Donald Trump se convierte en el primer expresidente de Estados Unidos condenado en un juicio penal: ¿cómo lo afecta el veredicto?

Tras un proceso que se extendió por cuatro semanas ante una corte de Nueva York, un jurado compuesto por 12 personas escogidas al azar (siete hombres y cinco mujeres) lo declaró culpable de falsificar los registros contables de su empresa con el propósito de ocultar el pago que se le hizo a una actriz de cine porno, Stormy Daniels, la cual amenazaba con ventilar en medios una supuesta relación extramatrimonial con el entonces candidato del Partido Republicano para las elecciones del 2016.

La decisión no solo es histórica, sino que también plantea un reto formidable para la democracia estadounidense, pues Trump es nuevamente el candidato del Partido Republicano para buscar la presidencia en las votaciones de noviembre y en muy contadas ocasiones en la historia un aspirante con líos judiciales ha querido llegar al salón Oval.

Bajo las leyes del estado, el exmandatario enfrenta una posible pena de entre uno y cuatro años de prisión. Dado que Trump no tiene antecedentes penales previos y es un adulto mayor (77 años), lo más probable es que el juez se incline por una sentencia de libertad condicional.

Esta decisión le corresponde a Juan Merchán, el juez de origen colombiano (nació en Bogotá) que estuvo a cargo del proceso y ha sido objeto de numerosos ataques por parte del expresidente.

En el más reciente de ellos, Trump alegó que el juez estaba parcializado en su contra por ser un inmigrante. “Solo miren de dónde viene”, les dijo el exmandatario a los periodistas tras salir de la corte.

Merchán, en todo caso, tendrá la última palabra este próximo 11 de julio, fecha que definió para hacer la lectura de la sentencia.

Los abogados del exmandatario ya anunciaron que apelarán la decisión. Se trata, no obstante, de un proceso que podría tardar meses y, probablemente, no será resuelto antes de las elecciones de noviembre.

Es importante aclarar, en todo caso, que pese al veredicto, Trump puede continuar en la campaña e, incluso, posesionarse como nuevo mandatario si es que llega a ganar las elecciones presidenciales. La razón es que la Constitución de Estados Unidos no prohíbe que alguien ejerza la presidencia así sea culpable de un crimen o, incluso, si se encuentra tras las rejas.

La condena, no obstante, es un fuerte golpe para Trump que, sin duda, tendrá efectos políticos y repercusiones en la campaña electoral.

Aunque nadie espera que sus simpatizantes lo abandonen por cuenta del veredicto –de hecho, se espera todo lo contrario–, sí podría afectar el voto de los republicanos moderados o independientes.

De acuerdo con encuestas recientes, uno de cada cinco republicanos –y hasta el 35 por ciento de esos indecisos– asegura que no votaría por el exmandatario si es hallado culpable de algún crimen.

Si bien Trump también cuestionó la composición del jurado por provenir de un estado de corte liberal (Nueva York), la unanimidad del veredicto frente a todos los cargos y la celeridad con la que llegaron a una decisión (unas nueve horas de deliberaciones) podrían pesar en su contra.

El juicio, como se sabe, se habría anulado si algún miembro del jurado se hubiera mostrado en desacuerdo. Por supuesto, y como era lo esperado, tanto Trump como su entorno en el partido se fueron lanza en ristre contra el veredicto.

“Esta fue una decisión amañada desde el primer día con un juez al que nunca se le debió encargar este caso, que fue promovido por la istración Biden para atacar a un oponente político. Seguiremos luchando hasta el final y ganaremos. El verdadero veredicto lo dará el pueblo el 5 de noviembre”, dijo Trump poco después de salir de la corte.

La campaña de Joe Biden, casi en simultánea, publicó un comunicado haciendo énfasis en que la batalla final será, como dice el exmandatario, en las urnas.

“Nadie está por encima de la ley. Donald Trump siempre ha creído erróneamente que nunca enfrentaría consecuencias por violarla para su beneficio personal. Pero el veredicto de hoy no cambia el hecho de que el pueblo estadounidense enfrenta una realidad simple. Todavía hay una sola manera de mantener a Donald Trump fuera de la Oficina Oval: en las urnas”, afirmó Michael Tyler, director de comunicaciones de Biden para fines electorales.

Qué tanto pesará esta condena en el resultado de esos comicios es algo que nadie sabe. Sobre todo porque aún faltan cinco meses para las elecciones y hay muchos otros temas de peso –la inflación, la guerra en Oriente Próximo y el al aborto, por mencionar solo algunos– que podrían influir en la carrera electoral.

Los sucesos de este jueves, sin embargo, ya tienen un espacio reservado en los anaqueles de la historia. Y es algo que Trump, para bien o para mal, difícilmente podrá borrar.