Una ciudad verde para el servicio de los ciudadanos

Con más de 60 áreas protegidas, entre ellas 40 forestales, tres santuarios de fauna y flora, ocho parques ecológicos de montaña, 17 humedales y unos cerros orientales que la cruzan de norte a sur, además de ser reconocida por su arbolado, Bogotá es única en biodiversidad.

El más reciente Plan de Ordenamiento Territorial (POT 555) reconoce la Estructura Ecológica Principal como ordenadora del territorio y fija las bases para que la ciudad crezca respetando y teniendo en cuenta las zonas verdes y su protección y se organice alrededor de los recursos naturales.

El Distrito trabaja, por ejemplo, en la restauración de áreas degradadas de los Cerros Orientales que son nacimientos de ríos y quebradas, pero no solo se trata de proteger los recursos sino de garantizar que los ciudadanos puedan disfrutar de ellos y que cada vez más se genere conectividad con lo existente y se potencialice la capacidad de avanzar hacia una Bogotá verde en todo su territorio.

En esa dirección, hoy está en marcha el programa Camino de los Cerros, una estrategia para el disfrute y apropiación de los ecosistemas con caminos abiertos al público como Quebrada La Vieja, San Francisco Vicachá, Santa Ana, La Aguadora y Guadalupe - Aguanoso.

También se formuló el Plan de Implementación de Bosques Urbanos, con 19 polígonos en los que se ejecutará una estrategia de manejo silvicultural diferente, priorizando diversidad de especies y estratos. La comunidad podrá postular bosques urbanos que se intervendrán como ha ya hecho el Jardín Botánico con algunos como el Virrey, Parque La Independencia, San Carlos, Simón Bolívar y Parque Nacional.

La estrategia de gobierno actual de la ciudad, denominada ‘Bogotá reverdece’ está encaminada a potencializar la riqueza ambiental de la ciudad para enfrentar el cambio climático, mejorar la calidad del aire, aumentar el número de árboles y reconocer los servicios ecosistémicos, como la regulación de la temperatura, la atracción de biodiversidad, la producción de oxígeno y el mejoramiento del paisaje, entre otros.

Bogotá fue la primera ciudad de América Latina en declarar la emergencia climática en el 2020 y hoy ya cuenta con un Plan de Acción Climática (PAC) con la hoja de ruta de los próximos 30 años y con la meta de ser carbono neutral y resiliente al cambio climático.

Ese plan se estructuró para contar con información basada en la ciencia climática y alinear a la ciudad con las metas internacionales y nacionales para hacer frente al cambio climático, definidas en el Acuerdo de París y en la Contribución Determinada para la Nación (CDN).

Gracias a su compromiso y gestión frente a la acción climática urbana, Bogotá fue seleccionada como una de las dos ganadoras a nivel mundial de la competencia One Planet City Challenge 2021-2022 del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

Desde el 2021, la capital presentó el PAC y ya ha priorizado acciones como la Evaluación de Riesgos Climáticos (ERC), el Sistema de Monitoreo, la Evaluación y Reporte (MER), la formulación de una Política Pública para el Cambio Climático (PPCC) y la inclusión de Bogotá en el proyecto Camino hacia Carbono Neutral.

El objetivo es fortalecer las capacidades técnicas de los funcionarios públicos para planificar soluciones que contribuyan a la reducción de las emisiones de Gases Efecto Invernadero.

1-La identificación de las tendencias futuras de temperatura y precipitación proyectadas a 2040 en Bogotá y el análisis del Índice de Riesgo para Adaptación ante Escenarios de Cambio Climático.

2-La extracción, tratamiento y aprovechamiento del biogás proveniente del relleno sanitario Doña Juana, que para 2017 y 2018 generó una reducción de emisiones de 300.440 y 226.580,7 tCO2eq (C02 equivalente).

