En medio del crecimiento acelerado que se ha registrado en las compras en línea durante la pandemia de Covid-19, el Senado de la República aprobó en segundo de cuatro debates un proyecto de ley que busca dar garantías a los consumidores de comercio electrónico.
La propuesta, radicada en septiembre del año pasado, busca establecer normas aplicables al comercio, operaciones y negocios en línea, y brindar protecciones para las personas en la relación de compra-venta.
Cuando exista un retraso en la entrega de un producto o incumplimiento en las condiciones pactadas, el artículo 3 señala que el consumidor podrá retractarse sin que le descuenten o retengan algún pago.
De acuerdo con el documento, los proveedores deberán brindar información fidedigna, clara, suficiente y accesible a las personas acerca de las características de los productos que ofrecen mediante medios electrónicos, así como el precio y las condiciones de venta.
Asimismo, tendrán que disponer de medios adecuados para canalizar quejas o comentarios de los consumidores; garantizar el derecho de cambio; devolver el pago cuando los productos no se hayan entregado, sean defectuosos o se produzca un fraude, entre otras circunstancias.
Las empresas también deberán elaborar planes de atención al cliente de comercio electrónico, en el cual desarrollarán canales de fácil para el o entre las partes. Y, por último, determina que también se reglamentará el comercio a través de redes sociales.
Algunos de los inconvenientes que se han observado en las transacciones de compra-venta, señala el proyecto, son bienes o servicios no entregados pese a que los pagos son realizados; las garantías no reconocidas; exenciones de responsabilidad de los proveedores o es de plataformas web; alteración de precios; entrega de productos que no corresponden a los ofrecidos; un tiempo de entrega que excede el prometido, entre otros.
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