Oh, confusión; oh caos, dijo Rafael Núñez, el mismo de los surcos de dolores. Todo junto se vive en este país, donde el bien como que no germina ya. Aunque uno se resiste, los hechos negativos nos quieren ganar la partida en este zoológico nacional.
Digo zoológico, no solo por las bestialidades que vemos a diario, o por las aves de mal agüero, sino porque hay muchas especies protagonistas. No sé en cuál pueda catalogarse a los pitufos, queridos personajes belgas que ahora se han puesto tan de moda.
Como si fuera poco lo que se vivió en aquel caótico consejo de ministros, donde la Casa de Nariño parecía una muestra de apartamentos, con sus divisiones interiores, y cuyas heridas aún sangran, ahora se dice que 'Papá Pitufo', presentado a papá Petro, puso plata para poder pasar al poder, pero por precavidos prefirieron poner pronto la plata en predios de pícaro Pitufo, pedido a Portugal.
Esperemos que todo se aclare, porque, según el propio Presidente, dizque el zar del contrabando compraba ascensos en la policía por mayor. ¿Se les había metido de contrabando? Grave acusación, que ya le piden aclarar.
¡Oh, confusión! ¡Oh, caos! Se acerca el final del Gobierno y lamentablemente sigue el pi-tufo de las sospechas en financiación de la campaña. Es la misma corrupción a todo nivel que permea la política desde hace muchos años. Y no habrá reforma política que valga mientras no se reformen las conciencias y las costumbres. Y mientras ronde el poder del zoológico nacional. Porque uno recuerda, a vuelo de 'Pájaro', al 'Iguano', al 'Piojo', al 'Alacrán', 'Anaconda', 'Pitbull', la 'Gallina', el 'Marrano'.
Si hay más realismo que mediciones políticas saldremos de este bache.
Y como donde menos se espera salta la libre, ahora se pone de moda el hombre Araña, no el superhéroe de trusa roja, sino el de circular roja, Giovany Rojas, alias Araña, de la Coordinadora Nacional del Ejército Bolivariano, que negocia un acuerdo de paz con el Gobierno, y por quien aboga papá Patiño, para proseguir proceso, pero parece pronto pasará a prisión. Puff.
Entonces se viene a la mente la alegre canción La araña picúa, de Guillermo Buitrago. "La araña picó a Gustavo, porque le tocaba el rabo", "borracha araña atrevida, ayer asustó a María". A María y seguramente a más de uno. Pero ojalá no pique a Gustavo, porque uno le apuesta a que salgan las cosas, a que en este país se pueda pescar de noche, como decía el maestro Darío Echandía, pero parece no haber coordinación, como que cada quien anda por su lado, o por Arabia, y da rabia.
Esto no va bien. La seguridad en los territorios es un nido de alacranes. Como la política. Necesitamos al Spiderman de verdad, a todos los superhéroes y todos los superpoderes. A las supercortes, a los partidos políticos y a los privados. Y al Presidente aquí, que recomponga el gabinete con ministros de proyección nacional, con hojas de vida limpias y respetables. La paz es de todos, el país es de todos; se necesita, Presidente, insisto, que llame a una verdadera unidad nacional. La gente del Catatumbo no puede seguir de tumbo en tumbo. Nos necesita a todos, unidos. Y los de Cauca y Chocó...
Si hay más realismo que mediciones políticas saldremos de este bache. Presidente, la araña te va a picar, sujétela por detrás, pero, déjese ayudar.
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Hoy tengo el corazón lento, pues se va a la eternidad Jaime Olarte Galvis, mi entrañable primo, pero hermanos desde cuando de niños jugábamos a cazadores de conejos invisibles con escopetas de palo. Se nublan los ojos por el extraordinario ser humano que nos deja, lleno de bondad y afecto. En este país personas como él, bueno, honesto, hecho a pulso y generoso a manos llenas, hacen mucha falta. Sé que estará con Dios y con su Alcira del alma. Todo el consuelo para los suyos.