El Estado de derecho en México está amenazado. Así lo afirma la presidenta de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados A. C., Claudia de Buen Unna –la primera mujer que en 100 años ostenta este cargo–, quien esboza en esta entrevista su parecer sobre la actuación del presidente Andrés Manuel López Obrador (Amlo). El encuentro se inició en Madrid a pocas horas de la celebración de la cumbre de la Asociación Mundial de Juristas.
¿Qué está sucediendo en México?
Que no hay un respeto a las normas jurídicas que le dan solvencia al país, porque si ellas no son adecuadas a los planes gubernamentales, entonces tiende a pedir las reformas de estas normas. Por un lado, es eso. Por otro, hubo una serie de reformas estructurales muy importantes en el sexenio pasado, cuando se abrió al extranjero la inversión en hidrocarburos, y entraron gasolineras extranjeras españolas y norteamericanas, entre otras. Ahora, el presidente López Obrador quiere echar para atrás estas reformas, para que el Gobierno vuelva a ser el titular único del tema energético en el país.
¿Legalmente lo puede hacer?
Tiene que cambiar la Constitución, y eso es lo que él –presidente– dice: ‘Si no se puede, cambio la Constitución’.
¿A través de referéndum, o por decisión del Congreso?
El referéndum no está previsto para ese tipo de cosas, ni está previsto para ver si se le hace un juicio político a los expresidentes, como lo hizo el 1.º de agosto.
¿Cuál es su opinión sobre ese referéndum que impulsó para que el pueblo decidiera si se juzgaba a cinco expresidentes, a sabiendas de que en México existen organismos como la Fiscalía para istrar justicia?
Es un manejo popular peligrosísimo para fortalecerse él mismo a través del rechazo de lo anterior, hacer creer al pueblo que el cambio está en el presidente y que el cambio es lo mejor que le puede pasar a México.
Volviendo al tema energético, entiendo que este no es el único caso en el que el presidente habla de cambiar la Constitución.
Son muchos casos. Acaba de salir una reforma del poder judicial, el 7 de junio, promovida por el ministro presidente Arturo Zaldívar, en la que se reforma sustancialmente toda la estructura del poder judicial federal. A esa reforma le fue incluido, en el último momento, un artículo décimo tercero transitorio. Ese artículo señala que el presidente de la Suprema Corte –Arturo Zaldívar– permanecerá durante dos años más, después de que termine su mandato, a fin de implementar la reforma. Y el presidente (Amlo) ha dicho: ‘Es que nadie más lo va a poder hacer’.
Le agradezco esta precisión: ¿ese artículo que se introdujo a último momento qué dice: ‘renovar’ o que se ‘extienda’ el mandato?
Que se extienda el mandato por dos años más.
¿Quiénes solicitaron que se añadiera ese artículo?, ¿el partido de gobierno?
No, un senador.
¿Un artículo ‘sastre’, a la medida de intereses personales?
No hay medicamentos para los niños con cáncer, porque eliminó muchos programas de salud. Está muriendo la gente con cáncer, y López Obrador y Hugo López Gatell arremetieron en contra de ese sector
Sí. Un artículo con nombre y apellido, que.viola dos artículos de la Constitución, el 97 y el 100. ¡Ah!, y es que también extiende el periodo a los de la Judicatura, para que todos puedan terminar su mandato, prácticamente al mismo tiempo que el presidente de la República. Es decir, extiende al poder judicial hasta que él termine. El tema es que el artículo 97 dice que la presidencia en la Suprema Corte es por cuatro años y no hay reelección inmediata. ¡Es muy claro!
Y respecto a los de la Judicatura también habla de que no hay reelección; por lo tanto, el artículo trece transitorio debe ser declarado inconstitucional. Nosotros – la Barra Mexicana – lo peleamos en la Cámara de Senadores y, sin embargo, lo aprobaron por una enorme mayoría, sabiendo de antemano los legisladores que era inconstitucional, y lo aprobaron varios partidos, no más Morena –partido de Gobierno–, o no lo leyeron o no se dieron cuenta del alcance. Ahora, cuando pasa a la Cámara de Diputados, nosotros como Colegio de Abogados mandamos una carta a la presidenta de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri; hicimos cabildeo con los diputados y generamos que varios diputados de diferentes partidos se negaran a aprobarlo, pero, de todas maneras, se aprobó, porque Morena tiene mayoría.
Es muy triste el nivel de nuestros legisladores, que por mandato están aprobando y no tienen la capacidad de revisar la legalidad de lo que están haciendo. Es realmente muy preocupante.
¿Se refiere al nivel de los legisladores o corrupción?
