Al contrario de los pronósticos, el proyecto que busca recortar las vacaciones de los congresistas aún sigue con vida en el Congreso y se alista para su tercer debate.
La iniciativa, que recorta de cuatro a tres meses el receso legislativo, debe superar ocho debates para convertirse en ley, cuatro de los cuales deben darse antes del próximo 20 de junio.
El proyecto ya fue anunciado para su tercer debate la próxima semana, cuando se espera una discusión tensionante.
Según aseguró el representante Gabriel Santos, autor del proyecto, cada vez son menos los que se oponen a este proyecto, pero aún hay “algunos colegas que, de manera bien intencionada, utilizan este tiempo del receso para recorrer sus regiones, pero también hay sectores que se niegan a desprenderse de sus privilegios”.
¿En qué consiste la reforma?
Con nuestra iniciativa pretendemos recortar el receso legislativo del Congreso. Actualmente, el Congreso solo sesiona 8 de los 12 meses al año, esa es una de las prerrogativas infames que tenemos los congresistas en comparación con el resto de ciudadanos. De esos cuatro meses pretendemos recortar uno. Se pasaría de cuatro a tres meses de receso.
¿Sí alcanzan los tiempos para salvar la reforma, cuando queda menos de un mes de sesiones?
De manera decidida alcanza, necesitamos darle dos debates más. Ya fue anunciado en la Comisión Primera del Senado, depende de la voluntad política de los senadores. Es un proyecto simple, con dos artículos muy breves solo modificando una palabra. Este no es un debate profundo ideológico. Y en la situación que vive el país, no debería tener mayor debate.
¿Por qué tanta oposición entre sus colegas a esta iniciativa?
La oposición cada vez es menor. A medida que han cambiado los tiempos y que la ciudadanía se vuelve más exigente, hemos visto cómo hay menos oposición a esto. Hay oposición de algunos colegas que, de manera bien intencionada, utilizan este tiempo para recorrer sus regiones, pero también hay sectores que se niegan a desprenderse de sus privilegios y se niegan a darle la cara a la ciudadanía que exige que nosotros trabajemos de la misma forma que cualquier ciudadano.
Esto no pretende ser un juicio sobre el congreso actual, que es un congreso renovado
Se ha dicho que el proyecto, al recortar el receso legislativo, da a entender que hoy los congresistas son vagos, ¿qué opina de esto?
Esto no pretende ser un juicio sobre el congreso actual, que es un congreso renovado, que le ha dado la cara a la ciudadanía, sino que pretende corregir un error histórico de una forma de funcionar distinta del Congreso que antes veía cómo por ausencia de infraestructura los congresistas sí necesitaban este tiempo para recorrer las regiones, pero hoy en día eso es distinto, tenemos mayor facilidad para movernos.
¿Por qué recortar apenas un mes las vacaciones de los congresistas y no al menos la mitad?
Esa fue nuestra propuesta inicial, que era recortar de cuatro a dos meses el receso. Pero de manera desafortunada perdimos ese debate en la Comisión Primera Cámara de Representantes y ante la posibilidad de que se hundiera, preferimos no seguir en la Plenaria. Perdimos ese pulso.
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