Flip
Frente a lo que ha hecho el Estado, la Flip señaló en algunos casos la presión y amenazas de los grupos ilegales ha sido tan fuerte, y la respuesta del Estado tan limitada que se generó una afectación al colectivo de periodistas, por ejemplo, con las Emisoras de Paz, “cuyos comunicadores en las diferentes partes del país han sufrido, desde julio, presiones y amenazas directas por parte de grupos ilegales”.
En Tuluá, que está viviendo una difícil situación de seguridad, han amenazado al menos a 10 periodistas en los últimos cuatro meses.
“En ambos casos, el miedo ha permeado no solo a los y las periodistas directamente afectados, sino también a aquellos que están cerca y que al hacer un trabajo similar entienden que pueden correr el mismo riesgo”, dice la Flip.
Finalmente, la Fundación recordó que en la alerta temprana electoral que el 22 de agosto emitió la Defensoría del Pueblo se advierte que los periodistas están en riesgo en el marco de las elecciones regionales.
“Con este panorama, la prevención y correcta atención de la violencia contra las y los periodistas, por parte del Estado colombiano, es fundamental para lograr el buen desarrollo del ejercicio electoral. La prensa, en su diversidad, es esencial para que la ciudadanía tenga a múltiples fuentes de información, así como opiniones e ideas que fortalezcan el contexto democrático”, concluyó el organismo.