¿Por qué crisis con Estados Unidos puede ser una ventana de oportunidad para diálogo de Colombia con Trump?

Aunque, de momento, la explosiva crisis que desató este domingo un trino del presidente Gustavo Petro en el que se opuso a la llegada de aviones estadounidense con inmigrantes deportados de Estados Unidos y que llevó a la nueva istración de Donald Trump a amenazar al país con severas sanciones en represalia, parece resuelta por cuenta del “acuerdo” de última hora que establece que Colombia recibirá sin restricciones a todos los connacionales que repatrie, “sin limitación, sin demora”, sí dejó lecciones que, de ser aprendidas, pueden abrir una ventada de oportunidad en las relaciones bilaterales.

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El ime dejó expuesta la fragilidad de una relación bilateral que hasta hace poco era considerada histórica, bipartidista y una de las más importantes de Estados Unidos en el Hemisferio.

Aunque se anticipaban tensiones con la llegada de Trump al poder -un líder de derecha- y su interacción con Petro -primer líder de izquierda en la historia moderna del país- que en la primera semana de presidencia del republicano se llegara a tan rápido deterioro sorprendió hasta los más escépticos.

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Si bien se preveían posibles fracturas en el tema migratorio, con la presión por el flujo de personas en el tapón del Darién, y hasta una posible descertificación en septiembre por cuenta del incremento de los cultivos de coca en el país, el Gobierno Nacional guardaba la esperanza de que, dada la importancia regional de Colombia, su cercanía e influencia con la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela, y su papel en el tema de recibir a migrantes indocumentados, le ofrecían cartas para poder ejercer presión en el nuevo tablero.

Sin embargo, en menos de 12 horas, Trump demostró que tiene toda la intención de usar su poder para imponer su agenda a como dé lugar, dejando de lago incluso alianzas históricas.

Y es que a la amenaza de imponer 25 % de aranceles a los productos colombianos, y elevarlos al 50 % si Colombia no cedía, además de congelar los trámites de visados y retirárselos a funcionarios públicos, la amenaza multi frente de Trump ocurrió desde que el viernes pasado ordenó la suspensión de toda la ayuda que Estados Unidos le da al país, así como lo hizo con el resto del mundo a excepción de Israel y Egipto, mientras evalúa si alinea con sus intereses.

El error de cálculo del gobierno colombiano con relación a la reclamación de Petro de exigir mejores condiciones para los migrantes deportados frenando los aviones que venían en camino, terminó convirtiendo a Colombia en el tubo de ensayo o chivo exploratorio de toda la política exterior del presidente Trump bajo su premisa de América Primero.

Si bien el mandatario republicano viene telegrafiando desde hace semanas que tiene pensando utilizar las sanciones y otros mecanismos para forzar su voluntad ante otros países, se esperaba que sus primeras salvas estuviesen dirigidas a México, Canadá y China, como lo había anticipado, dado que estos son países con algo de músculo gracias a su posición geoestratégica y económica, pero no que se iba a despachar contra un país chico, como lo es Colombia.

De hecho, varias fuentes le dijeron a EL TIEMPO que el conjunto de medidas que anunció el presidente ya estaban listas para desplegarse contra otras naciones, pero dado que el gobierno de Petro fue el primero en asomar la cabeza terminó siendo el “de mostrar”.

“Trump estaba buscando un país como ejemplo para mostrar sus músculos y demostrar la fuerza que está dispuesto a ejercer contra quienes lo contradigan y lo hizo con un país con el que existía una relación muy importante y larga y al que amenazó con una bomba”, explica la internacionalista Muni Jensen.

Algo en lo que coindice el exembajador en Colombia Kevin Whitaker.

“Trump estaba esperando el momento para mostrar todos los elementos de su poder a la hora de implementar sus políticas migratorias. Y, en ese sentido, el presidente Petro le hizo un favor enorme a Trump. Estoy seguro de que no era su intención. Colombia puso la cabeza en la primera semana del gobierno, le dio la oportunidad de mostrar su determinación y, ahora, a Colombia le toca tragarse el sapo”, dice Whitaker.

Para el exembajador si bien la crisis actual será resuelta, lo más probable -dado el perfil de ambos presidentes- es que a futuro se mantenga la alta tensión.

