Transformar nuestra relación con el agua

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Empiezo por clarificar que esta transformación amerita un cambio conductual. Milenariamente hemos estado conectados con este elemento -basta recordar cómo los muiscas se relacionaban con el agua-, pero a medida que hemos evolucionado como especie, la hemos instrumentalizado. Nos hemos acostumbrado a abrir la llave y ver salir el agua, pero no vemos su relación con los servicios ecosistémicos que se generan desde el Páramo de Chingaza o Sumapaz.

Entender que todo está conectado y que el agua es en cierto modo lo que enlaza a todos esos sistemas de vida en los cuales nos desenvolvemos, nos transportamos, nos alimentamos y en general, nos desarrollamos, será crucial para acercarnos a un relacionamiento mucho más estrecho que nos permita cambiar paradigmas, es decir, potenciar esa transformación de conductas en las personas.

“Ser como el río es ir - entrar - salir - llegar - estar constantemente circulando, andando, viajando, es decir, en continuo cambio y movimiento”. Taita Efrén Tarapués.

Necesitamos enfocarnos en las oportunidades para resolver los retos. Por eso es imperativo construir un marco de trabajo transdisciplinar y una eficiente articulación de actores e instrumentos de planeación y gestión, que nos permitan acercarnos al agua desde un enfoque multiversal, es decir, poniendo sobre la mesa las diferentes visiones que existen desde el sector empresarial, las comunidades, las autoridades y todos los demás actores que se relacionen directamente con este elemento.

En este sentido, la naturaleza siempre será un aliado estratégico para promover un nuevo relacionamiento con el agua y diseñar soluciones que vayan de la mano con el bienestar integral del territorio y los sectores. Con cada vez más frecuencia veo como más actores se suman a esta transición y empiezan a integrar acciones integrales a partir de la bioinspiración. Finalmente, como dice Janine Benyus, impulsora de la metodología de biomímesis: “pregúntale al planeta, allí están todas las respuestas”.

Si empezamos a activar la innovación y tenemos en cuenta elementos clave para construir una nueva cultura alrededor del agua, como la transdisciplinariedad, la intergeneracionalidad, la acción colectiva y las alianzas público privadas, podremos construir modelos de gobernanza adaptativa y potenciar transformaciones integrales.

Cierro esta reflexión preguntando, ¿en qué tipo de ciudad sueñas vivir? Todo lo que estamos proyectando hoy, nos permitirá aportar a esa ciudad del futuro en la que todos soñamos vivir. Depende solo de nuestras decisiones, y en parte, las decisiones que hoy tomemos. Es un proceso de reflexividad muy íntimo, pero que genera en cada uno de nosotros un proceso de transformación.