“Yo soy Ian Svenonius. (¡Aplausos!) Estoy aquí para presentar el libro Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock. Este libro no contiene nada práctico. Hoy día, como hablamos con Martin Atkins, los misterios del rock and roll han sido revelados, cualquiera los puede aprender a través de un video en YouTube, un campo de verano de rock o una escuela de rock, así como Jack Black lo dramatizó alguna vez”.
Así comenzó su charla el músico, cantante, presentador y escritor estadounidense Ian Svenonius; vestido de película o, mejor aún, como si el armario de un pastor evangelista de vieja data hubiera chocado contra el de una estrella de rock de los setenta.
Con dos micrófonos en una mano y en la otra algo que parecía ser una biblia, pero que en realidad era una copia de la edición original y en inglés de Supernatural Strategies for making a Rock’n’Roll band; este personaje salido de las auténticas entrañas del rock de garaje y el postpunk y que desde que salió este libro en 2012 se convirtió en todo un best seller del underground; muy en contra de sus propias palabras, tiene mucho por revelar.
Expuesto a todas las luces posibles –pues ha tenido media docena de bandas y además de grabar como unos 20 álbumes–, ha realizado proyectos para televisión y cine, este encuentro con Svenonius en la Biblioteca de Santiago, en Santiago de Chile incluso fue como una de esas pláticas en las que uno quiere tener lápiz y cuaderno a mano para anotarlo todo y si es posible hasta hacer bosquejos de los posibles escenarios que el orador describe. En Santiago, Ian aterrizó gracias a las gestiones de En Órbita, un satélite bien distinto a todos los que giran en el cada vez más creciente universo de los festivales latinoamericanos: colisión de conferencias con shows en vivo, para sus organizadores es tan importante quien dicta una charla como quien encabeza su cartel de conciertos en el Planetario de la capital chilena.
El Martin Atkins al que Ian Svenonius hizo referencia fue justamente otro de los grandes invitados al En Órbita (junto al ruidoso ex-Sonic Youth Lee Ranaldo, la fabulosa Juana Molina o Damo Suzuki, el japonés al cual le achacan haberse inventado, entre otras cosas, el postpunk y la música ambient); y no es para menos. Además de haber participado en el auge del rock industrial trabajando para bandas como Nine Inch Nails y Ministry, conoce el tejemaneje del negocio de la música como pocos, las pantanosas fronteras entre el arte y el capitalismo y la obsolescencia de las grandes marcas y revoluciones musicales.
“Ahora todo es un programa de cocina”, dijo Ian Svenonius durante su charla, “nos enseñan cómo hacer para que todo esté exactamente bien y la receta no falle. Sin embargo, un grupo de rock and roll no es un suflé. Por lo tanto, Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock no les va a enseñar cómo tocar la guitarra, cómo afinarla, y no les va a ayudar a sonar exactamente como Velvet Underground. Pero sí habla de cómo abordar el hecho de empezar una banda, y una banda no se trata únicamente de música. Y esa es la lección número uno de este libro. Si quieres hacer música, está bien, pero para eso no necesitas una banda. Una banda no tiene que ver únicamente con música. Una banda tiene que ver con tomar el control del mundo, en realidad”.
Y para la muestra, Svenonius, quien hace unos meses lanzó otro pastelazo a la cara de las novedades editoriales, el libro Te están robando el alma (en principio un texto contra Apple y Wikipedia), puso de ejemplo a la banda californiana de hardcore punk Black Flag. “Nadie oye Black Flag –dijo–, pero todos tienen la camiseta con las tres barras de la banda. Esas tres barras significan humor negro, cinismo y trabajo duro. Hay miles de bandas, pero solo unas pocas capturan nuestra imaginación y no muchas logran sostener eso durante muchos años. Estamos hablando de lograr una manipulación histórica”.
Y dentro de esa manipulación de la historia, don Svenonius, que en el marco del En Órbita también brindó un show en vivo de guitarra, voz y máquinas llamado “Escape-ism”, propuso al famoso monstruo de la mítica novela de Mary Shelley como la primera estrella para tener en cuenta. “Yo recuerdo a Frankenstein antes que Marlon Brando, antes que James Dean, antes que Elvis Presley… Todos conocían a este monstruo y era más grande que los Beatles, que Madonna o que Stalin. Una figura como ninguna otra. Sin embargo, pocos conocían su historia real. Nacido de un experimento de laboratorio, sus creadores estaban comprometidos con tomar piezas de diferentes fuentes y unirlas. Y aunque su papá tenía mucho orgullo, Frankenstein, el monstruo, era un poco salvaje y estaba fuera de control. Manufacturado, electrificado e incoherente, él fue el primer rocanrolero que hubo”.
Tan presente está Frankenstein en esta inteligente y sofisticada charada que plantea Ian Svenonius que Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock más que un libro de consejos, chistes o fórmulas mágicas para el éxito, es un análisis sesudo sobre cómo el rock no es otra cosa que un monstruo creado a partir de los deseos oscuros y dementes de la era industrial, las pandillas, la sociedad mecanizada o el gran auge del petróleo; y en donde nada es gratis ni está puesto ahí gratuitamente. Ni las grupies ni la camioneta donde viaja la banda, los CD o los iPods, a los que el autor relaciona con la “era farmacéutica de consumo perceptivo: giran, susurran y crepitan de fondo, crean una atmósfera, pero nunca exigen la atención completa de quien los oye”.
CHUCKY GARCÍA