En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Así fue la vida de Jhonatan en Noruega, tras ser robado en Bogotá
Un hombre lo hurtó cerca de su casa a los 3 años y fue adoptado por una familia extranjera.
El 25 de septiembre de 1987, mientras Jhonatan Jiménez, de solo tres años, jugaba en el jardín de su casa con su hermano Alfonso, de siete, fue robado por un hombre que lo engañó diciéndole que fueran a comprar dulces. Esa fue la última vez que vio a Ana Jiménez, su madre biológica, hasta 32 años después, cuando, luego de una incansable búsqueda, su hermano Juan lo encontró en Noruega.
El 7 de enero de 2020, Jhonatan volvió al país y se reencontró con su madre en la misma casa donde fue secuestrado. EL TIEMPO habló con él.
No. Yo no recuerdo nada acá en Bogotá. Lo único que recuerdo es que estaba en el parque, en Ibagué, con mis padres adoptivos. Recuerdo la primera noche con ellos, y a tres niños del orfanato.
¿Cómo fue el día que lo adoptaron?
Fue un proceso largo para que me pudieran adoptar. Ellos estuvieron en Ibagué como tres o cuatro semanas. Recuerdo que llegaron en la noche; yo tenía mucho miedo, estaba en una habitación listo para dormir y apagaron la luz. Eso es todo lo que recuerdo.
¿Por qué sus padres quisieron adoptar en Colombia?
Yo creo que para ellos no era importante el país, pero en ese momento era común hacer adopciones en Colombia. Ellos querían adoptar porque tuvieron problemas para tener más hijos.
¿Cuánto tiempo estuvo en el orfanato?
No recuerdo. En el orfanato dijeron que estuve allí como dos años. Pero eso no es posible porque mi familia en Colombia tiene fotos mías de cuando yo tenía como tres años; en el orfanato dijeron que me encontraron en la calle cuando tenía alrededor de un año. En realidad, yo fui robado en septiembre y me adoptaron en noviembre.
¿Cómo fue su vida en Noruega?
Crecí en Stadlandet, que es un lugar muy tranquilo. Era como una finca, sin animales. Crecí con mucho amor, porque era como un niño especial al ser adoptado. Pero también me sentía diferente porque no era el hijo biológico de mis padres.
¿Tiene hermanos allá?
Sí, ellos tienen una hija biológica, que es siete años mayor que yo, y siempre sentí que ellos tenían más amor por ella y era más parecida a ellos. Yo tenía una personalidad muy distinta.
¿Cuándo supo que fue adoptado?
Siempre supe que fui adoptado y de Colombia, pero no recuerdo un día específico. Me decían que era muy exótico, y que bailaba muy bien porque era de Colombia. Por eso me sentía tan diferente, aunque yo quería ser noruego, como los otros niños.
Siempre sentí que ellos tenían más amor por ella y era más parecida a ellos
En Noruega no hablan mucho sobre sentimientos. Nunca tenía conversaciones personales con mis padres. Allá, las relaciones familiares son frías; de hecho, mis padres nunca me dijeron que me amaban, porque la cultura es muy diferente. Mientras que aquí en Colombia te dicen ‘te amo’ todos los días.
¿Qué estudió?
Yo fui muy juicioso en la escuela y por eso tuve muchas oportunidades. Estudié derecho en la universidad y tuve un muy buen trabajo. Allá tenía todo lo que necesitaba, pero siempre sentía ese vacío, quería saber de mi familia y descubrir por qué yo era así. Tenía muchas preguntas.
Al sentirse diferente, ¿empezó a buscar a sus padres biológicos?
Cuando tenía entre 18 y 20 años estaba pensando mucho sobre mi familia y empezó esa curiosidad, pero no hice mucho en ese momento porque estaba ocupado con mis estudios, y trabajando. Pero cuando tenía 30 años sentí que necesitaba hacer algo.
¿Y qué hizo?
Fui a Colombia por primera vez, me di ese regalo para mi cumpleaños. Yo no sabía nada sobre mi familia, pero quería conocer mi país.
Foto:Bård Bøe
¿Cómo fue estar en Colombia?
Estuve en Bogotá y en Ibagué, porque en ese momento yo creía que era de Ibagué. Yo quería encontrar el orfanato donde fui adoptado, pero me dijeron que ya no existía. Y también fui a Cartagena. En total estuve tres semanas en el país.
