El artista colombiano Carlos Vives, que en las últimas décadas ha liderado un movimiento musical empeñado en reconocer y recrear nuestra cultura, acaba de recibir el prestigioso premio a la Persona del Año de los Grammy Latinos.
El reconocimiento, que se entregó por primera vez en el 2000 y puede entenderse como el clímax justo de una carrera brillante, ha sido recibido por músicos tan importantes como Gilberto Gil, Juan Luis Guerra, Gloria Estefan, Caetano Veloso, Shakira, Miguel Bosé, Joan Manuel Serrat, Rubén Blades y Juanes. La gala de honor estuvo llena de iración y de cariño por ese talento enorme, el de Carlos Vives, que demostró que nuestra gran revolución tenía que ser mirar hacia dentro.
La gala de honor estuvo llena de iración y de cariño por ese talento enorme, el de Carlos Vives, que demostró que nuestra gran revolución tenía que ser mirar hacia dentro
Estefan, Blades, Guerra, entre muchas figuras más, subieron a cantar al escenario del homenaje a Vives. Quedó clara la capacidad innegable e incansable del hombre que no solo revitalizó el vallenato luego de encarnar al personaje principal de la serie ‘Escalona’, sino que está cumpliendo un poco más de tres décadas de entregarle al país una serie de composiciones que están a la altura de las joyas de la música colombiana: las primeras canciones de Vives que vengan a la cabeza, ‘La tierra del olvido’, ‘Pa’ Mayté’, ‘Fruta fresca’, ‘La cartera’, ‘Voy a olvidarme de mí’, ‘Ella es mi fiesta’, ‘La bicicleta’ o ‘Cumbiana’, prueban que su creatividad ha sido inagotable y aplaudirla es lo mínimo.
Premiar a Carlos Vives es premiar a La Provincia, su banda estupenda, pero también a una generación de músicos que han estado cerca de semejante gesta colombiana en todo el mundo: el trabajo brillante de Iván Benavides, Luis Ángel Pastor, Andrés Castro, Martín Madera, Andrés Leal y Martín Velilla, por ejemplo, ha desempolvado y enriquecido esta cultura llena de humor y de fábulas que reivindican la vida. Carlos Vives ha hecho mucho bien a Colombia. Vale la pena recordarlo siempre que se pueda.
EDITORIAL