De padres judíos polacos refugiados en Francia por razones antisemitas, quienes tomaron la fatal determinación en 1939 de regresar a su país natal para caer víctimas de los campos de concentración; despojado de infancia y testimonio doloroso de una nación avasallada por el enemigo nazi (“somos las víctimas de nuestro propio pasado, la guerra solo nos dejó ruinas y horrores”), muy joven debuta en las tablas de Cracovia como actor, tenía solo veinte años cuando ingresa a la prestigiosa Escuela Nacional de Estudios Cinematográficos de Lodz y llega a desempeñarse como asistente de dirección del maestro Andrzej Wajda.
Poseedor de una sensibilidad extraordinaria, pertenece al selecto grupo de autores que logra plasmar su personalidad, compleja y apasionante, en un estilo cinematográfico bien definido. Uno de los testigos visionarios más agudos de nuestra civilización, calificado como genio desenfrenado de precocidad bastante madura, atrae poderosamente la atención cuando da rienda suelta a una creatividad e imaginación poco usuales. Aunque su talento se defiende por sí mismo, ocupando un lugar destacado entre los más interesantes realizadores contemporáneos, su nombre aparece involucrado no pocas veces en crónicas faranduleras y notas agraviantes.
Adquiere notoriedad local y europea desde su primer cortometraje estudiantil, una pantomima en blanco y negro: 'Dos hombres y un armario' (1958). Dos tipos que salen del mar con el pesado mueble –con espejo-, se convierten en objeto de miradas en una ciudad hostil dominada por situaciones desastrosas, evidentemente rutinarias; tales hombres regresarán al mar de donde salieron. Parábola surrealista en la tradición del absurdo, ambiguo e irónico que plasma esa amargura recóndita del alma polonesa.
Su primer largometraje, el único filmado en Polonia, cuarenta años antes de 'El pianista': 'Cuchillo en el agua' (1962). Guion coescrito por Jerzy Skolimowski, quien refugiado en Gran Bretaña se convertiría en otro de los grandes cineastas poloneses. Narra en planos largos el enfrentamiento perverso protagonizado por un matrimonio entregado a la rutina y un joven aventurero despreocupado; explora en imágenes directas las tensiones masculinas humillantes y la presencia femenina catalizadora. Tres personas que se destruyen progresivamente encerradas en el reducido espacio de un yate.
Comienza su trayectoria internacional: 'Repulsión' (Inglaterra, 1965). Joven virgen católica de origen belga, manicurista en Londres, siente fastidio del sexo y les tiene pavor a los hombres. Esquizofrénica y paranoica —ellas es Catherine Deneuve—, traspasa los linderos de la razón y adopta comportamientos repulsivos. Por oscuras circunstancias, o caprichos narrativos del coguionista Gérard Brach, ella queda sola en su apartamento y es asediada por… un sádico.
'Cul-de-sac' (Inglaterra, 1966). Comedia diabólica que parodia las películas de Hammer Films; muerte y locura en un callejón sin salida, con personajes enfrentados en una isla que se degradan o se humillan hasta las últimas consecuencias: marido pervertido, esposa ninfómana y dos gánsteres sembradores del pánico. Frío sentido del humor y sensibilidad sólidamente disimulada detrás de la máscara del cinismo, recrea situaciones tragicómicas que trascienden la visión amarga de su mundo. Actúa Françoise Dorléac —hermana de la Deneuve, trágicamente fallecida—.
'La danza de los vampiros' (Estados Unidos-Inglaterra, 1967). En los terrenos de lo insólito, pero divertido: un profesor chiflado, experto en murciélagos, se propone atrapar al rey de los ‘chupasangre’ junto con un inexperto cazador asumido por el mismo autor —ellos no podrán escaparse del maleficio y se verán obligados a extender esa plaga a través del mundo—. Después de tal parodia terrorífica, su celebridad era un hecho incuestionable, aunque causó reservas entre las sectas satánicas; nunca se olvidará el fatídico protagonismo de su linda esposa Sharon Tate, quien poco después sería asesinada en circunstancias absurdas.
Con 'El bebé de Rosemary' (1968), sus tesis maléficas provocaron reacciones diversas que iban de la ofuscación al escepticismo. Evidencias no necesariamente ficticias de sociedades demoníacas y secretas en uno de los sectores más exclusivos de Manhattan: brujos o vecinos que conspiran para propagar el mal por doquier, y transformación de una desprevenida esposa neoyorquina —encarnada por Mia Farrow— en madre de una criatura engendrada por el mismísimo Satanás. Aunque los hechos se desencadenan objetivamente, Rosemary sueña con un diablo que la posee y termina embarazada por quien la escoge como progenitora del Anticristo.
'What?' (Inglaterra-Italia, 1973). Ejercicio de estilo algo frívolo, pero dotado de sarcasmos. Rodaje veraniego que da rienda suelta al ocio y la jugarreta, maneja el libertinaje con desparpajo y nos sumerge en las saludables ocurrencias del 'happening' teatral. Para destacar: el espíritu latino de Marcello Mastroianni y la frialdad anglosajona de Sydne Rome. 'La tragedia de Macbeth' (1971). Alucinante versión de un Shakespeare poblado de fantasmas y agresivas orgías sangrientas retoma los parámetros de horrores y misterios en donde un asesino que persigue el poder político es arrastrado al maremagno por su propia esposa.
