¿Más canosos?

El anuncio entregado por el DANE en el que señala que la esperanza de vida de los colombianos subió́ a 77,6 años y que los nacimientos cayeron un 11 por ciento, prendió́ las alertas y puso a pensar a más de uno en que pronto Colombia y ciudades como Villavicencio se podría convertir en lugares con una creciente población de adultos mayores (con más de 60 años) y que niños y jóvenes brillaran por su ausencia, con las respectivas consecuencias sociales y económicas que ello representa.

El tema no es solo asunto de interés del DANE, LLANO 7 DÍAS conoció los detalles de un estudio realizado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y liderado por el economista llanero Norberto Rojas Delgadillo, Doctor en Ciencias Sociales y Humanas, con maestras en Economía y Teoría y Política Económica, en el que se señala que Colombia cada vez tiene una mayor proporción de personas mayores. El estudio revela que en la actualidad cerca del 13 por ciento de las personas tienen una edad de más de 60 años, es decir más de 6 millones.

"Se proyecta que para el 2050 este grupo representará entre el 24 y el 26 por ciento de la población de referencia y que para el 2060 haya 2,3 veces más adultos mayores que en 2024", dijo el investigador del DNP.

El especialista señaló que esa situación tanto para el país como para Villavicencio trae muchos desafíos sociales para las familias, para los políticos, para los dirigentes, porque cambia la estructura de la oferta de servicios y tiene unos retos importantes que tienen que presentarse. "El envejecimiento de la población plantea retos con la salud, el uso del tiempo libre y las demandas de cuidado de los adultos mayores. Los gobiernos tienen que pensar en políticas para la vejez, para los que ya están viejos y necesitan asistencia”, explicó.

Este nuevo hecho significaría una disminución de la población en edad de trabajar lo que plantea enormes retos para mantener la productividad económicas y financiar las políticas públicas necesarias. Y aunque es cierto que hay que robustecerlas para atender a los que están envejecidos, también es necesario definir acciones y dinámicas que permitan determinar qué oportunidades y qué calidad de vida se le está dando a la sociedad a lo largo de los diferentes ciclos de vida.

Para adelantar con eficacia esas políticas, Rojas Delgadillo dice que es necesario pensar en una serie de interrogantes sobre cómo está envejeciendo la población. ¿Qué pasó con ellos para que hubiera tanto pobres?, ¿Qué ocurrió́ para que haya tantos viejos sin una pensión? o ¿Qué pasó para que están tan enfermos? ¿Porqué no tuvieron a la educación y oportunidades para alimentarse bien, tener una salud preventiva y fomentar el deporte en sus años jóvenes?

"Una sociedad nunca va a tener la suficiente capacidad para atender a los viejos. La sociedad debe empezar a promover políticas de auto envejecimiento saludables, de envejecimiento prospero para que cuando estas generaciones lleguen a la vejez, tengan la capacidad de enfrentar ese proceso. Quienes hacen política publica, los gobiernos locales y nacionales deben diseñar políticas que ayuden a la población que tiene necesidades en su vejez, pero también hay que empezar a mirar cómo estamos envejeciendo", sostuvo el doctorado en Ciencias Sociales.

Uno de los componentes de mayor impacto para adelantar una buena estrategia de auto envejecimiento está en la educación y como la población se está́ envejeciendo es urgente mirar qué oportunidades se les está dando a los niños y jóvenes de la ciudad para educarse, si se tiene en cuenta que actualmente el grupo poblacional joven (niños, adolescentes y adultos jóvenes) en Villavicencio representan en promedio, según las proyecciones del DANE, un 48 por ciento de la población total.

Rojas Delgadillo dijo que hay unos estudios que señalan que en Colombia de 100 niños que entran a primaria solo 57 de ellos terminan secundaria y que de esos 57 apenas 20 acceden a una educación técnica, tecnológica o profesional. "Todos esos niños se quedan en el camino sin oportunidades para insertarse al mercado laboral ¿Qué les espera?, En regiones y ciudades como Villavicencio, los grupos delincuenciales son un atractivo porque es una forma de ascenso social que no requiere de un diploma.

Al resto le queda la informalidad laboral, la supervivencia. Y eso tiene efectos en el desarrollo de una sociedad menos educada con una fuerza de trabajo menos calificada que ve limitada las oportunidades de crecimiento y desarrollo”, anotó.

El experto del DNP dice que para visualizar a Villavicencio dentro de 30 años e imaginarnos a viejitos felices en un entorno saludable, deberíamos pensar en cómo están los niños y jóvenes de hoy y que a su juicio no se está ́ haciendo lo correcto. Es urgente fortalecer la educación pública que es un factor de movilidad social, ampliando cobertura y calidad y disminuyendo la deserción escolar de la ciudad.

El doctor en Ciencias Sociales y especialista en economía, explicó que esas circunstancias forman unos cuellos de botella que conducen a unas ‘trampas de pobreza’. en las que la sociedad se queda atrapada, apresada en la segregación y en las desigualdades que frenan el desarrollo y el crecimiento.

"Bajos niveles educativos que impiden insertarse en el mercado laboral, baja remuneración salarial, altos niveles de deserción, elevadas tasas de embarazo juvenil, trabajos precarios, informalidad, personas sin seguridad social, pésima salud y alta morbilidad. Es aquella gente que no cotiza pensiones y que no está ́ ahorrando para la vejez o hacen trabajos que no les permiten ahorrar para la vejez. Superar las trampas de pobreza es posible con una buena educación y con una eficiente intervención pública", manifestó ́.

