Colombia podría sufrir un recorte de hasta 50 por ciento de los recursos que Estados Unidos le asignaría para el 2025

Eso de acuerdo con el proyecto de ley que fue aprobado en primera instancia por este Subcomité y que aún tiene pendiente su paso por el Comité en pleno, la plenaria y luego una posible homologación con el presupuesto que se apruebe en el Senado.

El Subcomité es presidido por el republicano Mario Díaz-Balart, uno de los más fuertes críticos del presidente Gustavo Petro.

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El año pasado, cuando se aprobó el mismo presupuesto en este Subcomité, Díaz-Balart excluyó todos los recursos para Colombia, que solo se reintegraron cuando se dio la conciliación con el Senado, donde se autorizaron recursos.

En la versión para el 2025, el Subcomité liderado por el republicano pide reducir los fondos 208 millones de dólares, casi la mitad si se compara con los 410 millones de dólares que se aprobaron en marzo de este año y que ya constituían una reducción del 10 por ciento comparado con los recursos autorizados para Colombia en el 2023

El proyecto de ley actual pide distribuir unos 38 millones de dólares en ayudas para el desarrollo, 68 millones de dólares para el fondo económico que financia programas de corte social, 68 millones de dólares para la lucha contra el narcotráfico y unos 38 millones de dólares para asistencia militar.

Vale anotar que el grueso del recorte sale de los primeros tres rubros, pues los fondos para asistencia militar permanecen al mismo nivel que en años pasados (38 millones de dólares).

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En el reporte, el Subcomité, que controlan los republicanos, atribuyen el recorte a las políticas del presidente Gustavo Petro.

“El Comité reconoce y aprecia la profunda relación que Estados Unidos mantiene con el pueblo colombiano. Sin embargo, el Comité permanece profundamente preocupado por las políticas del presidente Gustavo Petro y sus relaciones (con regímenes) que van en detrimento de los intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos”, dice el texto en el que se expone la razón principal por la cual buscan recortar la ayuda de Estados Unidos a Colomba.

Como en versiones anteriores, el dinero además viene atado a condiciones.

Un 30 por ciento de los fondos para la lucha contra las drogas, por ejemplo, solo podrán ser gastados una vez el secretario de Estado de EE. UU. certifique que se han reducido los cultivos ilícitos, Colombia coopera en el combate contra los narcóticos y se sigue extraditando a delincuentes.

Así mismo, los recursos, en general, no podrán ser gastados hasta que se emita otra certificación donde se establezca que el gobierno Petro comparte los mismos objetivos que EE. UU. en lucha contra las drogas, migración y democracia.

El texto del Subcomité, sin embargo, es solo el inicio de un largo proceso legislativo donde el proyecto con seguridad será modificado como sucedió con los fondos del 2024.

Su “punto de partida”, de hecho, es más benévolo que el anterior, pues arranca con un recorte de la mitad de los recursos y no su totalidad.

Además, es poco probable que en este año electoral se apruebe presupuesto alguno en EE. UU. lo cual quiere decir que los fondos para el 2025 serán definidos el año entrante cuando ya se haya posesionado el nuevo Congreso y se sepa quien estará en la Casa Blanca.​

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En todo caso, es un nuevo campanazo de alerta para el actual gobierno colombiano que tendrá que lidiar con la antipatía de un sector del partido republicano y el creciente des interés por Colombia también entre demócratas.

En marzo, también, el presidente Joe Biden presentó su presupuesto de gasto para Colombia para el año entrante (fiscal 2025) donde incluyó aproximadamente unos 413 millones de dólares, la cifra más baja que solicita para el país desde que llegó a la Casa Blanca.

Y es muy probable que, si Donald Trump gana la presidencia, esa cifra baje de manera considerable.

No obstante, y mientras eso se resuelve, Colombia seguirá recibiendo recursos al nivel que se aprobó para este 2024 hasta que el legislativo apruebe una nueva ley y decida si quiere reducir aún más la partida, se queda con el montó actual o lo eleva.

Hay que recordar, además, que Colombia recibe recursos adicionales no sumados en estas cuentas y que hacen parte del respaldo que da Estados Unidos a ciertos países que enfrentan crisis en el frente migratorio.

SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington