En el reino de la trampa, una senadora que se ganó una curul por cuenta de una refrendación parlamentaria tramposa de un acuerdo político tramposo entre un gobierno y una guerrilla tramposa decide reescribir la historia de la infamia cometida por las Farc contra los secuestrados a los que trataban como animales, buscando hacernos creer que les garantizaban condiciones dignas durante su cautiverio.
No solamente hicieron trampa con el acuerdo, sino que muchos guerrilleros se quedaron en la vida criminal, dedicados al narcotráfico y el terrorismo. A los niños reclutados y violados por las Farc les hicieron trampa. Les hicieron trampa a las víctimas de las Farc. Hicieron trampa con la entrega de sus bienes y sus riquezas. Hicieron trampa con el pago de las indemnizaciones y están haciendo trampa con su “verdad”.
En el reino de la trampa, un grupo de abogados tramposos le han hecho creer a un ministro que está obrando dentro del marco legal para lograr el propósito tramposo de tumbar la ley de garantías. Están a punto de consolidar la trampa mediante una tramitación tramposa de una modificación tramposa de una ley estatutaria, mediante un artículo tramposo en una ley de presupuesto tramposa.
Está a tiempo, ministro. Usted es un hombre decente a quien muchos colombianos le hemos profesado respeto y aprecio. No caiga en la trampa. No les haga el juego a los tramposos. La reactivación económica no depende de esta ley. La ley de garantías es una de las pocas herramientas para proteger las elecciones de todas las trampas que las amenazan.
Cualquier estudiante de derecho les explicaría que una ley estatutaria como la ley de garantías no se puede tumbar mediante un mico en la ley de presupuesto. O se puede, mediante trampas. Cuando se caiga en la Corte, ya las trampas estarán consumadas. Y las elecciones, manchadas. Y los votos, comprados.
En el reino de la trampa quieren también convertir la ley de presupuesto, tramposamente, en una reforma pensional. Ya perdí la cuenta de los gobiernos que le hicieron trampa a su promesa de tramitar una reforma pensional seria. La trampa de los traslados exprés es flagrante.
Ni siquiera los supuestos beneficiarios de tales traslados obtendrán beneficio, pues tarde o temprano la Corte les tumbaría ese beneficio por causa de la tramitación indebida de la ley y la vulneración del principio de igualdad y los obligaría a retornar a la situación de hoy. A ellos, a los supuestos beneficiarios, también les están haciendo trampa haciéndoles creer que su traslado será posible y definitivo.
En el reino de la trampa, algunos empresarios sienten que les hicieron trampa cuando aceptaron pagar más impuestos para sacar adelante la mal llamada ley de inversión social sin advertirles que varios billones no se destinarían ni a la matrícula cero, ni al ingreso solidario, ni a los subsidios al empleo ni a los más pobres, sino a los dichosos traslados exprés. Y no solo a los empresarios. A nadie le dijeron que este mico de la inequidad galoparía sobre los millones de la nueva reforma tributaria. Es trampa no haber advertido que esto venía.
En el reino de la trampa, la mayoría de los tramposos y delincuentes no caen. Y los que caen pagan muy barato y muy poquito por sus trampas, sus fechorías y sus delitos. Y salen rápido de la cárcel a gozar de la plata que nos tumbaron mediante trampas. Y reinciden robando. Y vuelven a hacer trampa. Y se reciclan de escándalo en escándalo. Y dejan a los niños más pobres sin internet. Y sin comida. Y sin educación. Y se burlan de todos nosotros mediante trampas y más trampas.
En el reino de la trampa, los ciudadanos ya no aguantamos más corrupción ni más trampa. Este país maravilloso, lleno de gente buena, no debe callar ante estas trampas que nos pueden arrebatar el futuro promisorio que nos merecemos si no hacemos nada y las dejamos pasar en silencio.
JUAN LOZANO