A 48 horas del año nuevo, estoy impactado porque no salgo de Bogotá a vacaciones, me lo ordenó mi pareja, Lulita Arango. Motivo: que la orquesta de los cantantes covid y ómicron está repartiendo caricias, canciones y virus por montones y absolutamente gratis. Otra grata noticia tengo: que al futbolista guajiro, de 24 años, Luis Díaz le están coqueteando los banqueros del puerto de Liverpool para que viva entre ellos. Liverpool, un baluarte del Imperio británico, cuna de los Beatles, los mágicos peludos que se fumaron un pitillo de marihuana a cuatro metros de la reina de Inglaterra el día que los condecoraba.
Aleluya: un guajiro aclamado como héroe en Liverpool. Eso no lo imaginaron ni García Márquez ni Escalona cuando bebían ron en Manaure y Patillal. Y tampoco los diplomáticos nuestros ante la reina Isabel: don Néstor Osorio y don Mauricio Rodríguez, muy recordados en la diplomacia inglesa como casi expertos en premios Nobel, pacifismo y paz con guerrillas. Afortunado Luis Díaz: por ficharlo los ingleses pagarán 90.000 millones de pesos y mi paisano cobrará un millón de dólares mensuales. Buenas-buenas.
Los que llegan. De Europa nos llegó el ómicron, que no es socio de don Louis Vuitton, el amado por miles de mujeres. Mujeres, al playboy ómicron húyanle. Política caliente: el alcalde de Medellín, Danny Quintero, les lanzó un alpargatazo telerradial al uribismo y a los notables del club Unión de Medellín que quieren tumbarlo. Que el alcalde Danny contrató a dedo 900.000 millones. ¿Hubo favoritismos? Quizá, no sé.
De Iván Duque esperé mi aguinaldo: que recuperara los 70.000 millones que raponearon a la ministra Karen-TIC y falló, pero le extiendo el plazo. Viene el 31 y Petro, Álvaro Uribe, Ingrid, Paloma Valencia, Francia Márquez pasean la pasarela. Aterricen: el único que podría ganarle a Petro es Enrique Peñalosa, transformador de Bogotá, eficiente, independiente, máster en transporte urbano. No desaprovechen a Peñalosa, se hacen un estúpido autogol.
Bien ido, 2021, le decimos todos. A los turistas, que los acaricie el sol y que ellas, con su biquini, sigan bronceadas. Los alérgicos a las fincas nos quedamos en Bogotá con frío, sol brillante matinal, radios, TV, caseros oficios y sin setecientos mil automóviles que salieron.
Salúdense de feliz año, es amable, cordial, baratísimo. Y colorín colorado...
PONCHO RENTERÍA