Sobre si Villavicencio es joven o no, en comparación con otras ciudades, como Ibagué́, Neiva, Armenia, Pasto Valledupar, dijo que su población todavía es joven y que eso es una ventaja porque los demógrafos hablan de la ventana de demografía, que es cuando todavía hay suficiente población en edad de trabajar con respecto a los mayores.

"Esa ventana es un bono demográfico integrado por gente joven con capacidad de apalancar el desarrollo, de producir riqueza, de trabajar y generar ingresos, pero para ello hay que dar educación, permitir oportunidades. Veo a Villavicencio como un lienzo para hacer eso y si ese lienzo no lo empezamos a pintar ahora, va estar casi vacío en 30 o 40 años y vamos a tener los problemas de siempre y exacerbados por el envejecimiento de la población y con una vejez en la miseria", reiteró.

Por eso, dijo, entre más amplio sea el bono demográfica, más amplias son las posibilidades de desarrollo de una sociedad, pero advirtió́ que hay que pensar desde ya en el envejecimiento y enseñarle a la gente que debe tener una vida saludable, alimentarse mejor, llevar una rutina activa y hacer deporte, para minimizar un poco esas enfermedades de la vejez.

Para Camilo Herrera, experto internacional de comprensión estratégica del consumidor y presidente de la firma Raddar Consumer, el mundo está viviendo de dos fuerzas demográficas que son fundamentales. La primera es que los menores de 30 años tomaron la decisión de tener menos hijos y la segunda es que los mayores de 70 años decidieron no morirse. “Esas dos cosas generan problemas estructurales en la demografía de los países en los cuales Colombia no es ajeno”, sostuvo.

Precisó que, al haber menos hijos, en términos relativos, se va a contar con más personas de la tercera edad. Eso implica que las necesidades de la población van a ser diferentes. “Ya una compañía gigantesca e importantísima como Familia pasó de hacer pañales para bebé a hacer pañales para adultos, pasaron de Pequeñín, una marca muy conocida, a la marca líder en ropa interior para adulto mayor como lo es Tena”, explicó.

Herrera dijo que enfrentar esa situación es más fácil manejarla desde el sector privado porque el sector público es muy grande para moverse y hay una cantidad de limitaciones para poder actuar. “Esto afecta por lo menos dos grandes sectores: el sector salud y el sector pensiones que han visto un impacto en ese envejecimiento de la población y en el cambio de la composición demográfica de Colombia”, advirtió.

Explicó que para el sistema de salud es una mayor demanda sistemática porque a medida que la gente se envejece, va a haber una mayor demanda del sector salud.

“Eso va a hacer que Colombia tenga una demografía de país desarrollado, más viejos, menos niños, pero en condiciones económicas de un país en vía de desarrollo (pobre), lo cual es un reto gigantesco”, concluyó.

El investigador del DNP, Norberto Rojas Delgadillo explicó que, según cifras del DANE, la población de Villavicencio en 1985 era de 173.745 habitantes y que en el 2025 esa cantidad, según proyecciones de la misma fuente, subió a un total de 593.273 personas, lo que da como resultado un crecimiento poblacional de 419.528 personas en 40 años. 

De esos 593.273 habitantes de 2025, el 14,1 por ciento, es decir, 83.664 son mayores de 60 años y de los 173.745 de 1985, solo el 5,6 por ciento, es decir, 9.821 habitantes eran mayores de 60 años, lo que significa que ese rango de población subió́ en 8,5 puntos porcentuales en esas cuatro décadas.

Ocurre lo contrario con las cifras en esos mismos años, al hacer la comparación con la población joven, entre los 0 y los 19 años. En 1985 ese grupo poblacional representó un 48 por ciento con 83.976 habitantes y en el 2025 bajó al 28,5 por ciento al arrojar una cifra de 169.119 personas, lo que representa una caída de 19,5 por ciento en esos mismos 40 años.

Observando esas cifras y evaluando el panorama de lo que se tiene, el especialista detalló que no ha visto que en Villavicencio haya una política seria para enfrentar el envejecimiento y que permita aprovechar la ventaja del bono poblacional. Precisó que es el momento oportuno para pensar en un modelo de desarrollo ajustado a la ciudad que no se quede solo en palabras o engavetado.

"Villavicencio debe prepararse para atender las necesidades de una población que envejecerá́, adaptando la infraestructura y los servicios de salud, recreación y asistencia social, garantizar el a pensiones para que los futuros adultos mayores tengan seguridad económicas".

Y agregó: "Tenemos muchas posibilidades, geográficamente estamos privilegiados en el país porque estamos cerca de una ciudad de 10 millones de habitantes con demandas de mil cosas, una riqueza natural, tenemos la oportunidad de conectarnos con el Pacifico y el Atlántico, que en algún momento se hará́ realidad. En fin, tenemos privilegios, pero de nada nos sirve si tenemos una población pobre, vieja y sin educación y un sector empresarial que no tiene la visión, ni la vocación para pensar en grande. Si hubiera una sociedad civil y gremial fuerte tendrían claras cuales son las prioridades sobre qué es lo que hay que hacer y se las estarían exigiendo al gobernante y el gobernante con una sociedad que exige y que propone, también se cuidaría en hacer bien todo".