SEÑOR DIRECTOR:
En los últimos días se ha venido hablando mucho de la salud sexual. En el editorial del sábado pasado se aborda el tema, en virtud de la alarma que prende la OMS debido al aumento de las enfermedades de transmisión sexual, lo cual si, bien debe abordarse desde la familia y la escuela, desde mi punto de vista, también debe involucrar a los medios de comunicación. Muchos programas, películas y novelas que allí se transmiten incitan a las prácticas sexuales sin responsabilidad.
De igual forma, las redes sociales andan “como Pedro por su casa”, promoviendo cuanto contenido se les ocurre, sin ningún control. La escuela se siente impotente al tener que luchar contra esos contenidos; y por más programas de educación sexual que desde ella se desarrollen, si no se hace un abordaje integral –escuela, familia, medios y sociedad–, el problema seguirá empeorando.
Profesor Henry Sarabia Angarita
SEÑOR DIRECTOR:
Los pueblos tienen azotes, miserias, dolores. Nosotros los colombianos tenemos un drama como es el asesinato de líderes sociales, que según informaciones de este diario ha crecido un 32 por ciento. El año pasado hubo 196 defensores del medioambiente asesinados en el mundo; 196 vidas valientes, valiosas, buenas, que se dedicaban a uno de los más bellos propósitos, como es defender la naturaleza, que es la vida misma, el futuro de todos. Hay muchos enemigos de los bosques, de las buenas tierras, de las aguas, de los parques naturales. Porque los intereses le pueden a la conciencia ecológica. Mucho hay que hacer en defensa de ellos, por protegerlos. No puede seguir reinando la minería ilegal. Es, repito, señor Director, defender la vida integralmente.
Lucila González de M.
SEÑOR DIRECTOR:
Sobre su editorial ‘Edmundo, asilado’, los dictadores siempre buscan disolver la oposición. Esta vez, el régimen vio que fue derrotado en las urnas, que el pueblo en su mayoría estaba con Edmundo González y María Corina, y si no los lograba apresar, le convenía sacarlos del país. Es una situación cada vez más difícil la que vive ese país, por lo que hay que buscar la protección de la valiente María Corina. Tiene que ser un propósito del mundo democrático, sin importar las ideologías. No se pueden permitir estos atropellos. Colombia, Brasil y México no pueden guardar silencio.
José Francisco Piñeres
SEÑOR DIRECTOR:
¿Hasta cuándo tendremos que aguantar los colombianos las ofensas del presidente Gustavo Petro a personas y entidades por cuestionar su gobierno? Ha lanzado epítetos como: “qué Ucrania ni qué ocho cuartos”; “muñecas de la mafia”, a las mujeres periodistas; “negro conservador”, al presidente de la Corte Suprema; “asesinos oligarcas”, a los de la derecha. Le pedimos respeto por la diferencia ante un país multirracial, ante un periodismo libre, ante las cortes, ante el Congreso, pero sobre todo ante los colombianos de a pie. Hay que moderar el lenguaje, abandonar la soberbia y unir al país.
Helena Manrique Romero