‘La vieja política sigue reinando en el Congreso’, afirmó Gabriel Santos

Rechazo en diferentes sectores generó el hundimiento del proyecto de reforma constitucional que buscaba reducir en un mes el receso o las ‘vacaciones’ legislativas y que ni siquiera fue discutido por la plenaria del Senado, el jueves pasado.

El autor de la iniciativa, el representante a la Cámara por el Centro Democrático Gabriel Santos, habló con EL TIEMPO sobre el tema.

(En otras noticias: Un Congreso que parece seguir con los mismos vicios de siempre)

El congresista afirmó que esta fue una muestra de que el Congreso sesiona “de espaldas” a lo que quieren los ciudadanos y anunció que presentará nuevamente la iniciativa, pero después del 20 de julio del 2022, para que la tramite un nuevo legislativo.

Es un hecho lamentable. Lo que sucedió fue que disolvieron el quorum para no debatir el proyecto. Le dieron la espalda a la ciudadanía, que exigía esta iniciativa. De nuevo, el Senado se convierte más en una cámara de eco que en un espacio para que los ciudadanos puedan ver sus necesidades materializadas.

Primero, porque no se querían dar la pela de votar en contra. Segundo, porque creo que todavía hay una clase política tradicional que ve en estas iniciativas que proponen quitarles privilegios una derrota. Piensan que todas las prebendas que se desprenden son merecidas e inmodificables, y nada más distinto a la realidad. Creen que darle una victoria a la ciudadanía es acabar con el Congreso.

Sin duda. Esta es la materialización de la vieja política que sigue reinando en el Congreso: engavetar proyectos, dejarlos atrás en el orden del día, rechazar proposiciones para adelantarlos aprobando iniciativas para el bambú, por ejemplo, o leyes de honores.

Creo que, desafortunadamente, algunos, por descuido, les terminaron siendo funcionales a los verdaderos enemigos de esta iniciativa. Estos últimos se sirvieron de quienes no estuvieron atentos a la hora de votar.

Sin duda. Lo vamos a presentar. Y por ser un acto legislativo y tener un trámite tan largo será un congreso renovado el que lo apruebe, no este, que probó ser insuficiente para los retos que hoy nos exige la ciudadanía.

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