A primera vista, podría pasar por alto la rana de cristal del bosque tropical de Costa Rica. Salvo una mancha color verde limón en su lomo, su piel, músculos y otros tejidos son transparentes. Sus diminutos órganos parecen flotar dentro de su piel cristalina.
Aunque la translucidez podría ser útil para eludir depredadores, es poco común en animales terrestres, cuyos cuerpos están llenos de sustancias que no pueden ser penetradas por la luz. Las ranas de cristal parecen haber evolucionado versiones transparentes de algunos de estos rasgos anatómicos, pero también tienen trucos para ocultar colores persistentes en sus momentos más vulnerables.
En un nuevo estudio en la revista Science, investigadores reportan que cuando una rana de cristal duerme, casi todos sus glóbulos rojos se repliegan a su hígado, permitiendo que sea casi invisible mientras descansa. El hallazgo podría llevar a pistas sobre cómo evitar coágulos mortales.
Al igual que la gente, las ranas de cristal dependen de la hemoglobina, una proteína de color en los glóbulos rojos que transporta oxígeno por el cuerpo. Jesse Delia y Carlos Taboada, biólogos y autores del nuevo estudio, habían estado observando a las ranas cuando se dieron cuenta de que, a veces, ese color desaparecía.
“Cuando están despiertas, el sistema circulatorio es rojo”, dijo Delia, quien trabaja en el Museo Estadounidense de Historia Natural en Nueva York. “Cuando están dormidas, no lo es”.
Para resolver el misterio, los investigadores querían tomar imágenes de las ranas bajo anestesia —cuando los glóbulos sanguíneos eran claramente visibles al circular por sus cuerpos— y dormidas, cuando las células no se veían por ningún lado. Para hacer eso, necesitaban una forma de mirar dentro de sus órganos.
Taboada, quien trabaja en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, dijo que sospechaban que la sangre se replegaría a diversos órganos cuando no circulaba. Terminaron por depender del sonido, al provocar que las moléculas dentro de los sacos liberaran ondas ultrasónicas, lo que podría usarse para identificar el contenido. En cuanto compararon las imágenes de ranas dormidas y anestesiadas, saltó a la vista una gran diferencia.
“Toda la señal provenía del hígado”, dijo Taboada. Alrededor de un 89 por ciento de los glóbulos rojos se había metido a ese órgano. Eso tenía sentido: el hígado, que filtra la sangre, es un destino lógico para los eritrocitos, apuntó.
Lo que los investigadores siguen sin entender es cómo es que las ranas no morían debido a coágulos. En la mayoría de los vertebrados, cuando los glóbulos chocan unos con otros, eso lleva a la coagulación. Las ranas de cristal, sugiere la investigación, pueden controlar cuándo coagula su sangre.
Esto implica que las ranas de cristal podrían tener algo qué enseñarnos sobre cómo evitar o tratar coágulos mortales en humanos.
Por: VERONIQUE GREENWOOD
BBC-NEWS-SRC: http://www.nytsyn.com/subscribed/stories/6532872, IMPORTING DATE: 2023-01-16 21:30:07