¿Buscó a su familia?
Yo le pregunté a mi mamá si tenía algunos documentos para ayudarme a buscar a mi familia, pero solamente tenía una página con información. Me sentí supermal, porque ella cómo iba a adoptar a un niño y tener solo ese documento.
¿Y eso qué le hizo pensar?
Pensé que de pronto me estaba ocultando algo o que no guardó bien los documentos. Por eso yo tuve una relación difícil con mi mamá noruega, porque me sentí decepcionado.
Mis padres nunca me dijeron que me amaban, porque la cultura es muy diferente
¿Qué pasó después?
Me hice una prueba de ADN a mis 30 años para buscar a mi familia, pero no encontré nada. Y cuando tuve 34 años me hice una nueva prueba, pero esa vez fue para conocer mi salud, porque con esa prueba se puede tener información de las enfermedades que se tiene riesgo de padecer según el ADN. Pero si hay información en común con otra persona que se haya hecho la prueba en la misma agencia, se recibe esa información.
Y la recibió...
Sí. Cuando recibí los resultados me dijeron que habían encontrado a una persona que era mi medio hermano, tío o sobrino, por la cantidad de ADN en común. Y ahí le envié un correo electrónico a Juan, mi hermano.
¿Qué sintió cuando recibió una respuesta?
Estaba en shock y dije: ‘¡No puede ser, no es verdad!’. También estaba un poco escéptico porque no sabía quién era él, pero me mandó fotos mías y de mis hermanos, y somos muy parecidos, ahí supe que sí era mi familia. Me sentí tan feliz, pero en shock al mismo tiempo.
¿Cómo fue ver a su hermano por primera vez?
Mi hermano llegó a Noruega para sorprenderme, porque teníamos un plan que era reunirnos en Colombia. Él estaba muy emocional y yo no sabía cómo sentirme porque ellos siempre supieron sobre mí, pero yo no sabía de ellos. Eran muchos sentimientos para procesar. Y luego nos fuimos juntos a Colombia.
Foto:Juan jimenez
Y vio a su mamá biológica por primera vez...
Fue un gran espectáculo. Llegué a mi casa en una chiva donde había una alfombra roja, música y estaba toda mi familia. Yo estaba muy sorprendido, fue muy lindo. Fue un poco raro verla porque ella era una mujer extraña, pero tenía mucho amor por mí. Me sentí un poco incómodo.
Foto:Bård Bøe
¿Cómo se siente ahora?
Me siento superfeliz. Con mucha gratitud con mi hermano Juan, quien con su persistencia me encontró. Porque yo hice mi parte, pero era necesario que alguien hiciera la otra parte. Él nunca perdió su fe. Y estoy agradecido con mi familia, que me celebró el cumpleaños aquí en Colombia y recibí una torta por cada año que perdimos.
¿Ha cambiado en algo su proyecto de vida?
Todo cambió. Yo estaba viviendo una vida en Noruega con muchos privilegios y pensaba que ese era el mundo normal, pero no, el mundo es muy diferente. He aprendido muchas cosas sobre mí, sobre la cultura, y las cosas que realmente son importantes. En Noruega nunca tuve una relación cercana con mi familia, pero aquí en Colombia nuestra relación familiar es superdiferente.
Incluso aprendió español...
Sí. Me siento muy feliz porque he aprendido algo de español y siempre había querido, pero no tenía una motivación, como sí la tengo ahora.
Allá tenía todo lo que necesitaba, pero siempre sentía ese vacío, quería saber de mi familia
¿Cuándo volverá a Noruega?
Yo renuncié a mi trabajo en Noruega, pero voy a empezar uno nuevo allá en abril.
¿Pero ve un futuro en Colombia?
Por mi trabajo es más fácil vivir en Noruega, pero mi sueño es hacer algo que me permita vivir en Colombia algunos meses del año.
¿Qué les dice a quienes quieren encontrar a sus padres biológicos?
Que yo tengo una historia muy linda porque encontré una familia muy cariñosa, a quienes les hacía mucha falta, pero no es el caso de todos. Así que no busquen sus raíces si no están listos para encontrar cualquier cosa, porque tal vez no es una alfombra roja con música y globos. Pero si tienen ese deseo, nunca pierdan su fe, y estén listos para encontrar cualquier cosa.