'Chinatown' (1974). Atmósfera decadente vivida por la ciudad de Los Ángeles, en los turbulentos años 30. Aunque disfrazada de ‘cine negro’, su trama gira alrededor de la corrupción en el medio de las obras públicas para finalmente revelar un incesto monstruoso que va mucho más allá de las apariencias. Un detective especializado en el seguimiento de infidelidades conyugales, que guarda trazos de comportamiento a lo Philip Marlowe, se ve involucrado en asuntos turbios que conllevan la cadena sucesiva de asesinatos, desapariciones, ajustes de cuentas y ollas podridas capaces de comprometer la cordura del susodicho investigador. El virtuosismo de su puesta en escena, en donde las apariencias luminosas guardan tonalidades oscuras o desvanecidas, se complementa con un elenco absolutamente genial de ribetes familiares; en efecto, Jack Nicholson, John Huston y Anjelica Huston —esposa en la vida real del primero e hija del segundo—.
'El inquilino' (Le locataire, Francia, 1976). Un empleado franco-polonés, que se instala en un apartamento parisiense, es marcado por el precedente de una muchacha suicida que se lanzó por la ventana. Cuando pregunta la razón de tan dramática decisión, solo le responde un grito que se repetirá al final en él mismo. Polanski se atribuye el papel principal, reconfirma el uso de una estructura dominantemente subjetiva acorde con su definición del cine como “medio personal de expresión psicológica”. Asistimos al proceso interno de una personalidad que se va deteriorando y transmutando en aquella de la suicida hasta llegar a esquizofrenia y crisis de paranoia. A la tendencia neoexpresionista de ambientar lugares siniestros y amenazantes responde la composición luminosa del sueco Sven Nykvist (fotógrafo exclusivo de Ingmar Bergman), que acentúa colores fantasmagóricos y transparenta detalles, que si feos o desagradablemente morbosos, resultan significativos en términos estéticos.
'Tess' (1979). Melodrama sublime, que rescató la ilimitada ternura creativa de un autor compulsivo, y extrajo esas espinas que tanto le han herido. ¿Quién era Tess? Una inocente campesina cuya felicidad fue algo inalcanzable, que atravesó el camino tortuoso de un idílico bosque convertido en callejón sin salida. Por amor llegó al crimen, primero violada y después maldecida con un hijo muerto; frente a la cripta de sus antepasados lamentaba no estar con ellos puesto que esa sería la única manera de colmar semejantes desgracias. En la mirada extraviada de Nastassja Kinski se configuró el drama de la inocencia perdida. Nunca olvidar su dedicatoria: “A Sharon” (su mujer sacrificada).
'Frantic' (1988). Thriller con situaciones insólitas al estilo de Hitchcock: el temor ante lo desconocido, la evidencia de ser perseguido; el humor negro que irrumpe obstinadamente y la inquietante presencia de algunas imágenes morbosas. Búsqueda frenética de una esposa desaparecida a través de centros nocturnos, callejones y muelles peligrosos del río Sena.
'Luna de hiel' (1992). Atmósferas siniestras y sentimientos perversos en un matrimonio franco-americano, que efectúa un crucero y atrapa bajo sus fauces a dos turistas británicos cuyas relaciones conyugales están resquebrajadas. Celos, manifestaciones rencorosas, engaños premeditados, tolerancias y encubrimientos frente al adulterio; placeres no correspondidos y actitudes morbosas con una gama contradictoria de permisividades que precipitan el caos y evidencian la desintegración progresiva de vínculos conyugales penosamente contraídos.
'La muerte y la doncella' (1992), según la pieza teatral del argentino Ariel Dorfman, posee algunas de las particularidades fílmicas y escénicas de Polanski como autor: espacio cerrado —casi claustrofóbico— con el rumor externo de las olas que golpean sobre un acantilado, tiempo inflexible —de la medianoche tormentosa al amanecer de tintes grises— y tres personajes únicos que por fuerza de las circunstancias invocan un pasado tenebroso en donde “la piedad estuvo enterrada”. Confrontación de la víctima vengativa y su presunto verdugo, evidencia de las sospechas por el ojo de la cerradura e inequívoco planteamiento de una venganza sutilmente planeada o ejecutada.
'El pianista' (2002). Puesta en escena clásica y académica que reconstruye el genocidio de los judíos en Varsovia, con la visión unipersonal capaz de desbordar los múltiples cuadros de la tragedia social y familiar para desembocar en una controvertida recreación del absurdo y la impotencia frente al agresor nazi. Un concierto para sobrevivir, que funciona como un exorcismo de los terribles recuerdos de la infancia —su propia familia fue víctima del exterminio nazi y los campos de concentración—. Palma de Oro en Cannes y Óscar al mejor director.
'El escritor oculto' (2010). Thriller político, con huellas del espionaje a lo Hitchcock. Testaferro contratado por un editor para reescribir las memorias de un ex primer ministro británico de extrema derecha, quien simultáneamente es acusado por la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes de guerra y cómplice de torturas a presuntos terroristas islámicos.
'¿Sabes quién viene?' (Carnage, 2011). Del sicodrama teatral de la escritora Yasmina Reza a las difíciles e hipócritas relaciones interpersonales de la vida moderna burguesa. Basada en hechos reales (Francia-Polonia, 2017). Thriller literario y psicológico, en torno a las fuentes mismas de una novela intimista de naturaleza autobiográfica.
Mauricio Laurens – Cine al Ojo