Catalogar de dramático el momento por el que atraviesan las niñas adolescentes en EE. UU. es más que una subestimación. Por lo menos a la luz de un nuevo reporte que acaban de publicar los Centros para el Control de Enfermedades y la Prevención (CDC, por su sigla en inglés) en el que concluyen que las menores están "sumidas en una creciente ola de violencia y trauma".
De acuerdo con este estudio, a lo largo del 2021, una de cada tres niñas matriculadas en el bachillerato consideraron seriamente el suicidio durante ese año mientras que casi dos reportaron haber sido violadas o abusadas sexualmente.
En ambos casos, las cifras de las CDC constituyen preocupantes incrementos en relación con año anteriores y algo que tiene a las autoridades en estado de alarma.
En relación a los suicidios se trata de un incremento del 60 por ciento en una década mientras en la referente al abuso sexual, equivale a un ascenso del 27 por ciento en dos años y la cifra más alta que registran desde que comenzaron a documentar este tipo de fenómenos.
"Es escalofriante pensar que entre 10 niñas adolescentes que conozcas al menos una o más han sido violadas que se trate del nivel más alto que hayamos registrado. Y es casi seguro que ese aumento de violento de violencia sexual contra ellas es uno de los factores que está contribuyendo al aumento de síntomas depresivos que pueden contribuir a las tendencias suicidas. Por supuesto, estamos extremadamente alarmados y es algo que tenemos que investigar y atacar", afirma Kathleen Ethier, directora de la División de Salud Escolar y Adolescente de los CDC y una de las que trabajó en el reporte.
Es escalofriante pensar que entre 10 niñas adolescentes que conozcas al menos una o más han sido violadas que se trate del nivel más alto que hayamos registrado.
El análisis de las CDC se basó en datos recopilados a finales del 2021 a través de la Encuesta de Comportamiento sobre Riesgo Juvenil, que en EE. UU. se realiza cada dos años y que en este son los primeros que se recogen desde que la pandemia del covid-19 irrumpió en 2020.
El reporte del CDC incluye, además, otra serie de datos preocupantes. Entre ellos, que 3 de cada 5 niñas adolescentes (o el 60 por ciento) atravesó durante el 2021 por un período de tristeza o desesperanza tan agudo que se vio obligada a abandonar actividades regulares tanto académicas como sociales y deportivas. Una cifra que duplica la proporción registrada en niños adolescentes y la más alta en una década.
A las niñas también les fue peor en otras medidas, con tasas más altas de consumo de alcohol y drogas que niños y niveles más elevados de acoso electrónico.
De acuerdo con el informe de casi 90 páginas, en total, un 13 por ciento de las adolescentes del país intentó suicidarse en 2021 en comparación con un 7 por ciento para el caso de los niños de esta misma edad.
En su reporte las CDC no entra a evaluar las causas en los aumentos de suicidios o casos de depresión ni los responsables en los incidentes de abusos sexuales.
Sin embargo, expertos en estos temas e informes anteriores arrojan pistas de lo que podría estar ocurriendo. En declaraciones al Washington Post, Sharon Hoover, una experta en psiquiatría de niños y adolescentes de la Universidad de Maryland se declara sorprendida no solo por los agudos incrementos sino por la disparidad entre géneros.
Sobre lo segundo, sostiene Hoover, podría estar asociado a que las mujeres tienden a ser más abiertas que los jóvenes a la hora de hablar sobre sus sentimientos e incidentes traumáticos.
"Probablemente no haya una sola causa para explicar los datos, sino causas que interactúan y que varían según la raza, el origen étnico, la clase, la cultura y el a los recursos de salud mental. Aun así es más probable que las niñas respondan al dolor del mundo internalizando el conflicto, el estrés y el miedo, y es más probable que los niños traduzcan esos sentimientos en ira y agresión. Los niños son más propensos a enmascarar la depresión mientras que las niñas pueden ser más vulnerables a las redes sociales y a una cultura obsesionada con el atractivo y la imagen corporal", sostiene Richard Weissbourd, psicólogo y profesor titular de la Escuela de Graduados en Educación de Harvard.
No obstante, para estos dos expertos, eso no explica la magnitud de los incrementos que se registraron durante el 2021.
Para ellos, la causa más profunda tras los elevados números se asocia al devastador efecto que tuvo en esta población la pandemia del covid-19, el aislamiento social que provocó y la incertidumbre económica que vivieron sus familias. Ya en 2021 y en 2022 dos informes de la Academia Americana de Pediatras habían declarado una emergencia nacional de salud mental entre adolescentes.
De acuerdo con esos reportes, "el aislamiento y el estrés de los confinamientos por la pandemia fueron seguidos por un aumento en la violencia doméstica", y es posible que eso que también hayan impulsado un aumento en la agresión sexual de las adolescentes.
Pero no todas fueron malas noticias. En general, el reporte de las CDC documentó reducciones significativas en el consumo de drogas y alcohol entre adolescentes y una disminución de su actividad sexual a lo largo de la última década.
Algo que probablemente también se explica por el aislamiento producto de los años de pandemia.
Pese a ello, las adolescentes reportaron niveles más altos de consumo de alcohol y otras drogas como cocaína, heroína, inhalantes, metanfetamina y alucinógenos en comparación con los hombres.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington