El gobierno de Gustavo Petro tuvo un nuevo revés en el trámite de la reforma de la salud. Cuando esperaba que se retomaran las discusiones en la sesión del miércoles y se superara la fase de impedimento, en la que está estancada el proyecto desde mayo, la plenaria aprobó una proposición para crear una subcomisión para conciliar el texto del proyecto.
La propuesta vino de la representante Julia Miranda, del Nuevo Liberalismo, y se hizo bajo el amparo del “gran acuerdo nacional”. “Con la intención de atender la propuesta del señor presidente Gustavo Petro de construir un acuerdo nacional, de manera respetuosa presentamos proposición para crear una subcomisión integrada por todos los partidos que conforman la Cámara de Representantes, la cual tendrá como finalidad la concertación de un texto que será el resultado de la elaboración de meses de diálogo nacional”, decía la propuesta de Miranda.
Aunque fue votada de forma unánime por toda la plenaria, lo cierto es que la proposición fue aprobada en el mismo punto del orden del día y varios aseguran que fue un ‘mico’. Pensando que solo aprobaban el orden de la discusión en la jornada, también aprobaron una propuesta que puede terminar frenando el debate.
Además, señalan que se habrían aprovechado de que el presidente de la Cámara, Andrés Calle, no estaba en el recinto, puesto que seguía en Casa de Nariño atendiendo una reunión de la bancada liberal con el presidente Gustavo Petro.
Un hecho llamativo es que mientras ocurría esto en Cámara, el primer mandatario le expresaba a los rojos su pedido de que apoyaran la reforma. En este sentido, incluso se anunció que los planes del Ejecutivo era que votaran los impedimentos en la sesión del miércoles y que la próxima semana entraran en el debate de fondo de la propuesta.
Aunque la proposición aprobada no implicaba que no se iba a avanzar en la reforma de la salud, así fue. La plenaria nunca llegó al punto cinco del orden del día, que era en el que estaba ubicado el proyecto. Al final, se levantó la sesión y el debate quedó empantanado de nuevo.
De inmediato, los afines al gobierno expresaron su molestia por la movida. Desde la plenaria, el representante Alfredo Mondragón, coordinador ponente del proyecto, dijo: “Han radicado la proposición como un mico, a última hora, en la Cámara para que se cree una comisión con integrantes de todos los partidos para construir un nuevo. Esa fue la misma jugadita que hicieron en la Comisión Séptima para suspender o dilatar el trámite de la reforma”.
En la mañana de este jueves, los del Pacto Histórico siguieron manifestándose en contra de la propuesta liderada por la representante del Nuevo Liberalismo. El representante Gabriel Becerra destacó la importancia del diálogo y la concertación en el debate del proyecto, “pero ninguna subcomisión puede remplazar las funciones deliberativas y decisivas de la plenaria de la Cámara y mucho menos, pretendiendo obstaculizar la reforma”.
La representante Martha Alfonso, también ponente del proyecto y de la Alianza Verde, también tuvo una posición crítica de la célula temporal y recordó que esto no impide que se siga avanzando en el trámite de la propuesta de Gobierno: “bienvenido el debate; pero eso no suspende trámite ni niega deber y derecho de parlamentarios a debatir un proyecto de ley en curso”.
Por otro lado, los sectores que han expresado sus reservas al proyecto pidieron que se respete la proposición aprobada y cuestionaron el llamado a un gran acuerdo nacional, pero al mismo tiempo se hagan críticas a un espacio para conciliar la reforma de la salud.
En este sector estuvo la representante Katherine Miranda, de la Alianza Verde, igual que Alfonso. “No entiendo, el gobierno pide un gran acuerdo nacional, el Congreso lo acepta y conforma una subcomisión para llegar a un consenso sobre el texto que se va a discutir de la reforma de la salud, ¿y ahora dicen que no aceptan una concertación previa? ¿Dónde quedó el llamado al acuerdo?”.
Como esta, fueron varios más los que defendieron lo aprobado ayer. Es el caso del representante Andrés Forero, del Centro Democrático, que le pidió al presidente de la Cámara, Andrés Calle, que respete lo decidido el miércoles y aplace la discusión para que la subcomisión haga su trabajo. “Aquí se pondrá a prueba si el llamado a un gran acuerdo nacional es real o pura carreta”.
Lo cierto es que la proposición aprobada no da cuenta de muchos elementos básicos que debería tener la subcomisión, como cantidad de , funcionamiento y demás. Sera potestad de la mesa directiva, encabezada por Calle, la que defina estos puntos y decida si le da espacio a esta célula temporal.
La situación pasa porque fue el propio presidente de la Cámara el que se comprometió a destrabar el debate de la reforma. El agravante fue el contexto: un evento de entrega de tierras de la SAE que estaba siendo liderado por l presidente Gustavo Petro. Ese gesto no gustó en los legisladores, pues tomaron como un gesto de subordinación al poder Ejecutivo.