Parque Jepírachi EPM: 20 años transformando el viento y el sol wayú en energía

En el norte de La Guajira, entre el Cabo de la Vela y Puerto Bolívar, en el municipio de la Uribia, y a una velocidad aproximada de 9.8 metros por segundo, los vientos alisios provenientes del nordeste que caracterizan y que soplan de manera regular en el territorio lograron mover las aspas de los aerogeneradores del parque eólico Jepírachi para producir el primer kilovatio eólico en Colombia, el 17 de diciembre de 2003.

Jepírachi, cuyo significado es ‘vientos del nordeste’, aludiendo a los vientos alisios que vienen del nordeste en dirección del Cabo de la Vela, en Wayuunaiki, la lengua nativa wayú, es el primer parque para la generación de energía eólica construido en Colombia.

Se trata de un proyecto piloto de investigación de energía limpia y renovable a largo plazo (20 años aproximadamente), liderado por Empresas Públicas de Medellín (EPM) desde 1998, con el que buscaban, entre otras cosas, marcar la hoja de ruta para la inclusión de la energía eólica en Colombia como alternativa para la disminución del consumo de combustibles fósiles, que, a la fecha, comprenden el 80 por ciento de la demanda actual de energía primaria a nivel mundial y el sistema energético es la fuente de aproximadamente dos tercios de las emisiones globales de CO2, según cifras de Naciones Unidas.

Así, ante la oportunidad de aprovechar una de las riquezas más abundantes, inagotables y poco conocidas de La Guajira, el viento, cuya velocidad es el doble del promedio mundial y la radiación es 60 por ciento superior a la que se registra en otras zonas del planeta, entre 1999 y 2002 EPM realizó estudios de viabilidad, además de adelantar una consulta previa con la comunidad wayú para identificar los impactos y beneficios del proyecto.

El potencial de La Guajira es tal que si se utilizara solo el 50 por ciento de su territorio se podrían generar cerca de 15.000 megavatios de potencia, es decir, el 90 por ciento de la capacidad de generación total que hoy tiene Colombia. De ahí, que sea una zona estratégica para la construcción de más parques eólicos de aquí al 2030, ya que actualmente en el país solo operan dos parques eólicos.

Tras los diálogos y jornadas de participación ciudadana con la comunidad wayú, el 20 de junio de 2002 las comunidades de las rancherías Arutkajuy, Kasiwoluin y Medialuna ratificaron los acuerdos pactados en la consulta previa y, de manera voluntaria, le dieron vía libre a la construcción del parque eólico Jepírachi en su territorio, con el aval de las autoridades locales y regionales, además del Ministerio del Interior.

A partir de ese momento se dio inicio a la construcción del parque teniendo en cuenta criterios ambientales, sociales, económicos y políticos para minimizar el impacto en la cultura y la vida de las comunidades aledañas y la flora y la fauna.

“Desde sus inicios hasta hoy se ha concebido como un proyecto piloto experimental y como un laboratorio privilegiado para la investigación y el conocimiento de la tecnología eólica, su desempeño en un territorio como la Alta Guajira y el relacionamiento con la comunidad indígena wayú”, detalló Jorge Andrés Carrillo Cardoso, gerente general de EPM.

Jepírachi tiene una capacidad de 19,5 megavatios de potencia, gracias a sus 15 aerogeneradores, cada uno de 1,3 megavatios.

Los aerogeneradores están distribuidos en dos filas de ocho y siete máquinas, en un área aproximada de un kilómetro de largo en dirección paralela a la playa y 1,2 kilómetros de ancho al norte de la ranchería Kasiwolin y al occidente de la ranchería Arutkajui.

La instalación del primer aerogenerador a gran escala en el país concluyó el 17 de noviembre de 2003, un hito en la historia del sector eléctrico nacional, pues este mismo día también se generó el primer kilovatio eólico. No obstante, su inauguración fue hasta el 21 de diciembre de 2003 y el inicio de operaciones con sus 15 aerogeneradores fue el 19 de abril de 2004.

La construcción del Jepírachi implicó una inversión de aproximadamente USD 27,8 millones, los cuales EPM financió con recursos propios y endeudamiento con la banca. Pero destaca el impacto y beneficio que ha generado en estos 20 años de operación.

“A nivel social hablamos de generación de 41 empleos y aumento de ingresos para el municipio de Uribia, porque el parque es un atractivo turístico. También hemos generado un impacto muy importante y es el aporte al conocimiento tecnológico nacional. Se trata de un proyecto de reducción de emisiones de gases efecto invernadero en el marco del Protocolo de Kyoto. Además, Jepírachi está registrado como Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) por la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático”, explicó Carrillo.

Precisamente, el parque fue uno de los primeros proyectos registrados como Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) en el país y uno de los primeros en todo el mundo. Asimismo, sus metodologías de estimación de emisiones y de concertación con la comunidad wayú fueron consideradas como ejemplares por el Banco Mundial y como referencias obligatorias para el desarrollo de proyectos similares en otras partes del mundo.

Sin embargo, y tras 20 años de puesta en marcha de este plan piloto, el parque hoy cuenta con una tecnología que, aunque fue prometedora a futuro en sus inicios, su vida útil está llegando a su fin.

Además, el proyecto surgió como medio de investigación e innovación tecnológica, buscando recolectar información para sustentar y promover la transición energética de manera eólica a nivel nacional.

No en vano, a la fecha se ha proyectado la construcción de más de 65 parques eólicos y, al menos, 12 parques solares en la Media y Alta Guajira para generar energía limpia desde el territorio wayú, al 2030.

Durante estos 20 años se han generado no solo 978.26 gigavatios por hora, sino que, además, el proyecto ha trabajado también desde el componente social y el respeto étnico y cultural de la comunidad wayú.

“Hemos contribuido al mejoramiento de vida de las comunidades de varias formas, por ejemplo, la adecuación de infraestructura comunitaria: vivienda y quioscos o enramadas y centros de recuperación nutricional. Pero, sin duda, una de las líneas de mayor impacto ha sido garantizar el abastecimiento de agua para el consumo humano a las comunidades, de hecho, durante la etapa de consulta previa al Jepírachi se construyó la planta desalinizadora que abastece de agua a 535 personas”, afirmó Jorge Andrés Carrillo Cardoso, gerente general de EPM.

El parque eólico Jepírachi ha generado 978.26 gigavatios por hora a través de 15 aerogeneradores de 1,3 MW cada uno. Los vientos alisios que soplan en este territorio tienen una velocidad de 9.8 metros por segundo. Foto: Cortesía EPM