El ecólogo Jorge Gerardo Flórez lleva habitando sus 32 años de vida en el municipio de La Calera, en Cundinamarca. “Estamos en lo que yo llamo: un paraíso. Este es un lugar tranquilo, con aire puro, inigualable y envidiable para muchas personas”, comenta orgulloso y sonriente mientras ayuda a bajar de un camión cientos de árboles pequeños que serán sembrados en la ronda del afluente más importante de la región caleruna: río Teusacá.
Su finca está situada en la vereda El Volcán, sector Sevilla, a 40 minutos en carro después de pasar el Peaje Los Patios. Allí no llega el ruido de un solo vehículo ni una moto. Como él dice, “la naturaleza que permea el lugar hace que un visitante se sienta lejos de la contaminación a la que la ciudad nos acostumbró”.
Y allí, sus pobladores, todo el tiempo se reúnen para buscar formas para preservar la fauna, la flora y todo el maravilloso entorno que los rodea.
Por eso, a través de las alianzas que empresas públicas y privadas llevan a cabo, logran el apoyo de entidades que se preocupan por el cuidado del medio ambiente.
En esta oportunidad, hasta la vereda llegaron más de 150 voluntarios de: Claro por Colombia (estrategia de sostenibilidad de Claro), la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca, American Tower Colombia, Ecoglobal, la Alcaldía de la Calera y el Ejército Nacional. Con pica y pala empezaron a abrir hoyos de 40 centímetros de profundidad por 40 cm de alto, iniciando así la jornada de reforestación.
“Hoy es un día extraordinario. Vinimos con nuestros colaboradores a sembrar árboles para sensibilizarlos sobre el impacto positivo que tienen sus acciones en la protección ambiental”, indica María Consuelo Castro, Gerente de Claro por Colombia, agregando que: “Estas son las labores que debemos impulsar, generar más alianzas y trabajar de la mano para generar un cambio en nuestro medioambiente”.
A través de una cadena humana, entre todos los presentes iban pasando y acomodando los 550 árboles para plantarlos en un terreno de aproximadamente una hectárea.
La siembra se efectuó alrededor de la quebrada de Socha, un arroyo que llega a la cuenca media del río Teusacá, y esta a su vez, desemboca al río Bogotá.
Fueron cultivadas 17 especies arbóreas, todas nativas de la región, entre ellas: Aliso, Duraznillo, Sauce, Mano de Oso, Alcaparro, Palma de Cera, Tibar y Pino Romerón; estas hacen parte del ecosistema del bosque andino, el cual le da vida al municipio de La Calera.
Mayerly Estepa, ingeniera agroforestal de la Corporación Autónoma Regional (CAR), guio la actividad: “Iniciamos en la parte baja de la quebrada con la siembra de alisos y sauces, porque cada una de estas especies toleran encharcamientos o zonas húmedas y no se van a pudrir. Después, entramos a la parte intermedia, donde necesitamos controlar el tema de la erosión. Ahí plantamos: Laurel de Cera y Mano de Oso. Y, en la parte alta, pusimos Sietecueros y otras especies, en la parte nativa del bosque”.
Según los ambientalistas expertos, plantar un arbusto trae cientos de beneficios. No se trata únicamente de fijar carbono. “Un árbol no solo es un tronco de madera y unas hojas. Representa a todas las especies que se pueden asociar a él: orquídeas, aves, insectos, polinizadores…”, expone al detalle Jorge Flórez, quien agradece a las empresas asociadas por esta iniciativa.
La quebrada de Socha abastece de agua a más de 700 familias en la parte baja de La Calera, por lo cual es necesario reforestar la faja protectora para que el recurso hídrico llegue y no escasee.
“Los ríos son una autopista para la diversidad, entonces, a través de ellos, se van moviendo los animales, lo que quiere decir que hasta aquí pueden llegar las tinguas que hay en los humedales de Bogotá”, refrenda Flórez, hablando también de otras especies que hay en su biósfera.
“Aquí tenemos algunas aves como la pava de monte, el tucán de páramo, halcón peregrino; y algunos pequeños mamíferos como: curíes, conejos e insectos. Por lo tanto, nosotros como habitantes de este sector, queremos intervenir con esta siembra para la conservación de: la fuente hídrica, la biodiversidad y el medio ambiente”, concluye.
Damaris Matallana Vargas, Contratista de la CAR, explica que desde la Dirección de Cultura Ambiental y Servicio al Ciudadano “venimos trabajando un proyecto de estrategias de cultura del agua, y por eso, en conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, nos estuvieron acompañando las 5 empresas y entidades aliadas en temas de responsabilidad empresarial ambiental”.
El mensaje a todos los capitalinos es a apadrinar un árbol. “Sembremos vida. Cuando nosotros plantamos un arbusto, generamos muchos beneficios para el medio ambiente porque bajamos la temperatura, les damos vida a los animales, mejoramos su hábitat, hacemos control de erosión y ayudamos a la conservación de las fuentes hídricas”, invita la ingeniera de la CAR, Mayerly Estepa.
Esta expedición, que incluyó una caminata ecológica, no habría sido posible sin la ayuda de la Secretaría de Medio Ambiente de la Alcaldía Municipal de La Calera y de la cooperación de las tropas de la Décimo Tercera Brigada del Batallón de Policía Militar Número 15.
“Aproximadamente vinimos con 30 hombres. Nosotros nos encontramos enmarcados dentro de la operación mayor ARTEMISA, que lo que busca es aportar a la sostenibilidad del medio ambiente y preservar la biodiversidad como activos estratégicos de la nación”, aseguró el Capitán Zaid Arid Dehaquiz León, oficial de Acción Integral BAPOM 15 del Ejército Nacional de Colombia.
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