Corrupción no necesariamente es que te den dinero. Tu mandato implica una serie de deberes y de derechos, pero si no cumples con tu deber, a sabiendas de que no lo cumples, pues, estás incurriendo en corrupción. En unos casos es ignorancia y en otros es hacerle caso a quien les está instruyendo de hacerlo así.
¿Con esas modificaciones –inconstitucionales– en el poder judicial, el presidente López Obrador tiene entre otros objetivos allanar el camino para reelegirse?
Él ha dicho que no, y yo quiero creer que no. Yo no creo que él quiera reelegirse. Yo lo que creo es que él quiere estar con un poder judicial que le sea cómodo, con el que funcione adecuadamente y no arriesgarse a que entre un nuevo presidente del poder judicial, dentro de un año y medio, y no haya una buena relación. Por ahí va, creo yo.
Le he escuchado a usted alertar de que en México el Estado de derecho está amenazado. Infiero que es porque el presidente no respeta la división de poderes.
De ninguna manera. Y es que los poderes deben de ser autónomos, libres, y aquí no existe eso, él tiene injerencia en los poderes.
¿Y en el órgano electoral?
A él le molesta el Instituto Nacional Electoral, entonces ya habló de desaparecerlo.
¿Por qué le molesta?
Porque el instituto tiene normas a las que se ciñe y no a lo que el presidente quiera.
Voy a trasladarme al Palacio Nacional de la Ciudad de México. 7 de la mañana, y al salón donde se encuentran unos 50 periodistas llega el saludo marcial de una mujer soldado: ‘¡Buenos días, señor presidente!’. López Obrador toma el micrófono para iniciar su programa diario, que se transmite en vivo al pueblo mexicano. Es La mañanera. Una innovadora estrategia de comunicación y propaganda, calificada por analistas como populista; sin embargo, es el primer presidente en la historia de México que hace este o. ¿Cómo es la relación de López Obrador con la prensa?
Todos los días los ve en la famosa Mañanera.
¿Pero la ha atacado?
Sí, la ha atacado. No ha dejado títere con cabeza. Ha atacado a los médicos, a los abogados, arquitectos, a los jueces, a la prensa, a los niños con cáncer.
¿A los niños con cáncer?
Porque no hay medicamentos para los niños con cáncer, porque eliminó muchos programas de salud. Está muriendo la gente con cáncer, y López Obrador y Hugo López Gatell –médico subsecretario de Salud– arremetieron en contra de ese sector.
He leído que llama golpistas a los padres de niños con cáncer. ¿Ha hecho algo la sociedad civil?
Sí, por primera vez. Fue muy pasiva la sociedad civil. Siempre hemos tenido una hegemonía del Ejecutivo, siempre hemos tenido un poder Ejecutivo sumamente fuerte.
Sin embargo, todo parece indicar que López Obrador está intentando dividirla.
No, no está intentando. Ya dividió a la sociedad. Totalmente nos dividió. A todos los que no son afines a él les llama adversarios.
¿López Obrador ha atacado a los jueces?
Hay un juez, Juan Pablo Gómez Fierro, quien otorgó varias suspensiones en dos temas muy importantes, en el padrón de datos biométricos para los teléfonos y en la ley de hidrocarburos. Nada más hay dos jueces especializados en esta materia.
Entonces, lo que sucedió aquí es que este juez, al darle entrada al amparo, otorga la suspensión. Acto seguido, López Obrador dice públicamente en La mañanera que el juez Gómez Fierro –¡y además lo dice con nombre y apellido!– va a ser investigado por la Unidad Financiera porque seguramente incurrió en actos de corrupción.
¿Se le abrió esa investigación al juez?
Por supuesto, pero no tenía nada.
¿Qué sucedió con ese amparo?
Los amparos siguen, pero están todos suspendidos. Ahí lo importante es que se le enfrenta al juez. Y, además, a todos los abogados que están presentando amparos los califica de traidores a la patria porque defienden empresas extranjeras. Lo cual es muy grave, estamos siendo parte de un escrutinio público.
Usted me está dibujando a un presidente que se está yendo de frente contra el poder judicial.
Se está yendo de frente.
¿Comparte el criterio de que el imperio de la ley es la barrera para que no se derive en un autoritarismo?
Desde luego. Pero si esta barrera empieza a ser golpeada y a ser violada, entonces tenemos que participar las organizaciones de la sociedad civil, los foros de los abogados, de estos amparos estratégicos, de hacer manifiestos. La sociedad no había estado organizada hasta ahora.
¿El presidente López Obrador está siendo autoritario?
Sí, sí; desde luego.
MARÍA ANGÉLICA CORREA
Para EL TIEMPO