Al menos 46 muertos dejan los incendios forestales en Chile

En la noche del viernes, el presidente chileno, Gabriel Boric, anunció que decretó el estado de excepción por catástrofe como medida para atender los graves incendios forestales que afectan el centro y sur del país. La situación no es menor, pues al menos 46 personas han perdido la vida a causa de las conflagraciones.

En Viña del Mar, una de las ciudades más afectadas, los incendios comenzaron en los cerros y se fueron extendiendo hasta llegar a zonas industriales, donde se han registrado distintas explosiones en almacenes químicos y fábricas de pinturas, lo que ha generado una tóxica nube negra. El presidente Boric comentó afligido en una alocución que esperan que el registro de muertes sea mayor y se solidarizó con las víctimas mortales y las personas que han perdidos sus viviendas.

“Este balance es muy provisorio porque aún no es posible ingresar a otras zonas también arrasadas por el fuego”, dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá.

Hasta antes del mediodía del sábado se habían registrado 92 incendios, 40 de ellos fueron controlados, mientras, brigadas continúan dándole prioridad a 29 focos. El fuego ha consumido unas 43.000 hectáreas en el país y se ha propagado fácilmente por los vientos, la baja humedad y por construcciones en zonas no habilitadas.

(Lea más: 'Una calumnia': Amlo reacciona a acusaciones de que narcos dieron dinero a su campaña)

“La situación de los incendios forestales, especialmente en la quinta región (Valparaíso), es muy difícil por las temperaturas y vientos”, escribió en X el presidente Boric, recalcando que todas las entidades del Estado están desplegadas y que se investigará si hubo intencionalidad en los incendios.

“La prioridad está en los incendios de la región de Valparaíso por su cercanía a zonas urbanas, donde se han presentado varios incendios, pero dos han sido los de mayor preocupación”, explicó Tohá. Uno es el Complejo Las Tablas, con 6.800 hectáreas, y el otro Lo Moscoso, en Quilpué, con 1.150 hectáreas.

Todas estas zonas quedan entre 80 y 120 kilómetros al noroeste de Santiago, con empresas vitivinícolas, agrícolas y madereras, y por su cercanía a las playas del Pacífico tienen una gran afluencia de turistas en esta época del verano austral.

Además del estado de excepción, el Gobierno también impuso un toque de queda en Valparaíso y Viña del Mar este sábado, en la mañana y en la noche, para facilitar la evacuación de las personas que se encuentran cerca de los puntos afectados por los incendios y disponer las vías para que lleguen las ayudas, a su vez emitieron varias alertas de evacuación.

El presidente Boric insistió en que hay que tomarse en serio las alertas, por más de que no se vean incendios en las inmediaciones. Las autoridades mantienen un “perímetro de exclusión”, alrededor de las zonas quemadas, para impedir el tránsito o ingreso a esos lugares. Otra disposición que se hizo fue el aumento del pie de fuerza para resguardar los sitios y prestar ayuda. 

(También: Venezuela denuncia la profanación de una estatua de Simón Bolívar en Roma)

“Estamos frente a una catástrofe sin precedentes, una situación de esta envergadura no había sucedido en la región de Valparaíso, son más de cinco focos simultáneos y el sector más perjudicado nuevamente es Viña del Mar”, dijo la alcaldesa de Viña, Macarena Ripamonti.

Viña del Mar y Valparaíso se encuentran a 120 kilómetros al noroeste de Santiago y las rutas a estas playas del Pacífico fueron cerradas el viernes después del mediodía por “visibilidad reducida por humo”. Varios focos de fuego se expandieron muy rápidamente quemando zonas pobladas, donde colapsaron las rutas alternativas de miles de personas que intentaban evacuar.

“Nunca había visto algo igual. Nos llegó alerta por el celular y luego comenzó a caer una lluvia de cenizas prendidas. Esto es muy angustiante porque evacuamos la casa, pero no podíamos avanzar, todos intentábamos salir y era imposible moverse”, contó a la AFP Yvonne Guzmán (63 años), que dejó su casa en Quilpué, a unos 90 kilómetros al noroeste de Santiago.

Según un reporte de la Corporación Nacional Forestal, el incendio forestal de mayor magnitud es en la Reserva Lago Peñuelas, al costado de la principal autopista a la zona, que ha quemado más de 8.000 hectáreas. El segundo incendio más importante es en La Aguada, comuna de La Estrella, Región de O’Higgins, en el centro del país, que ha destruido 4.084 hectáreas.Otras regiones afectadas por el fuego son Maule, Biobío, La Araucanía y Los Lagos, todas en el sur del país.

Desde 2017, Chile ha sufrido incendios forestales de envergadura, muchos de ellos en zonas pobladas y en la región de Valparaíso, donde una prolongada sequía, el aumento de las temperaturas, la negligencia humana, la construcción sin planificación y en sitios no habilitados han creado una plataforma perfecta para estos siniestros. El año pasado, el país vivió una la ola de incendios que dejó 27 personas fallecidas y miles de viviendas destruidas en regiones del centro-sur del país, como La Araucanía, Biobío y Ñuble.

(Siga leyendo: Tras tensiones, representantes de EE. UU. y Venezuela sostienen reunión secreta)

Además de las hectáreas quemadas, son centenares de viviendas y vehículos incinerados. Las alertas por las altas temperaturas, agudizadas por el fenómeno de El Niño, se extienden también a Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil.

AFP y EFE