Tras 44 años del reconocimiento del Día Internacional de la Mujer por las Naciones Unidas, no es casualidad que la defensa de los principios multilaterales durante las coyunturas más críticas haya estado en cabeza de dos mujeres, Eleanor Roosevelt y Angela Merkel, quienes ligaron sus vidas en defensa de los derechos humanos y la consolidación del multilateralismo con 73 años de diferencia.
La explotación laboral de la mujer y el desconocimiento de sus derechos impulsaron las primeras protestas el 8 de marzo de 1857, durante la segunda revolución industrial. La huelga de las ‘garment workers’ o trabajadoras de la industria textil, para exigir salarios más justos y condiciones laborales más dignas, prontamente fue silenciada con arrestos y represión.
Sin embargo, este episodio fue el preludio de una incesante lucha internacional que en 1908 convocó a más de 15.000 mujeres en torno al eslogan ‘Pan y rosas’ en Nueva York, mientras que en Rusia y el Reino Unido se gestaban sindicatos feministas en busca de mejores condiciones laborales y del derecho al voto.
Esta serie de reivindicaciones dejaron algunos nombres consagrados en la historia del feminismo mundial: Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, entre otras lideresas sindicales, sentaron las bases para que, 30 años más tarde, Eleanor Roosevelt fuese la primera presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y, por si fuera poco, gran protagonista en la construcción del nuevo orden internacional tras la Segunda Guerra Mundial. La ex primera dama de Estados Unidos desempeñó un liderazgo sin precedentes en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948.
El principio de la igualdad de género nunca se habría incluido en la carta magna de la humanidad si no fuera por la coordinación que tuvo Eleanor Roosevelt sobre el grupo de delegados que trabajó en el documento. Sus anteriores columnas tituladas ‘My Day’, en las que la ex primera dama fue libre de opinar sobre temas de género, seguridad y economía, le merecieron el reconocimiento de todos los países, incluso en un momento de crecientes tensiones entre el Este y el Oeste por la reconstrucción de Europa.
En el largo camino por la redacción del que sería el documento más importante en materia de derechos y libertades a nivel internacional, Eleanor Roosevelt no estuvo sola, la acompañaron mujeres como Hansa Mehta (India), Minerva Bernardino (República Dominicana), Marie-Hélène Lefaucheux (Francia), entre muchas otras, quienes fueron protagonistas por defender y plasmar sus ideas en el documento final de la Declaración.
En la conmemoración de este aniversario, el mundo es testigo de los últimos días en el poder de Angela Merkel, quien se ha consolidado como la mujer más poderosa de nuestro tiempo. Desde que asumió en 2005, la canciller ha enfrentado múltiples desafíos tanto para el sueño europeo como para su continuidad al frente de Alemania. La crisis financiera del 2008, el euroescepticismo, la crisis de los refugiados en 2015 y la pandemia de covid-19 han marcado la agenda de una canciller que se especializó en atender una crisis tras otra.
Mientras Angela Merkel se despide tras 16 años en el poder y con la gran satisfacción de ser recordada por el mundo como una de las grandes multilateralistas en la historia reciente, esperemos que no sea la última, la lucha histórica de las mujeres continúa dando mayores resultados, así como cuando fuimos testigos de la histórica posesión de Kamala Harris como primera vicepresidenta afro de Estados Unidos, o el liderazgo reconocible que tuvieron primeras ministras y presidentas durante el manejo de la pandemia en 2020.
MARÍA EMMA MEJÍA