“Trump viene en serio y esto fue una crisis auto creada por Petro que le echó más gasolina al fuego son sus trinos. El presidente estadounidense, además, dejó claro con esto que tiene muy poca tolerancia para aquellos que se le atraviesen en su agenda migratoria y que está dispuesto a utilizar todos los recursos a su disposición, así se trate de un país como Colombia”, le dijo también a este diario Juan Cruz, ex asesor de seguridad de Trump y hoy con el centro de pensamiento CSIS.

Petro, además, le concedió a Trump su primera gran victoria en ese contrapunteo internacional que se viene y que ahora el mandatario republicano -y sus aliados- están usando como una advertencia de lo que le puede pasar a otros si lo desafían.

“Los acontecimientos del domingo le dejan claro al mundo que Estados Unidos es respetado nuevamente. El presidente Trump continuará protegiendo ferozmente la soberanía de nuestra nación y espera que todas las demás naciones del mundo cooperen plenamente para aceptar la deportación de sus ciudadanos presentes ilegalmente en los Estados Unidos", reza el comunicado de la Casa Blanca en el que se anunció el fin tentativo de la crisis.

El mismo fue replicado por personas muy cercanas al presidente, como el magnate Elon Musk, su hijo Trump Jr. y varios congresistas republicanos.

“Nuestro mensaje es simple. Los criminales serán enviados de regreso tan pronto como sea posible y esperamos que los países cooperen con ese proceso. Estados Unidos es una nación soberana y defenderemos las fronteras. Acabó la era Biden”, dijo por su parte el senador republicano y de origen colombiano Bernie Moreno.

Igual de delicado, con el ime el gobierno nacional rompió una de las reglas más clásicas de la diplomacia y que consiste en mantenerse por fuera del radar de los poderosos y evitar quedarse en medio de disputas políticas.

De estar en los márgenes, el país se convirtió de la noche a la mañana en el epicentro. Incluso, el mismo presidente del Congreso, el republicano Mike Johnson, lo usó de ejemplo para advertir que el legislativo estaba “totalmente preparado” para aprobar sanciones y otras medidas contra naciones, como Colombia, que se opongan a recibir inmigrantes.

En respuesta, la demócrata Alexandria Ocasio Cortez alcanzó a decir que las medidas contra el país eran “equivocadas”, pues subirían el precio del café en Estados Unidos.

Eso sumado a que la salida del gobierno deja a Colombia con una especie de “matrícula condicional” con la nueva istración Trump que anunció que las sanciones están listas para ser firmadas en caso de un nuevo incumplimiento. Sin duda, un mal arranque para una relación que de por sí se veía difícil.

En medio de todo, la crisis, si es bien manejada, podría tornarse en una oportunidad para Colombia.

Una de las grandes dificultades con una istración Trump, que no opera bajo los canales de interlocución clásicos -como el Departamento de Estado- es precisamente desarrollar relaciones con quienes le hablan al oído al mandatario. En especial, al comienzo de su mandato.

Eso lo sabe de sobra el antecesor de Petro, el expresidente Iván Duque, quien en carne propia cuando ganó las elecciones en 2018 y tuvo que relacionarse con la primera istración Trump, se encontró con un Washington transformado donde el Departamento de Estado había perdido poder y todo se manejaba desde el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Allí, justamente, estaba Juan Cruz como el encargado para la región y con quien desde entonces tejió una relación que rindiera frutos para ambas naciones sin caer en tensiones innecesarias.

Volviendo al presente, este mismo lunes, el embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, destacó el papel de Mauricio Claver-Carone, el enviado especial para América Latina del segundo mandato de Trump, en la solución del ime y anunció que viajaría esta misma semana a la capital de Estados Unidos junto con el canciller Luis Gilberto Murillo para entablar conversaciones.

En otras palabras, la crisis, aunque de una manera poco decorosa, le terminó abriendo a Colombia una puerta de directo con la nueva istración Trump que, así sea estrecha y, por ahora, bastante incómoda, puede dar lugar a acuerdos positivos.

SERGIO GÓMEZ MASERI

Corresponsal de EL TIEMPO

Washington