La Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), del Dane, asegura que del total de alumnos escolarizados en 2018, la matrícula urbana representó el 76,3 por ciento, mientras que la rural apenas alcanzaba el 23,7 por ciento. La brecha es enorme, la deserción escolar aumenta en secundaria y en educación superior donde el porcentaje de matrícula es ínfimo, especialmente porque en la ruralidad apenas existen programas técnicos, tecnológicos y de pregrado.
Ante el reto, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Educación (MEN), afirma que trabaja en acciones específicas que buscan garantizar que niños y adolescentes del país logren desarrollar plenas capacidades en el marco de un sistema educativo que contribuya a cerrar brechas y generar más equidad entre las áreas urbano-rurales, como está suscrito en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad.
El MEN asegura que son varias las estrategias que se llevan a cabo en coordinación con las entidades territoriales, con el objeto de que los establecimientos educativos estatales cuenten con la capacidad instalada que permita la implementación de las estrategias que mejoren la cobertura y la calidad en la educación.
Infraestructura educativa rural
Para el cuatrienio, en infraestructura educativa rural el Gobierno tiene proyectada la construcción de 7.065 aulas funcionales y la finalización de 5.606 que ya están en curso. Además, hará uso del mecanismo de ‘Obras por impuestos’, liderado por la Alta Consejería para el Postconflicto y la Agencia para la Renovación del Territorio (ART), bajo el cual los empresarios pagan parte de sus obligaciones tributarias mediante la inversión de recursos en proyectos que benefician a 6,5 millones de colombianos en más de 170 municipios priorizados en todo el país.
También se impulsará el uso de las nuevas tecnologías que no solo permiten una mayor cobertura sino la implementación de nuevas metodologías que incentivan a los estudiantes y que han dado buenos resultados.
El MEN asegura que son varias las estrategias que se llevan a cabo en coordinación con las entidades territoriales, con el objeto de que los establecimientos educativos estatales cuenten con la capacidad instalada que permita la implementación de las estrategias que mejoren la cobertura y la calidad.
“La educación rural es un asunto crítico de la agenda de inversión social del país. Sumamos esfuerzos colectivos en diferentes zonas del país con el fin de contribuir en la reducción de las brechas y en garantizar el derecho a la educación para los niños niñas y adolescentes que viven en las zonas rurales del país”, afirma Jaime Matute, director ejecutivo de la Asociación de Fundaciones Familiares y Empresariales (AFE).
La entidad, que agrupa a más de setenta organizaciones, apoya programas en educación rural que llevan a cabo sus fundaciones asociadas en todo el territorio nacional. Entre ellas está la Fundación Compartir, que impulsa la calidad en la educación rural en Colombia a través de programas de capacitación a maestros y del premio Compartir que entrega desde hace 20 años.
Y es que sin duda el trabajo encadenado de los sectores públicos y privados dan buenos resultados. Uno de los mejores ejemplos es el programa de Universidad en el Campo que se desarrolla desde hace más de 30 años en el departamento de Caldas y que, de acuerdo con el estudio ‘Ideas para tejer en los territorios’ de la Fundación Empresarios por la Educación, ha logrado avanzar de manera muy positiva en la obtención de trayectorias educativas completas.
Según el estudio, en las zonas rurales del departamento se ha consolidado un modelo que garantiza la presencia de formación universitaria, incluso en lugares de difícil . Con el programa Universidad en el Campo, el departamento alcanzó el 69 por ciento de cobertura en educación superior en las zonas rurales y el 75,5 por ciento de los egresados aspiran a vincularse a la institucionalidad cafetera, lo cual evidencia que dichos programas aportan tanto al arraigo y la permanencia, como a renovar la mirada sobre el campo.
El proyecto de Universidad en el Campo hace parte del macroproyecto de Educación para la Competitividad en el que participan más de 20 empresas de la región como el Comité de Cafeteros, Chec, Confa, Universidad Católica de Manizales y otras instituciones privadas y públicas.