Se mudaron de Estados Unidos a Europa y dicen por qué fue la mejor decisión

Brigida Avellino, una mujer de 70 años, vive junto a su hija Loredana Romano en una casa cueva de la isla de Ponza, perteneciente a Italia y que solo tiene unos 1.000 habitantes. Más allá de su actualidad, lo que sorprende es que ambas tuvieron una vida en Estados Unidos y dejaron el bullicio y el ritmo de Nueva York y Florida para irse a la tranquilidad de este pequeño pueblo en Europa.

La historia involucra a generaciones y fue contada por la propia protagonista a CNN. Brigida nació en 1953 y pasó los primeros dos años de su vida en la isla. En 1955 se fue junto a su madre a la Gran Manzana, para acompañar a su padre y su abuelo que ya estaban instalados allí. Mientras su familia hacía distintos trabajos para lograr salir adelante, Avellino se crio en EE. UU. y adquirió desde pequeña el ritmo y los hábitos de una ciudad de ese tamaño. Sin embargo, cuando ya era mayor de edad y trabajaba, la familia volvió a Ponza por un ataque al corazón que sufrió el padre de Brigida. Allí, la mujer conoció a su pareja y tuvo a Loredana.

En todas sus declaraciones al citado medio, Avellino aseguró que extraña la rutina de Nueva York y el ritmo con la que transitaba el tiempo en aquel entonces. La vida en la isla italiana se activa fuertemente entre junio y octubre con la temporada de verano, mientras que durante el resto del año solo viven unos centenares de personas allí y hay poco movimiento.

Por el contrario, su hija Loredana, que vivió la mayoría de su vida allí pero que entre los 20 y 30 años se dividía su tiempo entre la isla y Florida, donde trabajaba como camarera en el local de su tía, opina diferente. Desde su punto de vista, en las grandes ciudades no hay relación entre los vecinos y particularmente sobre los estadounidenses opinó que viven para trabajar y no le dedican tiempo a otras cosas. En ese sentido, destacó el hecho de que en la isla de Ponza todos se conocen y que hay un trato de cercanía entre las personas que habitan el lugar.