Pacto firmado entre Kiev y Moscú aliviaría la crisis alimentaria

En medio de una crisis alimentaria global que ya comenzó a sacudir el mapa geopolítico, Ucrania y Rusia firmaron este viernes en Estambul (Turquía) un acuerdo que permitirá la exportación de cereales ucranianos en medio de la guerra y facilitará la venta de fertilizantes rusos, un avance diplomático después de cinco meses de conflicto.

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Tras varias rondas de negociaciones, las delegaciones rusas y ucranianas firmaron este viernes dos textos idénticos, pero separados, ya que Kiev se negó a rubricar el documento con Rusia.

Las cuatro delegaciones se reunieron en el Palacio de Dolmabahçe, a orillas del Bósforo, en Estambul, en presencia del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, los ministros de Defensa turco y ruso y el ministro de Infraestructuras ucraniano.  

La ceremonia tuvo lugar bajo banderas de Rusia y Ucrania, separadas por la bandera azul de la ONU y la roja de Turquía, que se ha ofrecido a mediar desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.

El pacto, negociado desde abril bajo auspicios de la ONU y de Turquía, establece “corredores seguros” para que los barcos ucranianos puedan entrar y salir de tres puertos del mar Negro: Odesa y sus satélites Pivdenny y Chornomorsk. Ambas partes se comprometen, además, “a no atacar” los buques de sus adversarios, según la ONU.

“Hoy hay un rayo en el mar Negro: un rayo de esperanza, un rayo de posibilidad, un rayo de alivio”, afirmó el secretario general de la ONU, António Guterres, durante la ceremonia en el Palacio de Dolmabahçe.

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Este es el primer acuerdo de calado entre los dos países, en conflicto desde la invasión lanzada por Rusia el 24 de febrero.

Rusia y Ucrania son líderes mundiales en la exportación de cereales y, por ejemplo, ambos países venden un tercio del suministro mundial de trigo.

Pero, actualmente, cerca de 25 millones de toneladas de grano están bloqueadas en los puertos de la región de Odesa por la presencia de buques de guerra rusos y de minas, colocadas por Kiev, para defender su costa.

Con el acuerdo, se espera aliviar la crisis causada por el desplome de la oferta de cereales y fertilizantes, así como por el aumento de los precios de la energía, que amenaza con convertirse en una tormenta perfecta de enormes consecuencias.

“Esto traerá alivio a los países en desarrollo al borde de la bancarrota y las personas más vulnerables al borde de la hambruna. Y ayudará a estabilizar los precios mundiales de los alimentos, que ya estaban en niveles récord incluso antes de la guerra”, sostuvo este viernes Guterres.

El documento se firmó por cuatro meses y se renovará de forma automática. Además, las operaciones serán monitoreadas por un centro de coordinación en Estambul, que velará por el cumplimiento del acuerdo firmado este viernes.

Con todo, la aplicación del compromiso todavía conllevará “algunas semanas”, según explicó una fuente de alto nivel de la ONU sobre el pacto.

“Nuestro objetivo son exportaciones por cinco millones de toneladas por semana”, explicó esa misma fuente en declaraciones a la prensa en una charla virtual desde Estambul.

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De cumplirse ese nivel de exportaciones, se conseguirían vaciar los silos ucranianos en alrededor de un mes una vez que comience a aplicarse lo pactado. “Tenemos que ir rápido, por supuesto, tenemos que vaciar los silos ya que pronto habrá una nueva cosecha en Ucrania”, agregó la fuente.

Guterres aseguró que otro aspecto del acuerdo es “facilitar el sin trabas a los alimentos y fertilizantes originarios de la Federación de Rusia a los mercados mundiales”.

Tras la firma del acuerdo, Kiev señaló que no confía en Rusia, sino en Naciones Unidas, para la reanudación de las exportaciones. “Confiamos en la ONU. Ahora es su responsabilidad garantizar que se respete el acuerdo”, dijo el presidente Volodimir Zelenski.

Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, aseguró que Moscú no se aprovechará de que los puertos ucranianos “estén limpios de minas y abiertos”.

El acuerdo también fue saludado por las potencias occidentales, que instaron a Moscú a cumplirlo. 

La Unión Europea, por ejemplo, dijo que el acuerdo es un "paso fundamental" para superar la inseguridad alimentaria mundial y advirtió de que su éxito dependerá de la implementación "rápida y de buena fe" del mismo.

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"Este es un paso fundamental en los esfuerzos por superar la inseguridad alimentaria mundial provocada por la agresión de Rusia contra Ucrania.", afirmó el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en una declaración.

"Rusia está destruyendo deliberadamente la infraestructura y los equipos agrícolas y de transporte de Ucrania, causando escasez de combustible y creando problemas en la cadena de suministro de alimentos en todo el mundo mediante el bloqueo de los puertos de Ucrania y el saqueo de los cereales ucranianos. De hecho, Rusia ha puesto en peligro la seguridad alimentaria de millones de personas en todo el mundo", acusó el también vicepresidente comunitario.

Borrell recalcó que la UE mantiene su compromiso de ayudar a Ucrania a llevar la mayor cantidad de su grano a los mercados mundiales lo más rápido posible por medio del plan "Corredores solidarios", que ha facilitado la exportación de 2,5 millones de toneladas solo en junio, según dijo.

En Washington, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, urgió a implementar rápidamente el acuerdo “para evitar que los más vulnerables del mundo caigan en una mayor inseguridad y desnutrición”.

En el terreno, sin embargo, algunos agricultores temen que la situación no cambie.

Pero los resultados ya comenzaron a verse. El precio del trigo cayó fuertemente este viernes en Chicago y en Euronext, y volvió a sus niveles anteriores a la guerra. En Chicago, el bushel de trigo (unos 27 kg) para entrega en septiembre perdió 5,86 % a 7,5900 dólares al cierre. El maíz, por su parte, cedió 1,99 % a 5,6425 dólares para el contrato a igual mes.

Al contrario, el avance de la diplomacia no acarreó un alto al fuego, por lo que en el terreno las fuerzas rusas mantienen su ofensiva en la región de Donetsk, en el este de Ucrania.

REDACCIÓN INTERNACIONAL*

*Con información de AFP y Efe

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