Los dos candidatos

Las motivaciones preelectorales nos obligan a considerar objetivamente las tendencias, propuestas y características de los dos candidatos convocados para la segunda vuelta presidencial. Para no saltar al vacío, podemos analizar las coincidencias, convergencias y aproximaciones comunes. En general, los dos dicen propender por un cambio democrático, fundamental y antipolítico. Los dos prometen que ejercerán buscando un equilibrio entre las finanzas públicas y las demandas sociales como anticorrupción, reducción del gasto público, mejorar la educación, la salud y la seguridad, pero también la conservación del medio ambiente.

Además, los dos proyectan prevenciones, odios y temores para determinados sectores de la población. El país necesita y quiere un cambio y si de verdad buscan salvar el proyecto Colombia, deben dialogar y llegar a un compromiso nacional mínimo, que incluya oportunidades para la juventud, condiciones para crear empresa, recuperación del campo y definir el sistema tributario y pensional con participación ciudadana. Lo que está en juego es el futuro de toda una nación y no simplemente el capricho y las ansias de poder de un grupo que puede conducirnos a una explosión social.

Qué alegría que vuelva el mercado campesino a la plaza de Bolívar. En este largo invierno nuestros campesinos hicieron enormes sacrificios para sembrar y sacar adelante sus cultivos, defendiéndolos de inundaciones. Es un gran mérito ponerlos en nuestras manos. Hoy más que nunca, con los insumos tan caros, ellos necesitan apoyo, al menos que les compremos en forma directa y no a través de los intermediarios, como ha sido por mucho tiempo; es allí donde el labriego pierde la oportunidad de ganancia. Y no hay nada más agradable y reconfortante que recibir lo que la tierra generosa nos da, de manos de nuestros cultivadores, siempre auténticos y con una sonrisa. Que haya estos mercados por toda la ciudad.

Desde 1954 la mujer colombiana ha hecho parte de la política con el voto. En 1958 se dio a conocer a Esmeralda Arboleda, la primera senadora de Colombia, y hoy por hoy la actual vicepresidenta y las fórmulas vicepresidenciales de los actuales candidatos son mujeres.

A lo largo de la historia, la mujer ha tenido diferentes luchas por sus derechos para que en pleno 2022 se le cuestione su rol y participación.

Sí estamos preparadas, sí podemos participar, sí podemos liderar un cambio y la historia lo ha demostrado. Por eso los debates deben ir más allá, en corrupción, pobreza, medioambiente, economía y paz, no podemos retroceder al siglo pasado, cuando se ponían en tela de juicio los derechos fundamentales.