Angela Merkel, en Glasgow, hizo un mea culpa sobre la acción climática de Alemania. Dijo que iban lento. El nuevo primer ministro, Olaf Scholz, asimiló el golpe y propuso ir más allá. Construyó con el partido Verde y los liberales del FDP un acuerdo para acortar los tiempos de la transición. Alemania abandonará el carbón para uso energético antes de 2030 y no en 2038. Y alcanzará la neutralidad de carbono antes de 2045 y no en 2050. La expansión de las energías renovables aumentará su cobertura entre 2022 y 2030, de 65 a 80 %.
Entendieron que la agenda de la transición está determinada por la ciencia y no por los mercados. Scholz dio un paso más integral al plantear que la transición energética es, en realidad, la transición de la economía. Dijo que Alemania pasará en esta década de la economía social de mercado a la economía social ecológica de mercado.
Escribo esto no para compararnos con Alemania, sino para señalar una tendencia que nuestros candidatos presidenciales deberían atender y aterrizar en nuestras prioridades nacionales. Elevar el tema climático a política de Estado y entenderlo como el eje de las transformaciones de la economía. Es prioritario que en Colombia el nuevo gobierno instale este diálogo con la sociedad: universidades, académicos, empresarios, grupos de jóvenes, ciudadanos urbanos y rurales. Con perspectiva e institucionalidad capaces de garantizar la construcción conjunta de los cambios que debemos emprender entre 2022 y 2050. En Alemania, la nueva coalición decidió llamarse el Gobierno del Clima, todos los gobiernos futuros deberían serlo. Nombraron a un ‘superministro’: Robert Habeck, un ambientalista reconocido que, además, es escritor y filósofo, dos datos no menores si tenemos en cuenta que las humanidades tienen un papel esencial frente a la crisis: la revisión de la idea del progreso y el crecimiento. Lo llaman el Ministerio de Economía reforzado, y el refuerzo consiste en que ahora tendrá competencias adicionales en Protección Climática. Todos los nuevos proyectos de inversiones, las medidas fiscales y macroeconómicas, toda la hacienda pública deberán pasar, desde 2022, por el filtro de lo climático, determinado por las metas del país en el Acuerdo de París.
Otrosí. Almudena Grandes deja un enorme vacío en las letras de habla hispana. Paz en su tumba.
MANUEL GUZMÁN HENNESSEY