Durante los primeros 28 días de vida de un bebé, la atención y el cuidado pueden marcar una diferencia significativa en su salud física, emocional y cognitiva. De hecho, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y su Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP) han lanzado la iniciativa '28 días, tiempo para cuidar y amar', con el propósito de concienciar sobre la importancia del cuidado de los recién nacidos y proporcionar a los padres información relevante. El aumento del conocimiento, las habilidades y la autoconfianza de las madres y sus familias son los pilares fundamentales de esta campaña.
De acuerdo con la Dra. Sandra Navarro, neonatóloga y asesora de Compensar, desde hace varios años, el Ministerio de Salud y Protección Social ha venido fortaleciendo los lineamientos para la implementación de una ruta materno-perinatal que permita brindar atención integral a la mujer desde el periodo preconcepcional hasta el cuidado del recién nacido, abarcando el control prenatal y la atención del parto.
En este contexto, las EPS vienen desarrollando programas que permitan acompañar a las mujeres en esta importante etapa desde la prevención y la gestión de riesgo. “Así por ejemplo, el programa ‘Binomio Madre e Hijo’ de Compensar, desarrolla diferentes estrategias para contribuir con este objetivo. Se trata de proteger a esta población vulnerable y reducir las posibilidades de secuelas que puedan afectar la calidad de vida del recién o de la madre”, afirma la Dra. Navarro.
Más allá de un vínculo
En línea con lo anterior, es de vital importancia contar con información y herramientas para que el núcleo familiar alrededor del bebé pueda desarrollar las habilidades necesarias para tomar decisiones oportunas. Es así como desde el programa de atención domiciliaria del Plan Complementario Especial de Compensar se hace acompañamiento en aspectos clave que la Dra. Navarro resume así:
“La investigación ha demostrado que la lactancia materna ofrece ventajas significativas para la madre al disminuir el riesgo de hemorragias posparto, cáncer de seno, cáncer de ovario, depresión posparto y facilitar la recuperación del útero a su forma previa al embarazo. En cuanto al recién nacido, proporciona nutrientes esenciales y reduce el riesgo de infecciones, alergias, problemas gastrointestinales, deshidratación, desnutrición y alteraciones metabólicas”, dice la Dra. Navarro.
La especialista también enfatiza que, aunque existen diversas posiciones para amamantar, lo fundamental es que tanto la madre como el recién nacido se sientan cómodos. Mantener una postura que apoye la espalda de la madre y permitir que el bebé se acerque al seno materno son aspectos cruciales para una lactancia exitosa. Asimismo, se promueve la "ley de la oferta y la demanda", donde cuanto más succione el bebé, más leche materna producirá la madre.
Además de la importancia de la lactancia materna, subraya la relevancia de la puericultura, que abarca las prácticas relacionadas con la salud infantil. Durante los primeros 28 días de vida del recién nacido, los padres deben reconocer la importancia del cuidado y la higiene general del bebé. Esto incluye aspectos como los baños, la higiene nasal, el corte de uñas, la limpieza del muñón umbilical, la hidratación de la piel y la identificación de signos de alarma que indiquen la necesidad de consultar a un profesional de la salud.
En cuanto a los baños de luz, exponer al recién nacido a la luz solar indirecta durante 30 a 60 minutos al día, ayudan a estimular la producción de vitamina D y reducir el riesgo de raquitismo y problemas en la formación ósea del bebé. Es importante aclarar que, aunque los baños de luz están indicados para la mayoría de la población, se deben considerar algunas especificaciones para los recién nacidos prematuros.
A esto se suma la estimulación a través de juegos y rutinas. La estimulación del recién nacido comienza con el o directo con sus padres, quienes interactúan con él a través de los sentidos. Esto incluye hablarle al bebé, exponerlo a sonidos ambiente, ajustar la luz, cambiar su posición, reproducir música o leerle, entre otras actividades. A medida que el bebé crece, se incorporan diferentes tipos de estimulación según sus etapas de desarrollo.
"Cuando el bebé adquiere habilidades motoras como agarrar objetos o sentarse, comienzan a ser más receptivos a ciertos juegos. En el período neonatal, la estimulación se centra en activar los sentidos del bebé (...) Por lo tanto, mi recomendación es que los padres se involucren en un proceso de control prenatal, asistan a cursos de preparación para la paternidad y maternidad, busquen orientación sobre la lactancia materna y, posteriormente, continúen con el seguimiento pediátrico y enfermería", concluye la doctora Sandra Navarro, neonatóloga y asesora de Compensar.