En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

Fanatismos

La Colombia de este año ha sido un penoso espectáculo de sectarismos e impaciencias.

Alt thumbnail

Actualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
Es que la gracia de los fanáticos es no ser ellos. Los fanáticos, personas con vocación de personajes que terminan volviéndose parásitos de alguna causa, son pésimos ejemplos. Y, sin embargo, son ejemplos: cosechadores de enemigos que, dominados por la voz de su cruzada, empeñados en librar al mundo de aquello que no sea lo suyo, se dedican a negar las almas para acabar con los cuerpos. Que el director de la Policía haya dado a Semana aquella entrevista espeluznante, llena de menciones a “el maligno”, no solo sirve para que los extremistas dejen de dar por hecho el rumor de la desmoralización de los agentes de la ley, sino para que los guardianes de nuestros derechos no impongan sus creencias, ni renieguen del condón, ni lancen cifras temerarias de la comunidad LGBTI ni cambien los artículos por los versículos sobre el aborto.
(También le puede interesar: Bukélicos)
Que aquel pastor, el de Levántate, se haya puesto en la tarea apocalíptica de clamar tanto por cierres del Congreso como por constituyentes mesiánicas no es solo para que “nosotros los ciudadanos” prendamos las alarmas contra el fundamentalismo, sino para que dejemos atrás la mala maña de llegar tarde a la política colombiana como quien entra a cine en la mitad a jurar que entiende todo; para que, en días de reformas, superemos el vicio de decir que los congresistas no nos representan; para que sobrevivamos, “por el amor de Dios”, al pecado de olvidar que aquella Constitución de 1991 que acusó recibo de nuestra cultura del ninguneo –y ahora lleva adentro el acuerdo de paz del Colón– fue la biblia libre de demonios que nos trajo hasta este primer gobierno de izquierda que sigue a tiempo de ser un logro de esta república.
De ser, precisamente, un liderazgo que sepa conjurar los fanatismos. De ser, precisamente, un gabinete reformista que entienda que en democracia pactar no es deshonra.
Detrás de todo país democrático hay cierto estoicismo esperanzado. Pero la Colombia de este año ha sido un penoso espectáculo de sectarismos e impaciencias. El fundamentalismo de nuestra sociedad, que cumple siglos ya, ha salido a la luz en busca de titulares que le den la razón. Ha sido evidente que este paisaje inocente es patrullado a muerte por un rosario de clanes, y guerrillas entre comillas, y disidencias adoctrinadas en la deshumanización del que se les atraviese. Ha sido claro, como nunca, que el clasismo criollo es una vieja forma del fanatismo: “Sí, le mejoran las condiciones de trabajo, pero entonces toca echarlo”, le dijo un patrón a su empleado, el lunes, antes de verme al lado. “Agradezca más bien”. Pero el colmo es que, como aprendices de lo que deploran, los supuestos aliados del Presidente decreten el fracaso de la concertación.
Y lo peor que puede pasarle a cualquier gobierno es ser tan ansioso como su oposición.
En fin. Que aquella escuela facha en Tallahassee, Florida, cometa la aberración de echar a su rectora por permitir la imagen del David de Miguel Ángel en los salones. Que el liberalismo intolerante traduzca las novelas de Agatha Christie a los “lectores sensibles” de estos días. Que los tribunales de facto de las redes sigan viendo el extremismo en el ojo ajeno: “Mi miedo es que, apenas se le caigan las reformas, este señor cambie la Constitución para quedarse en su balcón”, me dijo un padre de familia uribista, recalcitrante, la otra vez. Pero que las noticias de los fanatismos nos sigan sonando escandalosas y nos despabilen. Y que aquí en Colombia, este “tercer mundo” por el que debemos responder, por fin seamos capaces de entender que de nada sirve pasar mil y una reformas si no reformamos antes esta vocación a someternos, a amordazarnos, a despreciarnos, a preferir las victorias agónicas a los acuerdos.
RICARDO SILVA ROMERO

Sigue toda la información de Opinión en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.