El imponente castillo alemán que solo tiene tres propietarios

La fortaleza ha sido heredada a diferentes generaciones desde la Edad Media hasta ahora.

Vista exterior del Burg Eltz. Foto: iStock

04.04.2022 11:47 Actualizado: 05.04.2022 02:30

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‘Ganerbenburg’ es la palabra en alemán que designa a los palacios que, hasta el día de hoy, pertenecen a la misma comunidad de propietarios desde su construcción. Este es el caso del castillo de Burg Etlz, una fortaleza medieval ubicada cerca al arroyo de Elzbach, en Alemania.

Burg Eltz cuenta con una larga trayectoria desde hace más de 850 años y se ha convertido en una atracción turística muy conocida en el país. En la página web oficial del lugar se consigna el pasado que alberga esta construcción.

Parte de su historia

Esta mansión fue creada entre los siglos IX y X y servía en ese entonces como una fortaleza militar. El tipo de arquitectura era muy popular entre los siglos XI Y XII, cuando la dinastía Staufen reinó el Sacro Imperio Romano Germánico.

Burg Eltz está ubicado en un punto muy estratégico de esa época, cerca a un camino que rodeaba al río Mosela y conectaba con la región del Eifel, una de las principales rutas comerciales del Sacro Imperio Romano Germánico.

En el año 1157, el emperador Federico I Barbarroja expidió una carta en la que designaba el palacio a Rudolf von Eltz, quien fue el primer propietario oficial de esta construcción, aunque él habitó solo una pequeña parte de lo que es el castillo ahora.

Los siguientes herederos fueron Elias, Wilhelm y Theoderich von Eltz, quienes tuvieron una fuerte disputa por definir quién sería el siguiente propietario de la fortaleza en 1268.

A partir de ese momento, el palacio se convirtió en un ‘Ganerbenburg’, ya que se dividió su propiedad en tres líneas de sucesión, por lo que la construcción se dividió entre los tres hermanos y sus descendientes.

A medida que fue pasando el tiempo, Burg Eltz sufrió varias demoliciones y remodelaciones, producto de coyunturas políticas y sociales en las que se vio involucrada la fortaleza.

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Sin embargo, hay partes pequeñas del castillo que se conservan desde que Rudolf von Eltz lo habitó y en su estructura aún se puede apreciar la arquitectura medieval auténtica.

No obstante, gran parte de las instalaciones que son visitadas por los turistas y que aún permanecen intactas, tales como cocinas, salas, comedores y dormitorios, datan desde 1661, año en el que el castillo se adaptó para albergar a más de 100 integrantes de familias poderosas de la época.

Un atractivo turístico

Actualmente, la potestad de Burg Eltz se divide en tres comunidades de herederos, los Rübenach, los Rodendorf y los Kempenich, quienes son los actuales propietarios y son la sucesión de 33 generaciones a las que les ha pertenecido la fortaleza.

La propiedad del palacio se dividió en tres. La casa más antigua es la de los Rübenach, creada a mediados de 1472. Después se construyó la de los Rodendorf, entre 1490 y 1540. Fue la que más tiempo tardó en edificarse.

Finalmente, la última estructura en empezar a construirse fue la de los Kempenich, construida en el año 1530.

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Comedor antiguo y auténtico en el Burg Eltz. Foto:iStock

Hoy en día, la construcción llama mucho la atención de los turistas, por lo que el lugar recibe miles de visitantes al año. Las salas que están habilitadas al público son las de los Rübenach y los Rodendorf, en las que los turistas pueden apreciar la arquitectura original antigua.

El castillo está construido sobre un espolón de roca elevado a 70 metros de altura. Además, la fortaleza cuenta con ocho torres hasta con ocho niveles que tienen alturas entre 30 y 40 metros, que varios de sus dueños fueron edificando poco a poco.

Los alrededores del palacio se conservan tal cual fueron en la Edad Media. No hay construcciones ni civilización cerca, por lo que se pueden apreciar los paisajes auténticos de la época, el bosque y la conexión con el arroyo Elzbach.

Burg Eltz está dotado de obras de arte, artefactos y esculturas valiosas que pertenecieron a las familias más pudientes de la época y son un atractivo histórico para los visitantes.

Varios de estos elementos están hechos de auténticos materiales como el oro, plata, marfil, porcelana y cristal. También se conservan trajes y vestimentas típicos que destacan las clases sociales de aquel entonces.

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