Esta semana comenzará de nuevo el debate de la reforma de la salud en la plenaria de Cámara, así lo anunció su presidente, el liberal Andrés Calle, el pasado miércoles. El pronunciamiento lo hizo en tarima, de la mano del presidente Gustavo Petro, en un evento de la SAE en Ciénaga de Oro (Córdoba), pueblo natal del primer mandatario.
Aunque el anuncio no cayó bien en el liberalismo y otros sectores, pues consideraron que el contexto en el que se hizo daba un mensaje de que “el Congreso era un notario del Gobierno”, la iniciativa tendría un ambiente medianamente favorable.
La primera pista la dio el propio aviso de Calle, pues dio a entender que, al menos en el papel, el Gobierno tendría los números para sacar adelante el proyecto, que se quedó estancado en su segundo debate –no superó la fase de impedimentos–. De no contar con un panorama favorable, el Ejecutivo no habría intentado retomar las discusiones.
A esto hay que sumarle que en el último año, la Cámara ha tenido un ambiente más favorable que el Senado para los planes del Gobierno. Incluso, la elección del propio Andrés Calle en la corporación fue un mensaje de que la istración Petro tiene números allí.
En tercer lugar, varios congresistas le comentaron a este diario que habría un ambiente favorable para que el texto sea aprobado.
“El panorama para la discusión de la reforma se empieza a abrir. Sabemos que el gobierno viene hablando con congresistas que han manifestado su apertura y no son opositores acérrimos, de tal manera que hemos podido conversar”, dijo Alfredo Mondragón, coordinador ponente de la reforma.
Más allá de la visión positiva del propio gobierno, otros sectores confirmaron posibles apoyos al texto. Por ejemplo, distintas voces en el Partido de la U afirmaron que mantendrán la posición de la discusión en comisión.
Estos, según el representante Víctor Manuel Salcedo– que es uno de los copresidentes de la colectividad y una de las voces que lideró las discusiones en la Séptima de Cámara–, posiblemente apoyarán la ponencia, pero van “a dar la pelea en varios puntos que quedaron por fuera”. Se espera que hoy ‘la U’ celebre una reunión de bancada en la que definirá una posición en bloque.
En cuanto a los liberales, varios congresistas confirmaron que en sus filas de Cámara habría una mayoría a favor del gobierno y, por ende, del proyecto. No obstante, el representante Germán Rozo dijo: “vamos a seguir en una misma línea de construir sobre lo construido y la no estatización de la salud”.
Además, en esta colectividad existe la particularidad que desde su dirección se anunció a comienzo del segundo año legislativo que presentarían un proyecto de reforma propio. Este, contrario al del Ejecutivo, es de índole estatutaria y por eso debería tramitarse en la Comisión Primera.
En cuanto a la Alianza Verde, el proyecto cuenta con el apoyo de Martha Alfonso, que es la otra ponente. Sin embargo, hay varias figuras, como las representantes Catherine Juvinao y Katherine Miranda, que han presentado reparos y que incluso han llegado a poner en duda su apoyo a la propuesta.
Por el contrario, el resto de partidos ya tendrían una posición definida. Es seguro el apoyo total del Pacto Histórico y la mayoría de las curules Citrep, con algunas excepciones. En cuanto a los conservadores, se mantiene la prohibición de bancada a apoyar el proyecto.
Los partidos de oposición, Cambio Radical y Centro Democrático, siguen en su rechazo a la iniciativa. “Hacen un anuncio de última hora al Congreso sobre la eventual fijación en el orden del día la reforma de la salud. No creo que esta sea la manera ni la forma de un acuerdo nacional como quiere el Gobierno. Veo todo lo contrario: deslealtad procesal y falta de consensos y eso tendrá un resultado negativo”, dijo el representante Hernan Cadavid, del Centro Democrático.
REDACCIÓN POLÍTICA
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