Saber si la actual ola de gobiernos de izquierda en Latinoamérica se debe al "péndulo de la modernidad" —que es la alternancia periódica entre ideologías políticas— o si se abren nuevos caminos para "construir gobiernos humanistas, progresistas y prósperos" es la cuestión que planteó Marco Enríquez-Ominami, exdiputado chileno y fundador del Grupo de Puebla, al cierre del encuentro de líderes progresistas en Santa Marta.
"Una mayor institucionalidad" es lo que Enríquez-Ominami considera que les ha faltado a los gobiernos de izquierda en América Latina para evitar la llegada de mandatarios "autoritarios".
"Es incomprensible que gobiernos tan exitosos como los de Lula, Evo Morales y Rafael Correa hayan tenido una respuesta autoritaria con tanta facilidad", señaló el chileno como consecuencia de esa ausencia de institucionalidad.
Además, Enríquez-Ominami cuestionó que, pese a los "esfuerzos inéditos" en materia económica, en muchos países latinoamericanos las clases medias "fueron tan severas" con algunos gobiernos de izquierda en Bolivia, Argentina y Ecuador.
La nueva 'agenda progresista'
Al cierre de la congregación del Grupo de Puebla en Colombia, el senador Iván Cepeda fue el primero en ofrecer declaraciones, lo que aprovechó para hacer un balance del encuentro de los líderes progresistas.
Allí, compartió el espacio de diálogo con Ernesto Samper, expresidente de Colombia; Leonel Fernández, expresidente dominicano; Carlos Caicedo, gobernador de Magdalena; Clara López, senadora; María José Pizarro, senadora; y Larissa Ramina, jurista.
Cepeda, inicialmente, hizo una recapitulación del recorrido que llevó al contexto sociopolítico actual en la región, mencionando la pandemia y las profundizaciones de crisis económicas y medioambientales.
Posteriormente habló de "procesos arbitrarios" en contra de los líderes de izquierda en Latinoamérica y explicó la nueva "agenda progresista" pactada.
Esta agenda, según el senador, apuesta por tener un "rostro feminista", el cuidado del medioambiente, con énfasis en la Amazonia, la participación vinculante de las sociedades en las democracias, las políticas "con rostro humano" para los flujos migratorios, el combate del narcotráfico como problema global, la descriminalización de enfoques como la siembra de coca por parte de campesinos y el respaldo a la 'paz total' del presidente Gustavo Petro.
Carlos Caicedo, anfitrión de la cita, también hizo referencia al lawfare o persecución judicial que, según él, se pone en marcha para "frenar procesos revolucionarios y progresistas".
En el epílogo del encuentro, se le hizo la distinción de 'Honor al Mérito de la Gobernación del Magdalena Gabriel García Márquez' al expresidente Ernesto Samper por contribuir "al desarrollo equitativo" cuando fue jefe de Estado.
REDACCIÓN POLÍTICA