La frase anterior fácilmente puede ser una de las que con más frecuencia se oyen hoy en las casas de los papás que tienen hijos de entre 8 y 14 años. En un periodo muy corto de tiempo, Roblox se ha convertido en la plataforma de juegos por internet predilecta de nuestros niños. Son millones de videojuegos que están gratis al alcance de sus manos. Las probabilidades de que cualquier vez que vean a un niño o a una niña pegados a la pantalla sea jugando Roblox es muy alta.
Muchos papás se sienten tranquilos con sus hijos en Roblox. “Sabemos a qué juegan. ¿Qué puede pasar en una o dos horas?”, dicen muchos. “Además, hemos leído las políticas de protección de los menores y son muy estrictas”, agregan, como si no conocieran lo laxas que son las plataformas sociales en estos temas.
Más allá del dilema ético que representa el permitir que nuestros hijos entren a una plataforma que se basa en mentiras para generar sus ingresos, aún mayor es la laxitud con un asunto que no deberíamos ignorar. Roblox expone a millones de niños a grooming, pornografía, contenido violento y discursos extremadamente tóxicos y abusivos. Las directivas de la empresa, señala el informe, son conscientes de eso, pero tomar medidas al respecto impactaría las finanzas del negocio. A los inversionistas de Wall Street les da igual lo que pase con sus hijos.
Los niños están normalizando este tipo de juegos, lo que ven en virtual lo va absorbiendo su cerebro hasta que pierden las dimensiones de lo correcto y de lo incorrecto.
Roblox no cuida a los niños. Los niños son apenas una cifra que les sirve para mostrar en bolsa e inflar su valor. La empresa ya vale 27.000 millones de dólares, y los papás nos hemos convertido en los bobos útiles de este perverso entramado, poniendo a nuestros hijos como cebo de pesca. El Instituto encontró, por ejemplo, que Roblox no tienen ningún monitoreo de pedófilos.
“Earl Brian Bradley fue hallado culpable de 471 acusaciones de abuso, violación y explotación de 103 niños. Había un con su nombre en la plataforma, junto con múltiples variables como earlbrianbradley69”, señala el reporte, que, aunque largo, vale la pena que consulten.
Entre los videojuegos a los que tienen los niños están ‘Golpeen a indigentes’, que llegó a tener más de un millón de visitas; ‘Cásquenles a las preñadas’, juego que consiste en matar a mujeres embarazadas con machetes, sartenes o pistolas; ‘LGBTQ+ Vibes’, un juego que con más de 41 millones de visitas es una sumatoria de descripción de actos sexuales y discurso de odio, y ‘El hangout de Palestina e Israel’, un espacio de 13 millones de visitas que permite a niños de todas las edades comprar bombas y cuchillos para atacarse entre ellos. Estos son apenas unos de los tantos que hay.
Otros consisten en que los participantes se van de sus casas y se refugian en las casas de sus terapistas, a quien les pagan el alojamiento con sus cuerpos. También hay otro en el que niños de 9 años entran como s a baños a tener relaciones sexuales, con un lenguaje explícito.
En esa hora o dos que nuestros hijos nos piden permiso para entrar a Roblox puede que no pase nada de lo anterior, pero sí están poniéndose en riesgo, con nuestra bendición. Los niños están normalizando este tipo de juegos, lo que ven en virtual lo va absorbiendo su cerebro hasta que pierden las dimensiones de lo correcto y de lo incorrecto. No es una situación fácil de manejar, y quizás de explicar, pero o tomamos el toro por los cuernos o vamos a padecer unas consecuencias lamentables.
¿Qué tan difícil puede ser que como papás impongamos la razón?
DIEGO SANTOS
Analista digital
En X: @DiegoASantos