Los delitos por los que puede pagar pena de muerte en China

Aunque su constitución lo prohíbe, este país castiga con pena capital hasta 55 tipos de delitos.

En China hay cinco colombianos condenados a pena de muerte por tráfico de drogas. Foto: Archivo EL TIEMPO

24.06.2022 10:35 Actualizado: 28.06.2022 14:00

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La pena de muerte sigue siendo uno de los mayores debates en organizaciones de derechos humanos, especialmente en los casos de Irán, Arabia Saudita y China, países que tienen serias políticas para aplicar la pena capital.

(Lea: Corea del Sur dicta primera pena de muerte desde 2019 por doble asesinato)

En el caso chino, es actualmente el segundo país que de manera más activa aplica esta condena mediante dos variantes: el fusilamiento o la inyección letal. En la primera modalidad un miembro de las autoridades dispara a quemarropa contra el acusado, mientras que en la segunda, los sentenciados fallecen en un sitio concertado o un camioneta, esta como parte de la ejecución móvil.

Según cifras de Amnistía Internacional, 2021 registró un incremento del 20% en ejecuciones con 579, frente a las 483 del año 2020.

La organización cita a China como uno de los países con más casos, pero no específica un número exacto en referencia a este país porque la pena capital se trata como secreto de estado, del que se presume, podría registrar miles de ejecuciones anuales.

Tráfico de drogas

Uno de los casos más comunes es el de tráfico de drogas y estupefacientes en el territorio chino, ya sea de posesión, consumo o transporte. Aunque las oenegés no logran precisar la cantidad de ejecutados por años bajo este delito, se asume que la cifra puede superar la veintena de casos.

Aunque en China este delito normalmente se paga con multas, prisión, y en el caso extranjero con expulsión del país, de manera reciente hubo fricciones entre el gobierno de Xi Jinping y Canadá por la condena a un ciudadano norteamericano que fue sentenciado a pena de muerte por tráfico de metanfetaminas.

El ciudadano Robert Schellenberg fue capturado en 2014 y tras un largo proceso penal, en 2018 fue condenado a 15 años de prisión, sentencia que un año después fue elevada a pena capital, y ratificada en 2021. Desde entonces, a pesar de los esfuerzos diplomáticos, Schellenberg sigue bajo arresto, esperando a la solución de su caso o la ejecución.

#China ratifica pena de muerte de ciudadano canadiense

Una corte ratificó en segunda instancia la condena de Robert Lloyd #Schellenberg, acusado de tráfico de drogas, con lo que concluye un proceso de apelación de dos años. /ft#DWNoticias pic.twitter.com/ng72Qty2H3
— DW Español (@dw_espanol) August 10, 2021

Asesinato y feminicidio

Otro de los delitos más comunes para aplicar la pena de muerte son los asesinatos, pero especialmente los feminicidios. Aunque hay casos en lo que el número de víctimas puede determinar la pena, cuando la justicia encuentra el asesinato de una mujer, aplica de manera inmediata la condena capital.

En 2021 un hombre de identidad no revelada fue sentenciado a pena capital tras quemar viva a su esposa en 2020. La mujer falleció dos semanas después del acto, mientras que la sentencia del hombre que aún espera su ejecución, fue ratificada un año después de cometido el delito.

Policía de Hong Kong en medio de allanamiento de 'Stand News'. Foto:EFE

Corrupción

En tercer lugar tenemos la corrupción, uno de los delitos menos tolerados en la sociedad China y por el que en los últimos años se han condenado a dos funcionarios a pena capital.

El funcionario Lai Xiaomin fue condenado en 2020 y ejecutado en 2021 tras hallar pruebas contundentes sobre la recepción de más de 260 millones de dólares en sobornos mientras ejercía en una compañía de control de fondos estatal. A Xiaomin se le calificó de “anárquico y extremadamente avaricioso” antes de ser ejecutado.

🚨 Lai Xiaomin, expresidente de un banco, fue ejecutado este viernes tras ser condenado a muerte por el que es considerado el "mayor caso de corrupción financiera" de la historia reciente de China. Le contamos 👉 https://t.co/tvo6us1uzh pic.twitter.com/LeKsumnwM2
— EL TIEMPO (@ELTIEMPO) January 29, 2021

Secuestros

Categorizado en delitos contra la seguridad pública y seguridad de las personas, los secuestros de personas, aviones y establecimientos con amplios grupos de personas se pagan con pena de muerte.

Sobre estos casos, la legislación procede con relativa rapidez en los juicios, a comparación de casos como tráfico de drogas, demorando un máximo de dos años para dictaminar sentencia, incluyendo procesos de apelación por parte de la defensa de los imputados.

El caso más recordado fue en 2014 cuando una médica, además de secuestrar a siete bebés, los vendió a una red de tráfico de personas. En este caso la ley aplicó las dos condenas y procedió a la pena capital de la mujer que "violó la ética profesional".

Traición y espionaje

Aplicado mayormente en casos de guerra y a funcionarios públicos por revelar información del estado, este delito se toma de forma similar a la corrupción, con altos castigos a los autores del mismo, pero además, con castigos algo menores a sus complices.

Bajo el mandato de Xi Jinping, varios funcionarios han sido castigados, aunque sus casos no se han llevado a los medios para evitar la masificación e intento de rebelión contra el gobierno.

Asimismo, aquellos imputados por espionaje de "gobiernos enemigos" que intenten vender información gubernamental también han sido castigado, provocando en oportunidades varias fricciones con otros estados, muchas veces occidentales.

Otros delitos

El compilado total de delitos por los que se puede pagar pena de muetre en China asciende hasta los 55, cubriendo además reglamentación especial para las milicias de ese país, que además, se endurecen en tiempo de guerra.

Los delitos medioambientales, las violaciones, robo a propiedades, robo a centros funerarios, falsificación masiva de dinero, robo y/o tráfico de reliquias, contrabando de armas, calumnia, desobedencia militar y el sabotaje a servicios públicos o privados, son otros de los castigados con la pena capital por la justicia china.

REDACCIÓN INTERNACIONAL