SEÑOR DIRECTOR:
Acaba de terminar uno de los mundiales de fútbol más emocionantes que recuerde –y he visto un buen número-, no solo por la cantidad de hinchas que se veían en las tribunas y los ‘palos’ que vimos, sino especialmente por el nivel de fútbol y la gran organización. Hubo partidos sosos, puede ser, pero la mayoría emotivos, interesantes, donde las grandes selecciones estuvieron a punto de no pasar la primera ronda y unos se fueron pronto. Se vio que el fútbol es un deporte universal, que apasiona a todas las sociedades, que los países buscan poner a nivel de los mejores, que invierten mucho y llevan técnicos de Europa, en especial. Marruecos, por ejemplo, fue una grata revelación.
Argentina y Francia merecían disputar la final. Pudo ser para cualquiera. Qué emoción tan grande, qué partido inolvidable. Todo porque había en el campo dos selecciones que jugaron a “vencer o morir”, cada uno con sus armas. Argentina fue valiente desde el primer pitazo. Qué coraje, qué entrega, qué amor a la camiseta y al país. De Catar saldrán muchas lecciones del fútbol moderno, que debemos copiar y toca trabajar desde ya.
Ángel María Aguilar
El alza del salario mínimo y la informalidad
SEÑOR DIRECTOR:
Estamos de acuerdo con el alza del salario mínimo para el 2023, pero no olvidemos que a medida que suban el salario mínimo también suben la canasta familiar, el impuesto vehicular, los impuestos prediales, entre otros.
La tasa de desempleo no ha mejorado en los últimos años, por lo que muchas personas han acudido al empleo informal, como las ventas ambulantes y demás. Quiero recomendarles a los gremios industriales, al Ministerio de Trabajo y al señor presidente que también busquen mejorar las condiciones de los colombianos, que no haya incrementos en la canasta familiar, en los impuestos, que haya beneficios y oportunidades para aquellos que están sin empleo para que todos podamos “vivir sabroso”.
Que se pongan la mano en el corazón para ayudar a muchos que buscamos oportunidades laborales y poder mejorar la calidad de vida de los colombianos.
Carlos Mauricio Restrepo Carreño
Dudas sobre gestores de paz
SEÑOR DIRECTOR:
La mayoría de los colombianos nos preguntamos de dónde salió la cifra de los cien mil gestores de paz que quiere nombrar el Gobierno y que, además, recibirán un millón de pesos al mes por sus servicios.
¿Quiénes son? ¿Cómo y cuándo los seleccionaron? ¿Qué experiencia tienen para ejercer como mediadores? ¿Algunos tienen cuentas pendientes con la justicia? ¿Cuál es la diferencia con millones de jóvenes respetuosos de la ley para que estos no sean tenidos en cuenta con tan honrosa designación? ¿De dónde saldrán los 1,2 billones de pesos que cuestan al año? ¿No serán un símil de las “milicias bolivarianas” de Venezuela?
El Gobierno no puede seguir lanzando proyectos a la topa tolondra, que lejos de generar tranquilidad lo que logran es alterar el bienestar general y afectar la salud económica de la nación. Bienvenido el cambio, pero con sentido común y responsabilidad.
Mario Patino Morris