3-Operación de la planta de tratamiento de aguas residuales-PTAR Salitre, con lo cual se logró el tratamiento del 100 por ciento del biogás generado por el tratamiento de las aguas residuales domésticas. Para 2017 y 2018 se documentó una reducción de emisiones de 54.804 y 44.253,95 tCO2eq, asociadas a este proyecto.

4-Creación de la ruta selectiva de residuos orgánicos en las plazas de mercado distritales, con lo que se reportó una reducción de emisiones de 154,6 tCO2eq en 2017 y de 107,57 tCO2eq en 2018.

Cada vez más, los árboles identifican el paisaje de Bogotá, que hoy tiene 1’395.381 de 374 especies plantados en el espacio público, y aunque hay zonas con más ejemplares que otras, el tema es una prioridad de la actual istración.

En el 2022, la capital fue reconocida por segundo año consecutivo como una de las ‘Ciudades Arboladas del Mundo’ por parte de la Fundación Arbor Day y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Con este reconocimiento, la capital colombiana hace parte de las 139 ciudades de 21 países que ostentan esta membresía.

Para la ciudad, este hecho convierte a la capital en parte importante de una red mundial que lidera el trabajo alrededor de la silvicultura urbana y comunitaria y reafirma su compromiso con el arbolado urbano y el mejoramiento de las coberturas verdes.

Según el Jardín Botánico de Bogotá (JBB), la capital es la segunda ciudad de Colombia en recibir este reconocimiento. En el 2020 le fue otorgado a Barranquilla, por su gestión destacada silvicultural.

Este año, Bogotá obtuvo por segunda vez el reconocimiento de Tree Cities of the World, gracias a la gestión técnica integral del arbolado y zonas verdes, la gobernanza y la planificación, toda información técnica que aportó el JBB.

El trabajo de arbolado es liderado por el JBB, que a la fecha ha plantado 205.547 árboles, de los cuales 37.901 están en zonas urbanas y 167.64 en zona rural.

Anualmente, le hace mantenimiento a 325.410 con actividades fitosanitarias y manejo integral y silvicultural para el control de riesgo. Además, realiza el mantenimiento promedio anual de 136.000 metros cuadrados de jardines en las 19 localidades de la ciudad que tienen área urbana.

Además, del 2020 a la fecha, el JBB ha producido en el vivero de la entidad cerca de 203.000 árboles.

Para el JBB, un asunto relevante de su gestión es la vinculación de 706.146 ciudadanos a las estrategias de educación ambiental, participación y el programa naturaleza, salud y cultura en todas las localidades de la ciudad.

¿Quién no ha oído mencionar los humedales Jaboque, Tibabuyes, La Conejera, El Burro y la Vaca? Son solo cinco de los 17 humedales con los que cuenta Bogotá y que hacen parte de su identidad ambiental.

Así como son importantes para la función hidráulica de los caudales en épocas de invierno, 11 de los 17 humedales son reconocidos por su biodiversidad y por atraer a las aves migratorias.

Por estas características, el Complejo de Humedales Urbanos de Bogotá fue designado como sitio RAMSAR el 6 de agosto de 2018. Está conformado por Jaboque, El Burro, La Conejera, Torca-Guaymaral, Juan Amarillo, Santa María del Lago, La Vaca, Tibanica, El Tunjo, Capellanía y Córdoba.

Ser RAMSAR significa que estos humedales están cobijados por el convenio que obliga a su conservación y uso racional, a través de la acción nacional y mediante la cooperación internacional, a fin de contribuir al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo.

Uno de los desafíos constantes que enfrenta Bogotá es el impacto de las basuras y desechos en estas reservas. En 2021, la empresa de Acueducto tuvo que recolectar, acopiar y transportar 1.452 metros cúbicos de residuos ordinarios, 581 de desechos de construcción y demolición y 853 llantas abandonadas en esos espacios. En el 2022 se han gestionado 1.108 m3 de residuos ordinarios, 443 m3 de residuos de construcción y demolición y 480 llantas.