Como si se tratara de viaje a las estrellas, La Nave enciende sus propulsores para recorrer las nueve subregiones de Antioquia, en donde ha logrado integrar a su tripulación a unos 270 jóvenes talentosos.
Todos ellos tuvieron a formación, a través de conversatorios y espacios de relacionamiento presencial, con istas invitados de amplia trayectoria en la industria musical, incluyendo representantes de compañías discográficas líderes como Sony Music, Universal Music y Virgin Music, entre otras, para ayudarlos a conquistar sus sueños con su música.
Bajo el liderazgo de Elkin de la Hoz, más conocido como Dímelo King, La Nave, un estudio de grabación rodante que promueve artistas emergentes para acercarlos a la industria musical mundial, está abierta a todos los géneros musicales, de ahí que en sus recorridos suene a mar, a montaña, a café, a ríos, a historias.
Surgió como una iniciativa de la Gobernación de Antioquia, a través del Instituto de Cultura y Patrimonio, con el propósito de democratizar el a herramientas de producción musical en los territorios del departamento.
“Esta propuesta busca ofrecer a los jóvenes de los municipios oportunidades reales y dignas para desarrollar su talento artístico”, explicaron voceros de La Nave.
El mayor valor agregado de este estudio rodante radica en su ecosistema de aliados como Universal Music Publishing Group, Dinastía INC, Sony Music Publishing, Virgin MusicGroup, Billboard y Gaia (disquera de Carlos Vives), entre otras compañías y profesionales de la industria que acompañan el proceso. Esta articulación también facilita la conexión con actores clave del sector, generando oportunidades de visibilidad, colaboración y proyección profesional.
Como resultado, ya se han grabado más de 1.000 canciones en 20 municipios. Entre los casos de éxito de La Nave destacan artistas como Yed, de Marinilla, quien hizo parte del concierto de Maluma en Medellín.
Según sus voceros, “la fuerza de este proyecto está en la diversidad: en los géneros que conviven, en las historias que se narran y en las raíces culturales que se expresan sin perder autenticidad. Por eso, La Nave es, en sí misma, una mezcla poderosa de sonidos que hablan del territorio”.