Si el barón Humboldt se levantara y mirara el panorama que hoy vive el planeta tierra, se volvería a acostar.
Desde la época de la industrialización, la tierra ha sido esquilmada por el capital hasta más no poder. En aras al progreso, el hombre contaminó los ríos, polucionó el aire y le hizo grietas a la tierra hasta dejarla exhausta.
El uso y abuso del petróleo, el gas y el carbón, así como la tala de bosques y selvas que producen grandes cantidades de bióxido de carbono, generan el calentamiento global que hoy padecemos.
Si la humanidad no toma a tiempo las medidas necesarias para salvar el planeta, correrá el riesgo no solo de ver ante sus ojos la catástrofe natural que hemos creado, sino que también seremos testigos de nuestra propia extinción.
Las Naciones Unidas, preocupada por la amenaza inminente en la que hoy se debate el mundo, viene realizando una serie de eventos sobre la defensa de la biodiversidad, con el objeto de que los países ricos, que producen la mayor cantidad de CO2, tomen las medidas necesarias y se comprometan a salvar el plantea.
La biodiversidad, anotó el Presidente, no solo se refiere a la naturaleza, sino también a la naturaleza humana, la biodiversidad étnica y social.
Así mismo, será tarea de los países de ingresos bajos y medianos defender sus ecosistemas, que hoy están amenazados por el capital legal y la delincuencia organizada.
Uno de estos eventos de las Naciones Unidas es la cumbre llamada COP16, que en este año tendrá como sede la ciudad de Santiago de Cali y reunirá a unos 190 países.
¿Por qué Cali fue elegida como la anfitriona de este importante encuentro internacional?
Desde los tiempos de nuestros ancestros, Cali ha sido un territorio privilegiado por su biodiversidad natural y humana.
Fundada en el piedemonte de la cordillera de los Andes (cordillera Occidental), la capital de la región del Pacífico se extiende por un ancho valle que atraviesa el río Cauca y termina en la cordillera Central. La ciudad, que hoy tiene unos tres millones de habitantes, cuenta con dos cerros tutelares (el cerro de Cristo Rey y las Tres Cruces), el Parque Nacional Los Farallones, y está bañada por siete ríos que desembocan en el río madre del Cauca (río Cali, Aguacatal, Cañaveral, Meléndez, Lili, Pance y Cauca).
Al otro lado de los Farallones se encuentra el mar Pacífico, donde se extiende una de las regiones más ricas en biodiversidad del planeta: la región del Pacífico, que va desde la frontera con el país hermano de Panamá hasta los límites con el país hermano de Ecuador.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), en la región del Pacífico existen más de 5.400 especies de plantas, 778 especies de aves, 192 especies de mamíferos y 196 especies de peces.
Es una de las regiones más privilegiadas en biodiversidad del planeta. Por esta razón, el presidente Gustavo Petro eligió a Santiago de Cali como la sede anfitriona del COP16.
La biodiversidad, anotó el Presidente, no solo se refiere a la naturaleza, sino también a la naturaleza humana, la biodiversidad étnica y social, que desde hace 500 años se ha convertido en un rico mosaico multicultural, entre indígenas, afros y mestizos.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad; el alcalde de la ciudad, Alejandro Eder; la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, y el pueblo caleño estamos de plácemes por esta fiesta mundial de la naturaleza, que se celebrará del 21 de octubre a 1.o de noviembre.
FABIO MARTÍNEZ